La vida le devuelve el sueño a Padilla

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Te lo mereces, Juan José. Te mereces salir a hombros de la ciudad más hermosa del mundo porque los trallazos que la vida y el toro te han pegado los has superado con la medicina de la lucha. Te mereces ser Príncipe hispalense y volver, a estas horas, a tu Jerez con el sueño de tu infancia cumplido. Enhorabuena, torero.

Te mereces esa Puerta porque es el triunfo del hombre, de la capacidad de superación, de la lección más importante a una sociedad que mira y cree que, para ser grande, la suerte tiene que estar de tu mano. Le has demostrado que no, que para ser libre lo único indispensable es querer, querer y querer conseguir esa libertad.

Te lo mereces, Juan José, porque si milagro fue que te vistieses de torero después de Zaragoza, un universo de eternidad para el toreo han sido los cuatro años y medio que desde entonces han pasado hasta conseguir esta gloria. Más allá de conceptos, más allá de cotas artísticas, disfruta de este regalo del cielo. Te lo mereces, y la Fiesta también te merece. Mi respeto, el de la tauromaquia y ojalá y, entre todos, consigamos el de la sociedad.

Se fue en el primero a portagayola Padilla para dejar un recibo de capote de gran verdad, sin aliviarse un instante, de enorme mérito. Lidió enormemente Daniel Duarte, capotazos largos y templadísimos. Faena de total entrega de un Padilla con una enorme disposición y entrega que caló en el público. Por el izquierdo bajó algo la faena, cerrando la misma por manoletinas. Tras la estocada le cortó la oreja ante un toro nada fácil. Tuvo en el cuarto ante sí Padilla un toro con movilidad e inercia pero que nunca humilló. Lo recibió en chiqueros, lo lanceó suavemente a la verónica. En el tercio de muleta se dejó llegar el animal una enormidad, nunca le obligó y con el toro a media altura compactó una faena entonada y solvente. Por el izquierdo el toro embistió siempre por dentro, ciñéndose mucho al torero, de milagro no se lo llevó por delante. Cerró su actuación con una buena estocada y cortó las dos orejas que le abrían la del Príncipe.

Finito tuvo en el primero ante sí un animal con cierta casta pero de muy poca fuerza. El de Fuente Ymbro lo quiso todo por abajo pero no se le podía apretar debido a su justeza de fuerzas. Destacaron una media con sabor, una serie con la diestras y un torerísimo cambio de mano. Conforme avanzó la faena el toro tendió a sosear y quedarse corto. Tras pinchazo y estocada defectuosa fue silenciado. Le faltó mayor continuidad a la faena de Finito ante el noble aunque soso cuarto. Porfió Finito en una faena que nunca llegó a tomar vuelo, muchos muletazos, hubo dos por el derecho suaves y despaciosos, pero no acabaron de calar en el tendido. El de Fuente Ymbro tendía a soltar la cara punteando la muleta. Tras una buena estocada fue silenciado.

No tuvo ni raza ni fondo un toro de Fuente Ymbro en que Fandi anduvo dispuesto en una faena que no tomó vuelo. Disposición del granadino en una faena tesonera. Vibró el público con el toreo de capa y el tercio de banderillas. Silencio. Tuvo ante sí Fandi en el sexto el mejor animal de la tarde, un Fuente Ymbro que galopó en la muleta con buen tranco. Faena entonada de Fandila, destacaron tres grandes naturales, dentro de una faena templada. La estocada baja y defectuosa le fue concedida la oreja.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Decimocuarta de la Feria de Abril. Decimoquinta de abono. Corrida de toros.

Seis toros deFuente Ymbro.

Juan Serrano "Finito de Córdoba”, silencio y silencio.

Juan José Padilla, oreja y dos orejas.

David Fandila "El Fandi”, silencio y oreja.