Luis Reina: ​" Pensaba que iba a ser un día bonito, pero no como ha sido"

" Pensaba que iba a ser un día bonito, pero no cómo ha sido" 

" Cuando recibí la ovación del público, parecía que era mi debut como novillero sin caballos"

Entrevista por Pedro Javier Cáceres 

Fue un coro unánime con gritos de torero, torero. Se celebraba el 180 aniversario de la inauguración de la Plaza de Toros de Almendralejo, su tierra, y ese mismo día cumplía 65 años. Luis Reina no solamente triunfó, sino que convenció y al mismo tiempo sus paisanos disfrutaron de una tarde memorable con la plaza llena.

Enhorabuena. No es que no lo esperaba. Pero las cosas tienen que ocurrir para verificarlas.

Se tienen que reunir una serie de circunstancias, y en el mundo del toro están muchas veces en el aire y no se pueden programar. Este día se juntaron muchas cosas a favor y el resultado todavía lo estamos paladeando y todavía casi estoy soñando con él. El sueño se ha cumplido.

Yo no sé si te llevaron en hombros hasta tu casa.

No, pero a la Virgen de la Piedad sí me llevaron.  Y tú sabes los líos que se forman en la furgoneta… fue como en las grandes ferias. Para mí, este festejo empezó hace mes y medio y soñaba que iba a ser bonito, pero no tanto.

¿Cómo fue la víspera?

Hay cosas que parece que las superas con el tiempo y crees que no te van a hacer mella...  Pues me propuse no mirar la tele, el viento… El día de antes puede dormir un poco mejor que el anterior. Por la mañana salí un poco tocado con la alergia y me tomé dos o tres cafés negros para ver si me espabilaba porque las pastillas de la alergia te dan modorra y estaba un poco zombi. Pero cuando llegué al patio de cuadrillas, te transfiguras. Cuando pisé el albero y recibí la primera ovación del público parecía que era el debut sin caballos en mi pueblo con la gente en pie. Salí con el gorro napoleónico y tardaron un poquito mis dos compañeros en salir para que recibiese esos honores. Después, cuando llegamos a Presidencia tuve que saludar otra vez y compartir el saludo con ellos y deseaba que saliese el toro. También, hubo un impasse porque vino Fernández Vara a entregarme un recuerdo. Ya con el toro en el ruedo, hubo una gran simbiosis entre toro, torero y público.

Es la guinda a tu carrera. Pero no sé si pensabas que podía llegar un día como este.

Ni por asomo. Le comenté a Talavante cuando estábamos picando el toro de Emilio, que qué día más feliz. Y me dijo: “ que me lo digan a mí…” Él no se imaginaba que este momento se podía haber hecho realidad.  Porque algún festival con ellos he toreado y tal, pero no deja de ser un festival.  Y con alumnos aventajados que no se dejaron nada en el tintero. Ninguno de los dos dijo: vamos a bajar la guardia porque tenemos aquí al maestro con 65 años y nosotros estamos pletóricos. Ellos apretaron como correspondía a su categoría profesional. En los brindis que recibí me dijeron el orgullo que era para ellos, y para mí una satisfacción igual. Además, estuvieron todos los chavales de la Escuela y más matadores que han salido de la Escuela. Ahora repasas todo y vas encajando las piezas de la tarde.

¿A quién brindaste tus dos toros?

El primero, al público. Y el segundo a mi hijo que estaba en el callejón. Mi hijo pequeño como representante de la familia e hice un amago de señalización al palco donde estaba el resto de mi familia. Y con cierta sorna le dije que si quieren ver torear otra vez a Luis Reina, te va a tocar a ti. Fue un brindis familiar para decir que me bajo del tren.

¿A tu mujer se la pasó el susto?

El susto no creo, porque me ha tenido que aguantar todo este mes y medio. Y tú sabes que no hay algo más insoportable que un torero antes de torear.  Ahora ha entrado el relajo en casa.

Tendrás que ser Medalla de Oro de Extremadura.

Yo tengo el cariño de Almendralejo, de la provincia, de la región... Todavía estoy contestando whatsapps de la otra noche, porque no me ha dado tiempo. Entonces, me honra más contar con el cariño de mi tierra y en la manera que yo he podido colaborar con todo. Yo no sé cuánto más tiempo estará a cargo de la dirección de la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz,  y el tiempo que le dedico es con la mayor entrega. ¿Los reconocimientos? Feliz, y si me los hacen a mí es también para la tauromaquia extremeña.

¿Has mandado cortar la cabeza de los toros?

Efectivamente. En la faena del primero me quedé más a gusto porque el segundo me dio un poquito más castigo. Y me van a naturalizar la del segundo, por ser el último. Y el vestido lo pondremos en alguna vitrina.

No te puedes jubilar hasta los 67.

Exactamente. ¿Otra norma más? Llevo más años que Ferguson en el Manchester… Ya llevo muchos años.