“El ser hijo de torero es algo especial porque sabes que tu papá se va de casa y no sabes si va a volver. Da miedo, aprendes a convivir con ello y cada segundo que estás con tu padre lo valoras más. Es duro, pero es muy bonito”
“Lo mejor de mi vida es haber conocido a Paco, porque con él sigo el legado que nos ha dejado mi padre, porque Paco tiene esos valores que tenía mi padre y tengo la suerte que ella va a vivir lo mismo en casa”
“No podría decir a Ureña que dejara de torear, porque él es feliz y también nosotros lo seremos así; jamás le diré que renuncie a algo de su vida”
Entrevista por Rosi Fernández
Y esta semana de mujeres taurinas tenemos a la mujer taurina por todos los costados, hija de un gran maestro, mujer de torero, sobrina de Francisco Esplá, prima, hermana de toreros Sangre torera torera. Entrevista a la hija de Dámaso González, Elena González Tarruella.
Como hemos dicho en la introducción y como dice Inma Vílchez, más taurina que el albero. Cuéntanos un poquito tu niñez, esos recuerdos taurinos.
Bueno, lo primero decir en estos tiempos que corren que más que nunca me siento súper orgullosa de tener sangre torera por lo que llevo, porque nacimos siendo hijas de toreros. Es una profesión que desde niña la hemos vivido mis hermanos y yo y que estoy muy orgullosa porque gracias a todos los valores que nos han enseñado en casa, mi padre, mi madre, es lo que soy hoy y es lo que más orgullosa me hace sentirme.
Cuéntanos un poco cómo viviste desde pequeña con un maestro como tu padre, Dámaso.
Bueno, pues imagínate el recuerdo. Me cuesta todavía recordar porque me emociono al saber que mi padre ahora no está. Desde niña nuestro padre ha sido todo. El ser hijo de torero es algo especial porque sabes que tu papá se va de casa y no sabes si va a volver. Da miedo, aprendes a convivir con ello. Pero es verdad que eres consciente de cada segundo que estás con tu padre valorarlo más. Es duro, pero es muy bonito. Ese miedo lo tienes siempre presente. Pero es verdad que es un miedo, que es lo más bonito del mundo, porque ves a tu padre feliz, que está haciendo lo que le gusta, ves ese esfuerzo que luego viene la recompensa. Y lo hemos vivido siempre, desde que nací he vivido el toro, los viajes que tenía mi padre, el entrenamiento, lo veíamos cuando se hacía la maleta y mi mamá se iba también con él. Se iban a América, nos dejaban con los abuelos. Es una profesión que no es que sea mejor, pero sí que es diferente al resto del mundo. Y sí puedo decir que la más bonita del mundo. Recuerdo a mi padre, no sé, momentos que se te quedan grabados, yo era súper chiquitita y recuerdo cuando mi padre se iba a entrenar. Antiguamente, cuando se jugaba tanto al frontón. Venía sudando que se iba a entrenar, a correr,…y recuerdo todo ese entrenamiento, ese esfuerzo. Cuando venía a casa la alegría que nos daba de verlo cuando pasaba muchas temporadas fuera porque se iba a torear. No sé, son cosas súper bonitas.
Muchas veces has dicho que eres una privilegiada de vivir el mundo del toro. Además que vamos a decir siendo hija de quien eres, hemos hablado también de los valores del toreo, de la tauromaquia. ¿Qué valores te inculcó tu padre? Porque estás conmigo de que la tauromaquia tiene unos valores diferentes, es otro mundo?
Si estoy contigo, para mí es que es la profesión más mágica, más bonita, más especial del mundo entero. La conozco desde niña. Entonces puedo hablarte de ello. Sí es verdad que quizá con el deporte tenga muchas semejanzas porque los deportistas de élite también tienen mucho esfuerzo y mucha disciplina, tiene muchas cosas en común. Pero quizá el mundo del toro sea especial como tú dices, y más hoy en día que tanto faltan esos valores. Es súper complicado ver ahora a la gente joven que le falte tantos valores ¿no? no hablo de todo el mundo, pero sí que es verdad que faltan esos valores. Yo en casa con mi papá y mi madre hemos aprendido esos valores, sobre todo nos ha enseñado a ser buenas personas, el trabajar, el que no debes faltar a tu verdad, el ser uno mismo, el que no hay éxito y no hay nada si tú no te esfuerzas, sin el esfuerzo no hay nada. Eso vamos, nos lo ha enseñado mi padre desde niños y el ser buena persona. Yo creo que eso es lo que lo que más nos ha enseñado, sobre todo al menos el respeto. Lo que tú hablabas. Yo respeto mucho a la gente que no le gusten los toros, somos libres y yo lo respeto. Pero el que no te guste no debes faltar al respeto. A mí no me puede gustar el fútbol, por ejemplo, que sí que me gusta, pero no por eso voy a insultar a la gente que le gusta el fútbol, ¿no? Entonces esa falta de respeto hoy en día es que hace mucha falta.
Como hemos dicho en la introducción prima sobrina, hermana de toreros, por supuesto, hija y además también mujer de torero, mujer de Paco Ureña. ¿Cómo se vive, tiene que ser duro, nervios continuos, miedo, sufrimiento, alegrías y diferente de vivirlo como hija, hermana y mujer?
A ver. Bueno, la sensación es la misma de cuando vas a verle y están delante del toro. Pero sí que es verdad que se vive de una forma muy diferente. Sí que te digo que vamos, que volvería a nacer 1 millón de veces por ser hija de quien soy y la mujer de quien soy y tener la familia que tengo torera. Pero sí que es verdad que lo mejor de mi vida es haber conocido a Paco, porque con él sigo el legado que nos ha dejado mi padre, porque Paco tiene esos valores ahora con nuestra niña tengo la suerte de que ella va a vivir lo mismo en casa. Paco se asemeja muchísimo, no quiero comparar a mi padre con Paco, pero sí que es verdad que son dos seres… Vamos, para mí son mis héroes. Entonces el tenerle al lado en casa es para mí es una suerte muy grande. Lo mejor de mi vida. Bueno, el ser hija de torero es diferente al ser mujer, porque cuando eres hija tu madre es la que convive con todo lo que hay detrás de la profesión que la gente no ve, esos entrenamientos, la falta de contratos, cuando este mundo no es justo, la dureza que hay que la gente no conoce, cuando ya eres mujer, todo eso el día a día estás a su lado, cada segundo estás con él, entonces todo eso… eres quien está a su lado, ¿no? Entonces sí que es muy diferente, es totalmente diferente. A mi padre iba a verlo a la plaza porque siempre quería estar al lado suyo y bueno, me hacía sentir más tranquila. Y ahora con Paco, siempre que puedo, menos a las plazas de Madrid, Sevilla y Albacete. A todas las plazas intento estar porque me gusta estar a su lado. Y mi hermano cuando toreaba también intentaba ir a verlo.
Una profesión muy bonita como dices, pero dura a veces. Has vivido cornadas, sustos, per
cances, pero la de Albacete, esa gravísima cogida de Paco... ¿No te dieron ganas de decir cariño, déjalo ya?
No, no, no, jamás. Jamás le diría a Paco déjalo ya porque mientras él sea feliz, nosotras vamos a ser felices. Entonces jamás le podría decir que renuncie a algo que es su vida, que es la mía también. Entonces, mientras él quiera torear, yo siempre voy a estar a su lado, por duro que sea. A mí, si a él le hace feliz, a mí también. Es duro, pero para mí, Paco, es que lo que te decía, es verdad que es mi héroe. En esos momentos tan complicados de la pérdida del ojo, al revés, Paco ha sido mi fuerza, mi ejemplo. No ha habido ni un momento que se haya quejado. Al revés, todo ha sido para adelante, para adelante. Y lo superó. Que vamos, que luego tuvo un año muy bueno y vamos, que me merece la pena todo Rosi la verdad.
Me alegro mucho porque es duro. Yo a veces lo pienso y digo madre mía, ellos tienen muchísimo valor, pero la familia también. ¿Tienes dos hermanas y un hermano, tu padre además de esos valores que hemos hablado os dejó el legado de la ganadería, otra parte de la tauromaquia que también puedes vivir, aunque la lleve más tu hermana Sonia y tu hermano, algo también muy bonito de convivir en el campo y el toro bravo?
Si, la verdad que el legado que nos ha dejado mi padre es muy bonito. Yo ahora voy por el campo y soy muy aficionada, pero es verdad que a mí el toro me gusta verlo en el campo porque también lo hemos vivido desde chiquitinas. No entiendo de lo que es hacer la selección porque me parece tan complicado el ser ganadero, me parece una misión imposible. Entonces esos temas lo llevan más mi hermano y Sonia, pero todos vivimos aquí con la ganadería en la finca y la verdad es que mi padre no le gustaba tampoco ser ganadero porque decía que era súper complicado, pero como era su mundo pues él tener animales, levantarse y pasearse a ver las vacas, el ver cara a cara los ojos del toro... Creo que los toreros son tan especiales que cuando se retiran no pueden estar lejos de ese animal. Entonces nos queda el legado de mi padre vivo que lo queremos mantener y la ilusión de mi padre, que es la nuestra. Amar al toro bravo, Paco, ahora que también está aquí en el campo, también nos encanta que esté con nosotros en la ganadería y bueno, quería decir eso, todos cuando hablan de los antitaurinos que cuando eres ganadero es muy duro el ser ganadero. Yo admiro a todos los ganaderos porque es complicado el mantener al toro bravo. El trabajo que lleva diario lo deberían de conocer.
Elena, tienes una niña pequeña, te gustaría que se dedicase de una manera u otra al mundo del toro?
A ver, Paco y yo vivimos aquí en el campo, en la finca y es lo que va a ver. La niña está viendo ahora mismo desde que nació su papá, está viendo los trajes de luces, está viendo el toro, vive entre toros, ve a levantarse toros, caballos. Entonces ya lo lleva en la sangre. Ella lleva sangre de su abuelito, de su papá. Entonces ella ya pertenece al mundo del toro. Y por supuesto que quiero que viva dentro del mundo del toro. Evidentemente no que signifique ser torera , pero sí , ella que elija, que sea libre, pero sí que sea aficionada y que conozca la profesión de su papá y de su abuelito y que la respete y por supuesto quiero inculcarle los valores que nosotros tenemos del toro.
Elena, ha sido un placer. Apasionada del toro y eso es bonito y se nota. Gracias.
El placer ha sido mío Rosi, de verdad que gracias por la labor que haces, no dejes de difundir y apoyar el mundo del toro, que es tan mágico, tan bonito y único. Muchísimas gracias, Rosi.
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