EDITORIAL DEL PROGRAMA LA DIVISA DEL LUNES 3 FEBRERO 2025
PEDRO J. CÁCERES
México 5F: Vuelve su esplendor para despedir a Enroque Ponce
La Plaza de Toros Monumental de México, ubicada en la Ciudad de México, es un espacio emblemático, no solo por su historia taurina, sino también por su relevancia cultural y social en el país.
El cinco de febrero tiene un significado particular, ya que corresponde a una fecha histórica que podría estar asociada con eventos importantes en la historia de México, como la promulgación de la Constitución Política de 1917, que fue un hito en la lucha por los derechos sociales y políticos en el país.
La Plaza de Toros Monumental de México fue inaugurada un 5 de febrero de 1946. Desde entonces, ha sido el centro de la actividad taurina en el país. Por lo tanto la efemérides nacional coincide con el nacimiento del coso más grande del mundo.
La historia taurina en la Plaza de Toros Monumental de México es rica y llena de tradición. Y hay eventos específicos que hicieron del cinco de febrero un hito en el panorama taurino internacional.
La Plaza de Toros Monumental ha sido escenario de muchas corridas y celebraciones relacionadas con la tauromaquia a lo largo de los años. Por no remontarnos muy atrás, como la época que comandaba Manolete entre los consentidos de la afición mexicana dentro los toreros españoles.
El cinco de febrero, al ser la fecha de inauguración, puede considerarse un día simbólico para la tradición taurina en México. Este día puede estar marcado por celebraciones y corridas especiales en honor a la historia de la plaza.
Recientemente el hilo del toreo, como escribiera Pepe Alameda, en cuanto a toreros españoles ídolos de la afición mexicana lo acapararon Paco Camino, Niño de la Capea y Enroque Ponce.
También ha habido devoción por toreros como Joselito y “El Juli”. Sin olvidar el arraigo de gran parte de la afición azteca con José Tomás.
Es esta, última terna la que dos a dos, dos españoles (siempre Ponce, uno de ellos), dos mexicanos, protagonizaron los años más brillantes del 5F, muchos de los cuales, prácticamente todos, he sido testigo. Todo en la década de 1995-2005.
Quizá, hasta 2010. Luego las vicisitudes taurinas y el convulso discurrir en lo social y político del México taurino, fue haciendo decaer, como lluvia fina, el esplendor de aquellos añorados 5F, donde en corridas de 8 toros competían los consentidos españoles con la flor y nata del momento del toreo mexicano: Cavazos, Armillita, Zotoluco, etc.
Enrique Ponce estuvo tentado en 2024 de despedirse del toreo activo en su plaza de Valencia, pero no podía despedirse sin rendir homenaje a toda la América que lo ha adorado. Y ha elegido la Monumental México y un 5F. Por lo que está edición, dentro de sus limitaciones, la fecha emblemática del Estado y su plaza emblema vuelve a refulgir, a cobrar su esplendor. O, al menos, el deseo que así sea.
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