​Go Tauro más allá de toro, torero y público

EDITORIAL (PROGRAMA LA DIVISA DEL 22 DE NOVIEMBRE 2021)

Go Tauro más allá de toro, torero y público

Es un hecho, una realidad que la Fiesta se sostiene tan sólo con los ingresos por taquilla. Muchas veces se habla de los “atípicos”, pero estos no dejan ser el “chocolate del loro”: los ingresos por TV, que en la mayoría de su volumen, los engullen las figuras y los subalternos (a veces, no todos), una insignificante publicidad estática -siempre local con cartelones dentro del coso pertinente- y los consabidos colaterales de bares y almohadillas (estas en periodo de extinción porque ya que el que más y el que menos la lleva de casa).

 ¡Ah!, que no se me olvide, y las canales de las reses, que se pagan a precio de despojo.

Por ello, cobra interés máximo el proyecto Go Tauro presentado días pasados en un santuario gastronómico como es el restaurante Coque de los versátiles hermanos Sandoval: el gran chef, Mario, el sumiller, Rafael, que fue torero -bueno, lo es, porque esa condición nunca se pierde-y , no sé si en Coque tiene parte José Ramón, reputado entrenador de futbol. Gente de mundo, con proyección más allá de Europa, gente de bien.

Con el aval del escenario, 3 estrellas Michelín y su implicación, y la renovada UCTL (los ganaderos de bravo) que preside Antonio Bañuelos -cocinero antes que fraile, empresario antes que ganadero por afición- ha concitado el mestizaje de otras instituciones administrativas, docentes, facultativas, centrales y periféricas de distinto pelaje político para ir todos a una embarcados en este proyecto : reivindicar, proteger, promover y difundir la excelencia de la carne del toro de lidia para que ,como en el cerdo ibérico, guste todo, hasta los andares.

La importancia del proyecto no solo estriba en la partida de más de 400.000 euros que procederían de la UE sino que, por la vía gastronómica, la asunción de esta (UE)  no solo  pone en valor la carne de lidia, con lo que ello significa de plus para los criadores, sino ganar una batalla más en Europa (y en España también)  a la cerrazón antitaurina dando carta de naturaleza de su valor ecológico, su condición de raza única e imprescindible para el mantenimiento equilibrado del ecosistema y que la calidad suprema de la carne de lidia es producto del “bienestar animal” merced a la escrupulosidad de su crianza en manejo y alimentación.

Y el mensaje final es claro y cristalino: todo ello no sería posible si se extinguieran las corridas de toros, el 90 %, o más, del PIB del producto.

¡Gran idea!, enhorabuena. Ladran, luego cabalgamos. Ahora vendrá el ministro de consumo a “cagarla”. Al tiempo.