Enrique Ponce: " La despedida de Valencia fue apoteósica, nunca había vivido una cosa así"

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" La despedida de Valencia fue apoteósica, nunca había vivido una cosa así"


" Vamos a hacer unas siete/ ocho corridas en América y ya la definitiva- aunque no es oficial, porque no está cerrado-  el 5 de febrero en la Plaza México" 


" En un principio, no pensaba hacer nada por América, pero hemos tenido conversaciones con Lima, Manizales,  La México, Aguascalientes, Guadalajara... por compromiso de hacer una despedida donde tanto cariño me han dado"


" Fue una apoteosis, me esperaba ese recibimiento y la  exigencia en Las Ventas. Madrid es una afición que más sabe estar a la altura de los acontecimientos y tiene memoria, aunque no lo parezca, tiene una gran gran sensibilidad"


" Nimes fue muy importante, fue muy emotiva. Me llenó mucho porque era la primera después de cuatro años sin vestirme de luces y con las dudas que te genera" 


Entrevista por Pedro Javier Cáceres 



Como saben todos ustedes, un figurón de época se ha despedido del toreo en Europa porque todavía, como hablamos la última vez, anduvimos especulando de hacer una despedida en América. Evidentemente estamos hablando de Enrique Ponce, que ha cuajado una temporada realmente sensacional.



Maestro buenas noches.


Buenas noches, Pedro.


Bueno, jubilado a medias.


Nunca se jubila uno no, pero la última en Valencia fue algo increíble.

Fueron unas sensaciones indescriptibles, no se puede decir con palabras lo que se vivió en esa tarde.

Pero bueno, ahorita nos quedan unas cositas en América. Y en principio, no pensaba hacer nada, pero hemos tenido muchas conversaciones con los empresarios de plazas muy importantes como Lima, Manizales, La México, Aguascalientes, Guadalajara…

…Nos hemos visto con el compromiso de hacer una despedida en estas plazas donde tanto cariño me ha dado tantas veces. Por lo tanto, tampoco podíamos rechazarlas y hacerles un feo también a esa afición que tanto me ha querido durante toda la vida.

Entonces, vamos a hacer unas siete/ocho corridas en este tipo de plazas y la definitiva, aunque no es oficial porque no está cerrado, tenemos la intención que fuera el 5 de febrero en la Plaza México. Sería lo suyo.


La última vez que hablamos fue de ese Bilbao que se te entregó en cuerpo y alma. Pero, Madrid fue inenarrable y emocionante. No sé si te esperabas que el público de Madrid, que siempre ha sido tremendamente exigente contigo, aunque en la última época ya te catalogaba de maestro… fue la apoteosis.


Absolutamente, y , sí, me esperaba ese recibimiento y la gente que estuviera exigente conmigo, pero cariñosa, como fue. Y me esperaba una despedida acorde… de Madrid al cielo.

 Es una de las aficiones que más sabe estar a la altura de los acontecimientos. Siempre tiene memoria, aunque no lo parezca tiene una gran sensibilidad.

Yo he triunfado muchas veces en Madrid y si me hablan de plazas importantes en mi vida, Madrid es una de ellas, sin ninguna duda. Desde novillero que fui a Madrid en aquellas dos novilladas… Y tu te acordarás.


¡Que sí me acuerdo!

Siempre encajé y entré como un torero de la afición de Madrid. Lógicamente, con el tiempo, se me exigió como figura que era y como exigen a todas las figuras.

Eso es así. Madrid no perdona y exige. Ha habido muchísimas tardes en Madrid donde he tenido esa exigencia tan grande y luego la gente se ha entregado muchas tardes, como con el toro Lironcito, los toros de Sepúlveda, Samuel Flores, una de Atanasio…

 Son tardes de puertas grandes que, al final, no fueron por la espada. Si hacemos un recuento de todo, me he sentido reconocido en Madrid y ha sido una de mis plazas.

 Pero lo del día 28 superó todas las expectativas, la verdad. Esa salida en hombros fue increíble., la más apoteósica, la de más entrega.


No se olvida.


No se puede olvidar, porque llegar a Madrid tu último día y cortarle las orejas a tu último toro de tu vida en Madrid…

No se puede pedir más y luego todos los toreros que había en la plaza, que se tiraron al ruedo, me sacaron en hombros y realmente es algo que no se puede explicar con palabras.

La emoción que uno puede sentir en esos momentos.


Ahí ha quedado la última tarde en Madrid. Confirmas a otro valenciano como Samuel Navalón, que dijo ¿aquí estoy yo! Y que puede ser.


Creo que estuvo muy bien, se entregó desde el principio. No era nada fácil por todo lo que estaba ocurriendo y lo que ocurrió. Además, con la poca experiencia que tiene porque hace dos años estaba sin caballos. Estuvo a un nivel muy alto. La verdad, me sorprendió y lo vi con una gran capacidad con dos pedazos de toros, parecía que llevaba diez años de alternativa. Me sorprendió mucho y me gustó mucho.


Respecto a Valencia, ¿ te han llevado alguna vez a hombros hasta el hotel?


De novillero una vez, porque me quedé en un hotel cercano. Pero lo del otro día fue apoteósico. Y puesto que hemos hablado de Madrid ,no sé si decirte que lo superó.

Yo no había vivido una cosa así nunca. Mira, lo más parecido fue en México, que no me llevaban al hotel, pero sí me llevaron varios kilómetros por las calles.


Yo lo he vivido.


. Tú lo has vivido y tú lo has visto.

Eso es lo más parecido a una apoteosis de ese tipo pero lo del otro día en Valencia se me pone el vello de punta ahora mismo.

Solo de pensarlo y de compararlo.


No fue fácil por la climatología también.


Muy complicada por el huracán que hacía, es imposible poder manejar el capote y la muleta, donde hubo que superar los problemas que los toros planteaban y con el viento… pero luego salvamos. La disfruté mucho desde el principio.

No me importó el viento y me superé. Lo acepté y dije: esto es lo que hay. Hay que acoplarse a esto y no me quejé. Estuve disfrutando toda la tarde en todo momento y realmente fue de una emotividad tremenda. Cuando le pego la estocada al último toro, que no sé todavía cómo no cayó porque estaba en todo lo alto, muy parecida a la de Madrid. Me veía con el rabo en la mano. La verdad, no recuerdo nada parecido.


Algo barruntabas, en vez de hospedarte en Las Arenas te fuiste al Vincci. Porque si no revientas a más de uno...


Quise vestirme ahí por estar más cerquita de la plaza. Barruntaba las cosas, claro que sí, por poder vivir ese ambiente. La salida del hotel a la plaza estaba llena de gente, a lo mejor en los años 40 podía ocurrir, pero no es de esta época.

Hemos hablado de Valencia, Madrid, Está, Bilbao, otra plaza conquistada. Yo pude vivir el emocionante festejo de Murcia, que fue apasionante porque fue de menos a más.. Y luego, otra gran despedida, la que te brindó Zaragoza.


Zaragoza fue muy emotiva porque la última fue cuando el percance de Mariano de la Viña, siendo la peor de mi vida. En Zaragoza se han entregado siempre conmigo y en los últimos años ha habido grandes faenas y también hemos podido refrendar esa trayectoria con la faena de mi último toro en Zaragoza también que le corté las dos orejas. No hay palabras para explicar todo lo que hemos vivido.


¿Cuál ha sido la faena que más te ha llenado, obviando Valencia y Madrid?


Aunque no salí en hombros porque no hubo suerte con los toros fue en Nimes. Era la primera después de cuatro años sin vestirme de luces y con las dudas que te genera. A ver cómo me voy a encontrar… Una cosa es el campo y otra vestirse de luces y con una corrida de toros fuerte…tenía también mi discursito ahí en la barriga. Y me encontré fenomenal, como si no hubiera dejado de torear. Las sensaciones que tuve con dos toros que no fueron fáciles. La gente también estuvo a una altura increíble, el recibimiento fue muy emotivo y la despedida de la gente en cómo se entregó ese día.


El inicio de una despedida para enmarcar.


Me dio mucha moral, estaba como siempre. Y luego hay una faena para mí, que es la mejor de la temporada y posiblemente de las mejores de mi vida, también, en Istres, con un toro de Juan Pedro. Es de las que dices que has rozado la perfección en muchos momentos.

 Y después te podría decir prácticamente todas… aunque ha habido sitios donde no he tenido suerte como Burgos y Huesca. Lo que es la despedida, la entrega y el cariño ha sido en todas. No ha habido ninguna plaza donde no he estado bien o a la altura. También, recuerdo una tarde muy bonita en Algeciras con un toro de Fermín Bohórquez, que le toreé despacito y templado. Muy para mí. También, ha habido faenas muy bonitas como en Granada con un toro de Domingo Hernández.


Al final ahí están las estadísticas: Los miles de toros, diez años consecutivos pasando de las 100 corridas de toros, los indultos, las alternativas, confirmaciones… Has toreado con todos y de todo y en todas las plazas. No sé si se puede pedir más.


Yo creo que no mucho más. Y aunque ya te has referido tú, no me quiero olvidar de Bilbao, tuvo una carga emotiva. Yo diría de las que más, incluso. El otro día hablando con Mariano de la Viña también me lo dijo. Por ejemplo, me abrazó como un chiquillo llorando y me dijo que esto es muy grande, maestro… Para los que también hemos vivido toda mi trayectoria e historia en Bilbao fue muy emotiva.


Ahora Lima, Manizales, Aguascalientes, Guadalajara…


Y la México, aunque no está cerrado, tenemos la intención todos. Esa sería la última y lo estamos cerrando.


    En Lima, ¿cuántos escapularios tienes?


         Seis, seis escapularios.


        ¡Bendito sea Dios! Pues hay que ir a por el 7.º.


        Pues sí, a eso vamos, no vamos a pasearnos.


Muy bien, maestro. Pues muchísimas gracias por estos minutos que nos has dedicado a la divisa y evidentemente vamos a seguir la campaña americana hasta ese 5 de febrero, que, ojalá, yo estoy seguro que sí, que se va a cerrar. Y hombre, que bonita ocasión para volver a México.


Sí, sí, eso digo. Hay que ir todos, todos para allá, a México. Porque, además, los que habéis vivido mi historia allí, eh, pues no podéis faltar. Y sabéis que es algo especial.


Pues sin duda alguna preparamos las maletas para el fin de fiesta total y a partir del 6 de febrero, pues, jubileta total. Ya, ya has mirado. ¿cuánto te queda de pensión?


No, no lo he mirado, pero lo miraré porque me quedará un piquito con el pastón que yo he cotizado.


Muy bien, Enrique. Gracias. Buenas noches, maestro. Y muchísimas felicidades.


Un abrazo muy grande a toda la afición. Las palabras se quedan cortas para poder agradecer tanto cariño, tanto respeto y admiración en esta, en esta despedida y en tantos y tantos años que llevamos toreando por el mundo. Muchísimas gracias de verdad A todos, a todos y a cada uno de los que han estado siempre ahí. A todos los que han disfrutado con mi toreo. Y decirles que hasta siempre.


Pues muchísimas gracias por estos minutitos, pero, sobre todo, por durante tantos, tantos años haberme brindado tu amistad y tu cariño desde la admiración que sabes que desde desde becerrista te hemos tenido.

Es verdad Pedro, tú has sido de los que ha estado ahí siempre y que me has conocido desde niño y que has disfrutado de mis triunfos. Eso es verdad.


Mi dinero me ha costado viajando también. Bueno, gracias, Enrique. Buenas noches. Muchas gracias.


Pedro. Un abrazo muy fuerte. Un abrazo. Gracias.




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