Borja Jiménez: " Era otro puerto de montaña grande y había que tener un triunfo fuerte en Pamplona para nos respeten en los despachos"

" Era otro puerto de montaña grande y había que tener un triunfo fuerte en Pamplona para nos respeten en los despachos"

" Hoy me ha vuelto a visitar por la mañana temprano y si todo está bien, me llevarán en ambulancia para Sevilla y seguiré la recuperación en Sevilla"

Entrevista por Pedro Javier Cáceres

Estamos al habla con Borja Jiménez, que es hasta el momento el triunfador de la Feria de San Fermín cortando dos orejas en una tarde que fue dura, pero al mismo tiempo fue de esas tardes, que es lo que tiene el toreo, que sales por una puerta o por otra. Las dos significan lo mismo. En el caso son tardes de triunfo.

¿Cómo te encuentras en estos momentos?

Voy mejorando poco a poco. Tengo muchos calambres en la pierna, al haberme partido cuádriceps, porque el pitón atraviesa el muslo de un lado a otro. Voy poquito a poco mejorando.

La verdad, es escalofriante lo que se ha publicado. Escuchar la conversación que tuviste con tu apoderado, con Julián, antes de irte a por la espada… sabiendo que te podía coger, pero tenías que cortar las dos orejas por lo civil o por lo criminal.

Sí, porque al final son toros que cuajas en plazas importantes, plazas de primera como Pamplona. Cuando coges la espada tiene que ser lo que Dios quiera. Hay veces que sale cara y otras veces que no. Cuando fui a recoger la espada, lo primero que hice fue decirle a la cuadrilla que estuvieran pendientes, porque me va a coger el toro, porque tenía muy claro que me iba a tirar encima. Además, como está costando después de tantos triunfos de Sevilla, Valencia, Castellón, Madrid y en cada sitio saliendo a hombros… Y nos está costando tanto trabajo entrar en las ferias y dejando fuera muchos sitios. Sabía que tenía que dar un golpe muy fuerte para que contaran con nosotros. Sabía que a ese toro le tenía que cortar dos orejas. Cuando entré la primera vez, entré muy derecho, pero pinché. Y la segunda vez estaba el toro mal colocado, porque tenía el culo hacia fuera, ya estaba rajado y apretaba para dentro. Sabía que me podía coger, pero tiré para adelante porque sabía que era la única manera de arrancarle las dos orejas.

Con gente que no ha dado ni un palo al agua, con todos mis respetos para tus compañeros que están en esos carteles. Pero vamos, aquí está pasando algo muy raro que, desde mi edad que ya la tengo, no reconozco esto…

Son situaciones que pasan, pero así está un poquito ahora, pero bueno, no pasa nada. Lo que hay que hacer es seguir dando motivos para que no quede más remedio contar con nosotros en la mayoría de los sitios. Sí es verdad que a veces atropella un poco la razón en el sentido, por ejemplo, lo que pasó el otro día en Pamplona. Pero hay un momento muy clave en los toreros y hay que lanzar la moneda al aire y que sea lo que Dios quiera. Y ahí es cuando de verdad empiezan a respetar y empiezan a contar contigo.

Ahora venía Bayona y Manzanares…

Va a ser imposible llegar por más que quiera. Es imposible. La próxima que tengo es el viernes 19 que mato seis toros de Victorino en La Línea. Y fue una apuesta personal mía y se lo dijimos al el empresario Curro Duarte. Es una plaza nueva, que tiene 5000 espectadores y es una plaza muy bonita. Era un sitio bueno para hacerlo y voy a hacer todo lo posible para llegar, porque es una apuesta mía personal, aunque es una apuesta muy fuerte y ahora más fuerte aún por el percance.

Tenías claro en Pamplona que hay dos puertas de triunfo según las circunstancias: la puerta grande o enfermería.

Esta tarde era muy clave en mi carrera, tenía que ratificar todo lo que estaba pasando en plazas de primera, era otro puerto de montaña grande y con un triunfo fuerte en Pamplona para nos respeten en los despachos. Y Dios quiera que así sea. Al final, los esfuerzos de este tipo, tienen que ser recompensados, no solo por mí, sino por todos los toreros que lo hacen.

No sé si el maestro Espartaco estaba en Pamplona esa tarde.

Sí, estaba ese día en Pamplona, lo único es que no vino al callejón como suele venir, porque estaba su hijo Juan, que ahora mismo está aquí conmigo, que ha venido a visitarme. Tenía muchas ganas de ir al tendido y pasar la corrida con su padre. Y estuvieron allí viendo la corrida desde el tendido.

Supongo que te habrá dicho, con la experiencia que atesora el maestro, que esto son medallas, nunca te arrepientas de cómo entraste a matar.

Totalmente. Así me lo ha transmitido. Al igual que el maestro Espartaco y otros toreros que han sido figuras del toreo, que he estado hablando estos días con ellos. Me dijo: “siéntete orgulloso de lo que has hecho, para llegar a ser figura del toreo hay momentos que hay que hacer eso y aunque sea muy duro hacerlo, merece la pena la recompensa que tiene en estos días”.

Habrás sentido el calor de todos tus compañeros y de la afición.

Sí, muchísimos compañeros me han estado llamando y me ha hecho mucha ilusión que el maestro Sebastián Castella haya estado toda la mañana conmigo en el hospital y tenía que torear por la tarde en Pamplona. Y hemos tenido una conversación de toreros muy bonita, yo tengo muy buena amistad con él porque de novillero entrenaba con él en su casa. Estuvimos cuatro o cinco años entrenando juntos y me abrió la puerta de su casa, cuando apenas estaba toreando de novillero. Y esos gestos de torero los engrandecen a los toreros. Y más teniendo que torear por la tarde en Pamplona, preocuparse y venir al hospital… que no es fácil ir a un hospital antes de torear porque no es muy agradable. Me ha hecho sentir orgulloso de que toreros de la categoría como el maestro Sebastián se preocupen por mí de esa manera.

Como decíamos ayer, con dos orejas en la mano de José Luis Barrero, pero que son tuyas y por la puerta del encierro de Pamplona. Que tengas una pronta recuperación y el doctor Ángel Hidalgo le de el alta hospitalaria pronto.

Muchas gracias. Yo le tengo que agradecer mucho al doctor por lo bien que se ha portado. Ha venido a visitarme todos los días que estaba en el hospital, dándome mucha tranquilidad y ánimo de que todo va a salir bien. Y hoy me ha vuelto a visitar por la mañana temprano y si todo está bien, me llevarán en ambulancia para Sevilla y seguiré la recuperación en Sevilla.