La "new yihad" de Las Ventas pierde la guerra a costa de la sangre de Roca Rey

EDITORIAL DEL PROGRAMA LA DIVISA DEL LUNES 7 DE OCTUBRE 2024

POR PEDRO J. CÁCERES

La "new yihad" de Las Ventas pierde la guerra a costa de la sangre de Roca Rey

El incívico, grosero y maleducado comportamiento de un sector del público de Las Ventas, que, por cierto, la van a convertir en una plaza de carros, desató, en la última de Otoño, la guerra con el resto de la plaza.

Ya no es solamente el 7, que tiene algunos integrantes viejos, antiguos, veteranos, en fase menguante si no, también, el vivero peligroso que está creciendo entre chavales jóvenes de las gradas y andanadas del tendido 5 hasta el 7.

Las Ventas siempre fue una plaza exigente, desde Montes, el ingeniero del 9, la andanada del 8, y posteriormente el 7, con Chacón, el “ensabanao”, el Rosco etc.

Todo fue degenerando, con el paso de los tiempos, de la exigencia a la intransigencia, hasta la violencia verbal, faltona, irrespetuosa, mendaz, de estos tiempos.

Perdieron la batalla contra Rufo, al que tal animadversión le augura proyecto de figura del toreo, y ganaron el segundo asalto a un acomplejado Adrián, al que no le perdonan sus 3PG, legítimas, de los dos últimos ejercicios. Más condescendientes estuvieron con Borja Jiménez.

Y llegaba la batalla final, la madre de todas las batallas, era ganar la guerra de la sinrazón y la poca vergüenza, la de someter a toreros y resto de público a su yugo.

El objetivo era Roca Rey, cuyo pecado es acabar el papel todas las tardes como corresponde a la máxima figura del toreo que, en condición de tal, decidió dar lustre a esta feria compareciendo, no como otros, sin ninguna necesidad, a final de temporada y delante de una señora corrida de toros, últimamente fuera del catálogo de las figuras, un gesto de agradecer antes que reprobar preconcebidamente.

La desmedida entrega del peruano, ante tanta protesta fake, y desagradable, para todo el mundo, llevó a una terrorífica cogida que heló el corazón de todo el mundo, menos el de ellos, de condición “malas personas”.

 El resto de la plaza dijo basta. Les abroncó, se desató la guerra entre público y tuvieron que digerir el precio de la derrota con la oreja cortada por RR a costa de su vida. Esto sí es el toreo, y no lo que pretende esta “new yihad” de cartón piedra y fake.

Un sector fallido, violento, bronquista, que descubre sus vergüenzas en su ignorancia con la fake de la colocación, rebatida por numerosos toreros, muchos de ellos ídolos de tales individuos, como Antoñete, Rincón o José M. Manzanares, padre, que lo explica, perfectamente, en un vídeo de “Tendido Cero”. Sobran explicaciones porque es de sentido común.

Si esto fuera futbol ya estaría el organismo competente abriendo expediente y proponiendo el cierre del sector, y el “Club” expulsarles del abono a perpetuidad. Todo, simplemente por higiene.