Rafael Serna: " La confirmación era la última bala y así me lo tomé"

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" La confirmación era la última bala y así me lo tomé"


" Creo que esta oreja me va a servir mínimo para volver a Madrid y salir poquito a poco de este banquillo y pozo"




Entrevista por Alejandro Martín Carabias 

 


El jueves confirmó la alternativa Rafael Serna ante los toros de El Torero, en un cartel de campanillas, de los mejores carteles de la Feria de San Isidro. El balance fue de una oreja de muchísimo peso. Una oreja de ley y una tarde que podía ser de las últimas o la última. Charlamos con el sevillano.


No sé si era de las últimas balas en la recámara.


Sí, la verdad. Yo me lo tomé como la última bala. De hecho, estaba bien,agusto, tranquilo, centrado y disfrutando muchísimo. Pero claro, viendo la tónica de cómo estaba siendo la corrida veía muchas dificultades de triunfo. Y recuerdo que me decía para mis adentros: “qué pena que, con lo bien que estoy, tiene pinta que va a ser la última”. Pero mira, afortunadamente no va a ser la última y va a ser la primera de muchas.


Habrá tenido repercusión para torear.


En el momento, cuando corté la oreja, no pensaba que había tenido tanta repercusión. Pero el reconocimiento y cariño que estoy teniendo de los aficionados y compañeros es impresionante, creo que me va a servir para mínimo volver a Madrid. Y poquito a poco salir de este banquillo y pozo.


¿ Hasta qué punto puede afectar, sobre todo, mentalmente estar tanto tiempo parado?


Es muy difícil aguantar esa situación, porque además uno tiene que ser consciente y sincero con uno mismo. En el banquillo estamos los que nos lo merecemos. Y esa es la realidad que hay en el toreo. Entonces, a pesar de que curte mucho, es muy duro caer en el olvido y en el ostracismo de la profesión.


¿ Cómo fue entre toro y toro la tarde?


En el primero estuve muy agusto. Intenté estar muy concentrado con él y no me pudiera impactar la tarde, porque llegar a Madrid a plaza llena después de 20 meses sin torear... La sensación que tenía es que me faltaba toro por todos lados. Tenía que andar muy medido con él y  me faltó mucho toro, en general también, me faltó toro porque venía en un momento muy bueno para torear bien. Durante la tarde disfruté mucho porque participé en todos los quites, estuve pendiente de todas las lidias, intenté cortar a mis compañeros en las banderillas. Estuve como si estuviera matando los seis. Y en el ultimo lo di todo y veía que había posibilidades, pero luego vimos que el toro no tenía condiciones, pero ahí hubo una conexión muy bonita entre el aficionado que me llevó prácticamente en volandas y afortunadamente pude cortar esa oreja que me sabe a gloria.


Y más viendo que el primero se acabó pronto, no sé si eso le afecta mentalmente porque conseguir dos orejas en un toro en Madrid es muy difícil.


No, estaba pensando en cada toro, lance y momento de la lidia. Tenía que estar concentrado, solo estábamos el toro y yo para hacerlo mejor posible,  cuando me tocaba cortar el toro del maestro Urdiales, y como he comentado, estar cerquita para hacer quite lo más digno posible y limpio. Estaba muy metido, pero el único momento que tuve alguna duda fue cuando Andrés estaba dando la vuelta al ruedo y tenía la duda de irme a la puerta chiqueros, fu el momento un poco de desconexión.


Salió muy duro…


Hubo un momento entre las tandas que me decía: "a la siguiente me coge", pero afortunadamente no me llegó a coger, porque estaba concentrado en estar bien colocado con el toro y darle el pecho. Yo sabía que el toro tenía muy pocas condiciones, pero mi intención era tratarlo con verdad, honestidad y ponerme como si fuera bueno. Y eso lo captó el público y sin salirme de mi concentración. Porque veía muchas dificultades con él y poca posibilidad de triunfo, pero quería seguir concentrado en hacerlo bien, puro y tratarlo con verdad.


Y sabiendo que es muy difícil que salga limpio por la condición del animal.


Claro, porque no me dejaba expresarme y torear como me gusta o siento. Pero siempre intentaba estar lo más firme con él y la gente viese la disposición. También, note mucha predisposición por parte de la gente y eso me ayudó mucho.


Luego la espada no falló.


Es clave y los dos toros quise matarlos bien, por derecho sobre todo. A lo mejor en el segundo la colocación no fue la mejor, pero la ejecución sí. Yo me tiré encima con toda la verdad del mundo y fue un poco el reflejo de toda mi tarde: máxima disposición y verdad.


La última, a modo de anécdota, no encontraba el destinatario del brindis que sí  le diste en el sexto.



Bueno, me dijeron que estaba en el tendido uno y estaba en el dos…Entonces, no lo veía y mucha gente decía aquí, aquí para que le brindase. Entonces, pensé en brindarlo al público, incluso cayó un poco en gracia. Y luego ya se lo brindé a una persona que me ha ayudado tanto y siempre. Como le dije en el brindis: “ había 24.000 personas el jueves, pero cuando no había nadie, él sí estaba”. Y ellos de verdad se alegran de corazón.

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