​América, con el cierre de “La México”, la temporada acusa un perfil bajo.

EDITORIAL DEL PROGRAMA LA DIVISA DEL LUNES 6 DE NOVEMBRE 2023

PEDRO J. CÁCERES

América, con el cierre de “La México”, la temporada acusa un perfil bajo.

“La México” por su importancia, la 1ª plaza de América y su -hasta ahora- intensa temporada, de octubre a febrero, con su cierre actual, está provocando un desinterés informativo por todo lo que pasa allí: en todo el país y por extensión en la América tauirna.

Así las reseñas llegan más por inercia que por interés de difusión. Es lo que está pasando en lo que se llama “ provincia”, otras plazas importantes del país azteca que en esta fechas celebran ferias y festejos, contagiando a los aficionados (de todos los confines) de nostalgia; pandemia que afecta a las otras plazas americanas, máxime si las capitales de estado y ciudades principales está con la persiana echado, como en Colombia, con Bogotá en stand by y Medellín perdida. Cali ¡que pedazo de feria en los finales siglo XX! A la baja, y eso sí, siempre quedará Manizales.

Ecuador, con Iñaquito criando hierba salvaje en lo que fue su particular ¿albero? se refugia, en eso, en lo que hemos comentado se llama provincia. Así ocurre en Venezuela pese al esfuerzo de mantener ciclos en ciudades como San Cristóbal (quién la ha visto, yo, por ejemplo, y quien la ve) y Mérida.

Incluso la otrora importantísima feria del “señor de los Milagros” la del, otrora, prestigiosísimo y muy valorado trofeo para los toreros “Escapulario de Oro” en el bicentenario coso de Acho (lima, Perú) se está desarrollando en estas fechas con ese perfil bajo en difusión que hemos comentado antes.

Hasta hace poco con los cosos mentados abiertos el problema era la paulatina ausencia de figuras que fueron decidiendo, por múltiples motivas, el principal la moneda, no “hacer las Américas”.

Y es como la pescadilla que se muerde la cola, pues con estas plazas capitalinas sin actividad, que es dónde se supone está el dinero, si es que lo hay, la desidia de las figuras cobra carta de naturaleza.

En definitiva, América, donde el toreo pasaba el invierno, languidece. Entre todos la están matando, hasta que ella sola se muera. Esperemos que no.

Un dicho popular rezaba que cuando Las Ventas se constipa, la tauromaquia tornaba en pulmonía. Y lo de las capitales americanas no es un simple resfriado, ni siquiera una gripe, es mucho más.