​Luis Reina, factoría de toreros

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PJC.N


EDITORIAL (PROGRAMA "LA DIVISA" DEL 6 DE JULIO 2020)


PEDRO J. CÁCERES


Luis Reina, factoría de toreros


Días pasado y en la plaza de toros de Badajoz, los instituciones pacenses, los toreros de la tierra y varias peñas y asociaciones taurinas, rindieron homenaje al matador de toros, de Almendralejo, Luis Reina.

Conmemoraban así el 40ª aniversario de su alternativa. Al menos ese era el reclamo de dicho homenaje.

Si bien, su carrera como matador de toros sería un señuelo que luego seguirían otros para orgullo de la tierra extremeña (Tierra de Conquistadores).

Unos conquistadores, en este caso taurinos, que desde hace años, colonizan los escalafones con brillo y esplendor.

La cabeza visible de esa expansión de la torería extremeña por lo más alto de los escalafones es, desde hace muchos años, Luis Reina como Director de la Escuela de Tauromaquia.


Una Escuela que forma toreros y hombres de forma tan prolífica, con los medios justitos,que es ejemplo , nítido, claro y cristalino,de cómo se debe trabajar en la enseñanza, la docencia y la pedagogía taurina, para transmitir valores toreros y humanos con un éxito sin precedentes recientes.

En geografía se estudia: Extremadura dos… Pero en la Tauromaquia actual, no.                            

Son más, muchos más: cuatro, cinco y hasta media docena o más.   

                                   

Pasen y  escuchen o lean.


A primeros de año, la portada de este programa y posteriormente de la revista semanal “La Divisa” se la dedicábamos a Miguel Ángel Perera y reproducíamos la magnifica entrevista que le realizó el programa Tendido Cero.

En él se fotografió, con fidelidad, la gran temporada del extremeño. Con picos muy altos en Sevilla y el colofón de la Puerta Grande de Madrid que, así,  sumaba la media docena.


Estos datos, y tirar de memoria reciente de los grandes acontecimientos taurinos del 2019, confieso que me inspiraron la conferencia que impartí a primeros de diciembre en Barcelona, en la Unión Extremeña de Sant Boi.

No fue nada difícil titular : “Extremadura tierra de conquistadores, y en la Tauromaquia del siglo xxi también”.

Y así es. Porque contra datos no valen argumentos.       

                                   

Pero cualquier circunstancia, por pequeña que sea, abre los ojos para que tras los primeros árboles de la temporada de las figuras podamos ver todo el bosque de lo sucedido en 2019 como colofón a 19 años de este nuevo siglo en la progresión, mando y proyección de la torería extremeña.


Al temporadón de Perera (de Castellón a Zaragoza) hay que acompañar -como grandes hitos de esta temporada- el fulgor de creatividad artística de Antonio Ferrara que, varias tardes (no una, ni dos, ni tres) nos ha dejado a todos maravillados de la exultante e insultante torería del pacense, cayéndosenos la baba -sin importarnos agotarla, por tener más- en previsión de nuevas tardes en el 2020 corregidas y aumentadas de improvisada torería, con frescura de actualidad de un torero con 23 temporadas.


Otro de los toreros del año 19 es Emilio de Justo. Prueba de ello es la cotización del cacereño, al que no ha tardado en unirse a su equipo uno de los grandes como Simón Casas.

Un 2019 en el que De Justo, tras apuntar en 2017 y disparar -con su Puerta Grande venteña en otoño de 2018- en este ejercicio consumado del 19, no sólo se encarama como uno de los “toreros de Madrid” sino que ha entrada en plaza como Sevilla Bilbao, Valencia, Albacete y muchas más donde, aún sin hacerlo por la PG o la del Príncipe o la de Vista Alegre (Bilbao) ha dejado los goznes engrasados. Gran temporada la suya.


Como la del jovencísimo Ginés Marín, al que la espada y la cerrazón de algunos presidentes no le ha permitido saldar una temporada de triunfos cuantitativos en salidas en hombros por las principales plazas, pero se ha consolidad como alternativa, joven, de poder en el escalafón.

Tal es así que ha terminado segundo, pisándole los talones a El Juli que ha sido el líder.


Si a todo lo comentado añadimos a Talavante, que no ha estado este año 19, pero que por su categoría de gran figura se le espera, mucho y cuanto antes, casi cerramos el círculo.


Todo ello, a pie.


A caballo, la temporada de Leonardo Hernández tiene dos cumbres para enmarcar : su 10ª PG en Madrid y sus 4 orejas de Pamplona en el corral ajeno propiedad de una gran figura del rejoneo como Hermoso de Mendoza.

Y ,por rizar el rizo, no quiero olvidarme de José Garrido, porque el que lo ha hecho está llamado a repetirlo , y pese a dos temporadas muy irregulares, el que tiene la moneda está en disposición de cambiarla.


Y así podríamos seguir con un ramillete más de los que tuvieron su memento, y esperan, todavía volver a repetirlo.

Y los novilleros que ahora apuntan alto en el escalafón como Manuel Perera y los chavales, becerristas, que causan sensación en los certámenes de sin caballos.


Un relato que no puede dejar de lado a grandiosos subalternos como Javier Ambel, Valdeoro, etc.


Todo este relato corresponde a la temporada 2019. Pero es que echando cuentas, entre todos, en el siglo XXI suman 16 PG en Madrid, más una de Perera de novillero más las 10 del caballero de Badajoz, total 27.

¿Hay quien de más?


Este siglo, lo que llevamos de él, en conjunto, la Tauromaquia habla en “castúo” o “extremeñu”.


Son los Pizarro, Cortés, Valdivia, etc. de esta nueva época de conquistadores de sedas y oros, de espada y muleta.

Mi enhorabuena a Luis Reina, que algo tiene que ver en todo esto; y que no se ofenda nadie.

Es una realidad que en comparativa regional la Tauromaquia contemporánea luce divisa verde, blanca y negra.

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