Decepción en la vuelta de Talavante a Las Ventas
El extremeño reaparecía tras 4 años sin pisar la Monumental
Decepción es la palabra para definir la corrida. Volvía Talavante, el último torero de Madrid, con perdón de Emilio de Justo. Y no volvió como se fue. De 2018 a 2022, pasó por Arles y Aguascalientes. Pero lo importante venía hoy. Alejandro dio muestras, lógicas, de no estar rodado. Porque por mucho campo, la plaza pesa. Y de lo lindo.
LA CRÓNICA DE ALEJANDRO M. CARABIAS
El primero que sorteó fue un animal soso. Sin ápice de bravura. Como sería la tónica general del encierro de Jandilla. Poco pudo hacer AT.
Su segundo fue el mejor del encierro, y a la postre con casta. Talavante pronto y en la mano se echó la zocata a la izquierda y ahí Madrid atisbaba cante grande. Pasaron las series con la izquierda y aquello no tomaba vuelo. Porque faltó temple para encauzar la bravuconería del de Vegahermosa. Cambió de mano y ahí sí Talavante halló la distancias del toro. Profundas y macizas. También el toro se prestaba más. Una espada tendida puso una orejita en su mano. El Talavante de hace 4 años lo hubiera cuajado. Tardó en ver el pitón derecho. Ovación al toro.
El quinto fue un mulo. No se dio coba AT.
Venía Juan Ortega de Sevilla, donde no rodaron las cosas. Y hoy tampoco fue. Ortega despachó a un tacazo de toro, su primero. No se acopló. Requería mando; mejor embroque que final, porque tiraba un tornillazo al final del muletazo. En sus siguientes toros no hubo suerte. No valieron un pimiento.
Plaza de Toros de Las Ventas. Lleno de no hay localidades. Toros de Jandilla y Vegahermosa (3°) bien presentados y desrazados a excepción del encastado tercero. De mejor inicio que final el 2 °.
Alejandro Talavante, silencio, oreja tras aviso y silencio.
Juan Ortega, silencio, silencio y silencio
Incidencias: saludaron al terminar el paseíllo los tres matadores. Incluido Álvaro de la Calle. Buen detalle de Madrid.
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