​Triunfar por encima de las “pelúas”

EDITORIAL PROGRAMA LA DIVISA DEL 16 AGOSTO 2022

PEDRO J. CÁCERES

Triunfar por encima de las “pelúas”

Así llamaba Jesulín a las orejas y Romero (Curro) despojos, tanto así que cuando cobraba trofeo, o trofeos, le quemaban en las manos y, ,generalmente, de forma cuidadosa, con prosopopeya, las entregaba a la cuadrilla.

En el aluvión de festejos en torno al 15 de agosto los triunfos orejeros toman carta de naturaleza y, quizá, propicie, tanto flujo de festejos y orejas, una devaluación de los legítimos triunfos.

Hay orejas que, sin embargo, resuenan en el panorama taurino pese al caudal desbordante de estos días con ferias en Málaga, San Sebastián, Huesca, Pontevedra, Dax, Beziers, etc. más los múltiples festejos de plazas inferiores que celebran con toros su particular día de la Virgen de Agosto. Es el caso de Rubén Pinar que, en plaza de primera francesa, Beziers, cortaba 4 orejas a los “miura”. El escenario y el hierro son importantes para darle su valor. Es el torero del 15 de agosto.

De la misma manera que Luque puede ser el torero del año. Sus triunfos constantes en plazas de fuste, matando de todo, y culminando con el rotundo éxito de Dax (plaza de 1º francesa) en su encerrona con una corrida “santacolomeña” de “La Quinta”. Como si fuera Camino (El niño sabio de Camas) en su mejor época.

Ayer, en Málaga, con lote infumable, no hubo orejas, pero dejó su indeleble sello de  torero de innumerables momentos, y este es uno de ellos que dura más de un lustro. Mal que le pese a Chopera y Barrera-Bailleres.

Madrid, con un festejo de programación discutible para fecha tan señalada, no deja de ser la primera plaza del mundo y rampa de lanzamiento de toreros casi desconocidos. Ocurrió, ayer, con Ángel Sánchez, que con una solitaria oreja se ha llevado todos los titulares y elogios de la prensa especializada, lo que le puede suponer la entrada en la Feria de Otoño y, ya se sabe, de Madrid al cielo…del mundo de Tauro.

Como ocurrió en San Isidro con toreros como Rufo, Téllez, Adame Valadez, Fonseca, etc.

Precisamente Rufo ya está en posiciones de privilegio y sus actuaciones se cuentan por éxitos. El último en Pontevedra. Donde tuvo más importancia la oreja negada por un inepto presidente que las que cortó por derecho. Lo que sí cobró valor fue su actitud, aptitud, capacidad y torería, de ahí el enfado de afición y prensa por el hurto.

Y Ángel Téllez, que empieza a ver color rentable tras su impacto en San Isidro y va sumando actuaciones por ferias importantes. Se presentaba en Málaga, y con apenas medio torillo y una mellada espada -no cortó oreja, ni orejas-  dejó impronta de su calidad de torero. Tal que entre el maremágnum de corridas y orejas se habla, y no se para, de su docena (o quincena) de naturales en La Malagueta.

Porque por encima de las “pelúas” hay algo que cotiza al alza “estar importante”. Estar, para empezar a ser importante. Es cuando, como decía Curro, las orejas son “despojos”.