ESAÚ

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PJC. COPIA


EDITORIAL DEL PROGRAMA LA DIVISA DEL 14 DE NOVIEMBRE 2022

PEDRO J. CÁCERES


ESAÚ



Dijo Esaú: "¿Qué me importa la primogenitura?" Así despreció Esaú su primogenitura, en beneficio de su hermano Jacob, la cual implicaba el sacerdocio, el patriarcado y la doble porción de la herencia. (El Génesis)

El torero Esaú Fernández no es que haya despreciado la primogenitura en Tauromaquia, no, pero sí asume que su lucha y sus números, de figura del toreo -si fueran en plazas de primeria y ferias de postín-, sin duda alguna estaríamos hablando de otra cosa, otra historia.


No se queja del maldito “sistema” que posterga de ese primer circuito a toreros como Esaú, y premia a otros con menos méritos. ¿Tendrán razones, por espurias que sean?


Y, como contra datos no hay argumentos, y porque sus números no son flor de un día sino de una carrera en permanente crecimiento, a los excelentes del difícil año de 2021, ahí van los de este 2022, una vez normalizada la temporada taurina:

15 corridas de toros, 12 de ellas con salidas en hombros por la Puerta Grande después de un total de 39 orejas y 5 rabos. Pero, pese a ser actuaciones del segundo o tercer circuito, el saldo cuantitativo, espectacular, va acompañado de lo cualitativo:  3 indultos -y dos de ellos la misma tarde (Villarrobledo)-. Ha triunfado con toros de todo tipo de encastes, Miura, Fuente Ymbro, Cuadri, Santacolomas… y en Arévalo (Ávila) se entretuvo en cortar un rabo a un bravo ejemplar de Victorino Martín, hecho único y singular en la presente temporada respecto de la camada de la A coronada.


Anunciado en Sevilla , en esa corrida a “destajo” de 6 matadores, no hubo suerte con el toro de Virgen María (hierro que le gusta) pero dejó, como en otras ocasiones otra tarjeta de visita de su capacidad, demostradas en La Maestranza donde ya ha experimentado la bonita sensación de tocar pelo (dos orejas en su alternativa).


Le faltó estar anunciado en Madrid, en San Isidro o en toda la temporada (con los cartelitos -algunos- que hemos padecido) y ya se sabe lo que significa Madrid para poder dar el salto a las grandes ferias. Lo mismo que en Francia, donde este año ha vuelto a triunfar, pero faltan esas plazas en que los éxitos producen réditos. Sin embargo, si engrosa su currículo.


Y, si hay justicia taurina, dudosa en este “sistema”, la cosecha de 2022 ha de servir para recoger los frutos de actuaciones venideras en 2023; principalmente, sus retos, Madrid y Sevilla, y de ahí dar el salto. Creemos se lo merece.


 Por lo menos igual que otros, porque “yo no digo que lo mejoren, pero al menos que lo igualen”




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