La única vuelta al ruedo de la tarde la dio un enfibrado López Simón, que está en racha y no dejó pasar su valor con el mortecino tercero de Jandilla

El tendido pensando en irse a la Feria

|

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO


Una corrida de toros desesperante fue la que vivió, en la tarde de ayer, el coso del Baratillo sevillano con hasta tres hierros saltando a la plaza del Arenal. El primero, devuelto por flojo, fue sustituido por un sobrero que tampoco valió de Albarreal; el cuarto fue de Vegahermosa y el resto de Jandilla, y echaron por tierra el Martes de Farolillos en la capital andaluza. Tarde tediosa, aburrida, de ínfimo interés y nulo espectáculo la que se vivió en La Real Maestranza, con las mentes puestas más en el Ferial que en lo que realmente estaba ocurriendo en el ruedo.


La única vuelta al ruedo de la tarde la dio un enfibrado López Simón, que está en racha y no dejó pasar su valor con el mortecino tercero de Jandilla, un toro que siempre fue a menos y que ya hizo extraños de capote. Morante se fue de vacío, pero además tampoco lo intentó ni en primero ni en cuarto, algo que sí hizo el riojano Diego Urdiales en su vuelta al coso del Baratillo tras años sin pisarlo. Dejó detalles torerísimos frente al quinto para, finalmente, ser ovacionado.


Se caía y perdía las manos el primero de Jandilla tras su encuentro con el jaco, por lo que el presidente no dudó un instante en sacar el pañuelo verde. Salió como sobrero un toro de Albarreal con nobleza pero muy mermado de fuerzas. Tuvo una pelea de clase en el peto, dos varas medidas de Cristóbal Cruz, ovacionado. Inédito Morante ante un animal sin fuerza. Macheteó y tras pinchazo y estocada fue silenciado. Volvió a correr la misma suerte con el cuarto, un toro que no tuvo mala condición pero que duró un suspiro. Morante lo intentó pero el toro muy desrazado tendía a defenderse. Silencio para el de La Puebla.


Diego Urdiales, por su parte, tuvo en el segundo ante sí un informal todo de Jandilla. Le puso gusto en toro lo que hizo, muletazos cargando la suerte, pintureros remates, toreros pases de pecho. Una labor que sin ser rotunda caló en un expectante público maestrante. Tras la buena estocada fue ovacionado. Tuvo carbón el de Jandilla quinto en su condición, un animal con genio al que Urdiales intentó corregir defectos, sin éxito. Soltaba la cara por el derecho y esperaba detrás de la mata por el izquierdo. Toro complicado este de Jandilla con el que Urdiales estuvo digno. Silencio.


Ya en el tercero de la corrida, puso Simón el temple requerido por un animal de Jandilla con nobleza pero justito de raza. Suavidad tuvo la faena del madrileño, mucha verdad -citando de frente- y con suma despaciosidad para encelar al animal. Un arrimón final y una gran estocada dio la vuelta al ruedo tras una petición no mayoritaria. Destacó una vez más Arruga por un par de gran verdad, otro más en la feria. El sexto fue otro animal incierto, un toro de Jandilla que pese a tener movilidad en los primeros tercios demostró su falta de casta en la muleta. Simón tiró de bragueta para intentar imponerse a el con un arrimón final protestado por el público. Tras la estocada fue silenciado.


FICHA DEL FESTEJO


Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Décima de la Feria de Abril. Undécima de abono. Corrida de toros.


Cuatro toros de Jandilla, uno –el cuarto- de Vegahermosa y un sobrero de Albarreal –primero-.


José Antonio "Morante de la Puebla”, silencio y silencio.

Diego Urdiales, ovación y silencio.

Alberto López Simón, vuelta y silencio.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.