Legendaria tarde de sangre y vida de un Juli que grita libertad con su toreo en Bogotá

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FOTO JULIAN VELASCO



Legendaria tarde de sangre y vida de un Juli que grita libertad con su toreo en Bogotá


POR ALBERTO LOPERA


Primero fue Manizales. Después La México. Hoy le tocó a Bogotá. Mañana, donde lo pongan… Así es la ley de El Juli. La máxima figura española está empeñado en arrasar allá donde haga el paseíllo en esta temporada tan especial de su vigésimo aniversario de alternativa. Lo de esta noche en La Santamaríatuvo tintes de epopeya. Había cortado una oreja del que rompió plaza, pero formó un alboroto en el quinto, ‘Lancero‘, un gran toro de Juan Bernardo Caicedo, que cuajó de manera impresionante hasta lograr el indulto, después de ser corneado en el glúteo.

Volvió a la cara y logró el perdón, consumado el perdón, fue trasladado a la Clínica Contry, donde fue intervenido. No se quedó atrás en esta noche mágicaLuis Bolívar, que salió a pie por respeto al compañero herido, pero hizo méritos para ello cortando sendas orejas de primero y sobrero de regalo, en una tarde repleta de responsabilidad y que le reafirma como el número uno del toreo en el país cafetero.

Esa locura llegó en el quinto. ‘Lancero‘, de nombre, de trapío y bravura impresionante. Fue un sensacional toro. Lo toreó a la perfección El Juli hasta lograr el indulto. Todo tuvo una enorme carga emotiva, con brindis incluido a Felipe Negret, empresario y presidente de la Corporación Taurina de Bogotá.

Julián se volcó con el astado. Entrega máxima en una faena en la que se abandonó. Fruto de ello, llegó una tremenda voltereta. Feísima cogida toreando sobre la mano derecha. Pese a lo visible de su conmoción, volvió a la cara del toro el de Velilla para torear en redondo con mayor rotundidad si cabe, a pesar de manar de su boca la sangre. Locura colectiva en la plaza hasta que afloró el pañuelo naranja. Julián recibió los máximos trofeos simbólicos y pasó a la enfermería.

En tarde muy agradable, rompió plaza un buen toro de Ernesto Gutiérrez. Tuvo mucha nobleza, aunque le faltó una brizna más de fuerzas. El Juli no escatimó con él y dejó una faena maciza, con argumento, entendiendo y aprovechando la bonancible condición de su oponente. No falló con la espada y sumó la primera oreja.

El Juli escuchó una ovación en el tercero. Parco botín después de jugársela de verdad con un toro bien presentado de Mondoñedo, complicado y falto de clase. Se metió un arrimón con la fe del que empieza el madrileño, pese a ello, para tratar de extraer muletazos de mérito en esas cercanías. También fue complicado para igualar el astado antes de la suerte suprema. Lástima de espada, dos pinchazos y estocada, que dejaron el balance en saludos desde el tercio.

Serio y con trapío, el segundo, también de Ernesto Gutiérrez, fue otro toro con opciones. Lo saludó Luis Bolívar con dos largas cambiadas de rodillas. Comenzó, después, el trasteo en los medios y cuajó ahí varias series en redondo muy meritorias, acompañadas por la música. Fue una faena de temple, especialmente, sobre la mano izquierda. Estocada perfecta y oreja para poner las tablas momentáneas.

En busca de lograr redondear la tarde, Bolívar lo fió todo al sobrero de regalo de Mondoñedo, un toro muy serio y complicado, con el que estuvo muy firme y convencido, responsabilizado de lo que había en juego. Defendió su condición de primer espada colombiano Bolívar con una actitud inmensa, llena de exposición, que calaron en tendido y sirvieron para que paseara el segundo trofeo.

No había tenido fortuna Bolívar en el sexto. Un toro bien presentado, que hizo pelea de bravo en el caballo, derribando. Comenzó el trasteo el colombiano con un cambiado por la espalda en la boca de riego. Luego, logró ligar las series por ambos pitones corriendo la mano, pese a las dificultades del astado, con genio. Estocada desprendida y silencio. Pidió el sobrero de regalo.

Fueron magníficos los lances a la verónica del saludo al cuarto, de Mondoñedo, de Bolívar. Llegó a la muleta con buen son el burel y lo aprovechó el caleño en una faena muy variada, que brindó a su compañero y hoy rival, El Juli. Las series de derechazos, muy jaleadas, encontraron rápida respuesta del tendido. Pinchazo inicial y estocada entera, que necesitó de descabello propiciaron que escuchara un aviso.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Santamaría de Bogotá, Colombia. Última de la feria de la Libertad. Corrida de toros. Casi lleno.

Seis toros de Mondoñedo, Ernesto Gutiérrez y Juan Bernardo Caicedo.

El Juli, oreja, palmas y dos orejas simbólicas tras indulto.

Luis Bolívar, oreja, palmas, palmas y oreja en el de regalo. 

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