¡Viva la vida! ¡Viva Cobradiezmos!

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

¡Viva la vida! ¡Viva Cobradiezmos! La vida hoy pidió toro de verdad al ver la casta atesorada en un segundo del que las virtudes de Morenito y él pasaron de largo, un tercero que fue pan del cielo y un cuarto indultado de excelente humillación. Fue éste rebozándose incluso al tropezar. Fue metiéndose en los pulmones albero atomizado por respirar a ras de suelo del corazón humilde que pedía humillación en su tranco. Fue libre al hacer únicamente lo que un criador que hoy no pudo estar en la plaza por rozar las nueve décadas había soñado. Gracias, Victorino. Gracias, "Cobradiezmos ".

Esa vida que no se atreven a matarla unas figuras que se apuntan a los juanpedros y los jandillasdel maíz –olvidando esta Feria los danieles de las caras peligrosas- para obviar, exceptuando a un Ponce que ha matado reiteradamente los cárdenos, al encaste que verdaderamente ha dado la segunda gloria eterna de su historia al Arenal.

El toreo, que es vida, hace lo que manda un pueblo que hoy pidió con su voto la vida. Lo pidió gracias a un Ureña echando el bofe por querer romperse más la cintura. Lo pidió por esa enrabietada sensibilidad de un Escribano que es bruto pero sutil a la hora de torear, sobre todo en esa largura de muletazos acelerados -que sí, podrían haber dado más gloria templada al de Victorino- pero lo hicieron cual palio balconero que supo a "canela y clavo” al Baratillo.

Fue la del primero de la tarde una faena para aficionados la realizada por Manuel Escribano ante un animal de Victorino con exigencia. Animal que tendía a soltar la cara por el izquierdo mientras que por el derecho aun siendo irregular humilló e incluso gateó tras la muleta. Faena firme de un templadísimo Escribano en una actuación madura y asentada. Tras sonar un aviso escuchó leves palmas. Faena enorme de principio a fin de un entonado Escribano fue la del cuarto. Se fue a recibirlo a chiqueros para luego realizarle un faenón de principio a fin ante un animal bravo con clase, ritmo humillación, lo tuvo todo el animal que finalmente fue indultado, éxtasis en la Maestranza.

Con el segundo, tuvo ante sí Morenito un toro de calidad excelsa, un bravo animal que pedía caricia y suavidad en cada muletazo, un toro exigente y con teclas que pedía cruce en cada muletazo. Morenito muy digno en una faena intermitente pero con muletazos de calidad en la que faltó mayor acople con el animal. Molestó mucho el aire en una faena que nunca rompió. Sonó un aviso y escuchó leves palmas. Salió a darlo todo Morenito ante el quinto. Se fue a chiqueros para recibirlo a portagayola. Luego realizó una faena voluntariosa y con buenos pasajes con la zurda ante un toro nada facil. Muy decidido con la mente fresca, pero en esta ocasión el toro no ayudó. Tras una gran estocada fue silenciado.

Ureña se rompió en una faena de suprema calidad con un tercero bravo y enclasado de Victorino, muletazos al ralentí, rompiéndose con muletazos por debajo de la pala del pitón. El de Victorino tuvo un fondo extraordinario, cuanto más le apretabas más se rompía. Obra excelsa de un Ureña que pisó terrenos comprometidos para poder poderle al animal. Tras un estoconazo cortó las dos orejas. Gran ovación para el toro al igual que su hermano anterior. Porfió Ureña con el cierraplaza en una faena de valor y mucha firmeza ante el complicado sexto. Se impuso Ureña a base de bragueta y temple ante un animal que no pasaba, siempre detrás de la mata. Tras pinchazo, media y descabello fue silenciado.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Undécima de la Feria de Abril. Decimosegunda de abono. Corrida de toros.

Seis toros de Victorino Martín. El cuarto, "Cobradiezmos" de nombre, premiado con el indulto.

Manuel Escribano, silencio y dos orejas simbólicas.

Jesús Martínez "Morenito de Aranda”, silencio y silencio.

Paco Ureña, dos orejas y silencio.