​Madrid y los toreros machos: Román, Valadez….

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EDITORIAL DEL PROGRAMA LA DIVISA DEL LUNES 13 DE MAYO

PEDRO J. CÁCERES


Madrid y los toreros machos: Román, Valadez….


Tan solo llevamos 3 festejos de este San Isidro y ya ha salido el toro de Madrid, por fuera y por dentro. Y ante ellos, los toreros machos.


De estos, destaca la importantísima actuación del valenciano Román en la 2ª del abono, con un corridón de Fuente Ymbro que exigió una barbaridad. Era el 2º de una de esas tardes “tapadas”, una de col entre los carteles “lechuga” de las grandes figuras, de las que se presume de más de 15 llenos..


De torero macho, Román, ya estaba testado en esta plaza donde ha dejado regueros de sangre en pos de ser alguien en esto del toro. En su 10º aniversario de alternativa ya dio la dimensión en madurez cuando acometió el reto de encerrarse en Valencia con 6 toros. La tarde no fue nada fácil y superó la prueba con notable para asaltar Madrid, por San Isidro,en una única ocasión, y al principio del serial, resolviendo de “9”. Tan sólo le faltó para el “10” que el toro, bravo, no demorase su muerte para asegurarse la PG. La oreja fue de las de peso, y quedaba otro.


El 5º salió avieso, encastado, todo, pero para toreros machos, y ahí estuvo otra vez Román para completar una tarde que los aficionados no olvidaran. La muerte lenta del animal redujo todo a una vuelta al ruedo de las de clamor. Y el lamento que, salvo circunstancias, no le volvamos a ver, aunque unos las firmas y otros las torean y el ciclo es largo.


No fue solamente valor y entrega, hubo, en su competa actuación, además de corazón, cabeza y tauromaquia. Técnica, colocación, sentido de las distancias, dominio de mano baja, muletazos templados, por ambas manos, ligazón, mesura en las tandas y en los tiempos, y adornos de epílogo que pusieron a Madrid en pie. Y tirarse a matar, muriendo, sin evocar viejos fantasmas del pasado reciente.


Esa tarde el ejemplo de Román, lo suscribió, a pies juntillas, con otro toraco, bravo y exigente, el mexicano Leo Valadez, con mucho corazón y la cabeza asumiendo el riesgo que se estaba jugando la vida. Así fue prendido feamente, una, y dos veces, la última al entregarse en la suerte de matar. Su lesión de clavícula nos privó de verle redondear la tarde a otro torero macho; como mexicano, puritito macho.


Y no me quiero olvidar de Francisco de Manuel, ayer domingo, donde tuvo que pechar con una descastada corrida de Baltasar Ibán con el público volcado a favor del toro, en todos, sin sentido, y el garbanzo blanco, muy blanco, de ese “Bastonito”, un gran toro. Por si fuera poco, cambió el tercio de varas con dos puyazos, como es habitual, después de lucir al toro, bravo, en dicha suerte. Madrid, ese Madrid que quiere convertir la corrida de toros en un tentadero, no se lo perdonó. Lo intentó remediar, honesto, con suma entrega, pero el corazón pudo a la cabeza, y ganó el toro. El Madrid justiciero se cobró presa, pero para los cabales, pese a su amontonamiento por agradar, no se le puede discutir que ofreció una imagen de torero macho. Otra versión. Que conste en acta.




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