Se abrió la temporada en Madrid con un triunfo cantado por todo el público, una extraordinaria novillada de Fuente Ymbro, algo que no es novedad. Ricardo Gallardo, buenas noches.
Buenas noches, Pedro.
No te sorprende el triunfo, ¿no?
Sí, esto es todos los días un nuevo episodio. Si un día salen las cosas te quedas a gusto como ayer, si no sale, te quedas disgustado. Pero es de los días más importantes de la historia de Fuente Ymbro. Que con ese trapío que fuimos que embistan los seis es un gran logro.
Hablando de trapío: Simón Casas habló, y todos estábamos de acuerdo, sobre el novillo de Madrid, que debe ser serio pero la necesidad de racionalizar el novillo e incrustar calidad en los hierros. Dos novilladas de garantías abren temporada. Ese planteamiento, ¿os lo ha planteado a los ganaderos? La necesidad de mandar un novillo fuerte pero racionalizado para que los toreros puedan triunfar.
Esta novillada salió el año pasado en Zaragoza, me metió en la oficina, y me pidió una novillada seria pero bien hecha. Estábamos nosotros liados con la camada y había reseñado unos novillso que eran toros para Nimes, le dije eso, y tiró de cartera, porque hay que hacerlo, y me dijo que esa era para Madrid podía ser importante. Gracias a Dios hemos acertado. El día que a él le comunican que va a ser empresario de Madrid, me lo comunica.
De diferentes sementales, ¿no?
Ayer había tres sementales.
Háblame de los toreros, porque tenemos esperanzas en la terna de ayer, que son el futuro de mañana. Tanto Pablo Aguado, que se doctorará en Sevilla, y luego Valadez, zapato de Oro de Arnedo, que está teniendo una buena proyección, y Carretero, que dejó un sabor de boca en Valencia. Desde tu óptica como ganadero y observador de la tauromaquia, ¿qué impresión viste en la terna?
Tengo que darle importancia a los novilleros de ayer porque esta ra la altura en ina plaza así no es fácil, moviéndose como se movió la novillada. Aquí el que más daño hace es el novillo bueno, porque con el malo puedes justificarte. Aguado podría haber cortado una oreja, al igual que de Valadez, que pinchó. A Carretero le tenían que haber dado la segunda oreja. Tal como fue la tarde y el novillo, tendrían que haberle dado las dos orejas y la vuelta al ruedo al novillo. Valadez estuvo muy bien de capote, les doy mi enhorabuena a los chavales. La espada es lo más difícil cuando son buenos.
Dos citas más en Madrid, ¿no?
Una fija, la otra está revoloteando. La de San Isidro es fija, la otra revoloteando.
Mucha suerte para Sevilla.
El día 23 en Sevilla.
Escribe tu comentario