OBJETIVO CUMPLIDO: LA SEMANA GRANDE PESE A LOS ERRORES RESPONDIÓ A SU FILOSOFÍA DE RENOVACIÓN, NOVEDADES Y JÓVENES EMERGENTES.

BILBAO "SIN TORO NO HAY PARAÍSO

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Bilbao: Sin toro no hay paraíso



Bilbao ha echado una feria, más que rara, enrarecida. Algo que viene larvándose desde hace un par de años con la visita contaminante del “7” venteño y los cambios en el emblemático Club Cocherito por el que medran algunos pretendiendo el asalto a la Junta para figurineo personal que para su “campañita” -boca a boca y RR.SS.- han tomado como rehenes: a) la insuficiente asistencia b) el pobre juego de los toros, en general, y c) el manejo de los imprevistos como las sustituciones.


Sobre los aforos registrados. Es algo crónico – no sólo en Bilbao- y paulatinamente degradante que tiene complicada solución. Esta pasa por el abaratamiento drástico de las entradas y darle una solución a la solanera y los altos de la galería. Para ello se necesita la reducción de los costos del espectáculo cuya partida más pesada es la de los honorarios de las figuras. Cuestión que la Junta ha empezado a valorar y de ahí el cambio de filosofía de este año en una doble apuesta: dar “cancha” a los jóvenes emergentes –novedades como aliciente- y, de paso, abaratar presupuestos que permitan en un futuro adecuar los precios a la deprimida economía social, hoy.


Las deficientes entradas registradas con el discurrir de una feria en estado plano, tedioso y aburrido, ha supuesto a los “oportunistas” cambiar cínicamente el criterio de una gran feria y novedosa que manejaban en las vísperas para asirse al nostálgico clavo ardiendo de las grandes “semanas grandes” preñadas de figuras con dobletes y hasta tripletes.

Ese mantra, como falacia, tiene las patas muy cortas. Tan sólo repasar los aforos registrados el martes y el miércoles con Ponce, Juli, Morante.. más Urdiales, L. Simón y el anunciado Roca Rey. O el sábado con Perera y Castella.



¿Lo hubieran arreglado las presencias de Manzanares y Talavante? La respuesta es no; además de subir el ya muy ajustado presupuesto. Y más allá: ¿A quien habrían quitado de la cartelería no sólo de toreros sino de hierros? porque ya se sabe que las figuras tienen el elenco de ganaderías de cabecera muy escasito.


Y aquí conviene hacer una reflexión sin apasionamiento ni intereses bastardos : esta feria ha respondido a su espíritu de renovación y sobre todo de apuesta por los jóvenes.


Con sus muchas sombras, que las ha habido, como abusar de los mano a mano (el de la de Victorino ya chirriaba de principio) y “el cuplé” de la sustitución de Roca Rey, la Semana Grande 2016 lanza a competir a la “champions” a un hijo adoptivo como Garrido, coloca en el escaparate a Ginés Marín, da oxígeno a Joselito Adame, ratifica en el ámbito del clasicismo a otro hijo, no menos adoptivo, como Urdiales y un hijo predilecto como Fandiño vuelve a ilusionar como David Mora corroborar su dimensión. En momentos delicados de sus carreras, obviados por muchas empresas, Bilbao 16 les rescata, les devuelve al circuito, al menos del run, run.

Pero además ha puesto en el muestrario, sin torear, a un desconocido Javier Jiménez y ha hecho, igualmente sin torear, de Roca Rey un torero imprescindible de futuro por lo que se ha acusado su ausencia.


En fin lo de la botella medio llena o vacía y que todo no es verdad ni mentira sino el color del cristal con que se mira.

Pero por encima de malas administraciones de toreros y tiempos que se estime y discutamos también ha habido una mala gestión en el palco. A la contra de una feria y unos espectadores que necesitaban ayuda (nunca me referiré a beneficiar a un torero, siempre pienso en el pagano), bien rechazando las orejas que pedían e incluso negándoles (al espectador) la satisfacción de pedir segunda orejas mediante los pañuelazos a pares de D, Matías, amén de pequeños detalles en momentos puntuales como la música o los avisos con toros doblando manos que tampoco han favorecido un ambiente cada vez más hostil.


Pero, repito, por encima de todo ello, Bilbao es el toro, y cuando falla Garcigrande y Victorino; Fuente Ymbro (menos un sobrero), 5 toros de Alcurrucén y otros tanto de Torrestrella…y hay que escrutar para premio dos toros de El Puerto, el de Alcurrucén y el de Jandilla que con dos toros -como El Puerto- son los solitarios encierros menos incompletos en “7 corridas de toros 7”.


Luego, lo demás, gota a gota, con razón o sin ella, se convierte en un infierno ya que el maximalismo y los intereses creados del “toro” y alrededores no admiten purgatorios.

La letra pequeña que hubiera pasado desapercibida con toros embistiendo y toreros triunfando para llevarse “los titulares” y el “boca a boca” se ha hecho grande porque falló la base.


En Bilbao “sin toro no hay paraíso”….



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