Victorino, la estirpe continúa

|

PJC



EDITORIAL (PROGRAMA LA DIVISA DEL 7 MARZO 2022)

PEDRO J. CÁCERES



Victorino, la estirpe continúa


Victorino ha vuelto a protagonizar el suceso, acontecimiento, de la semana. Ha sido en Olivenza, en la corrida conmemorativa de los 20 años de alternativa de Antonio Ferrera- encerrona en solitario con el hierro de la A coronada-. El diestro ha cosechado un gran éxito y ha indultado al 5º de nombre “Madero”, de familia de abolengo en la ganadería.


Ocurre en la misma fecha que hace años, y en la misma plaza, obtuviera un éxito similar, y en el aniversario del nacimiento de Victorino, padre.

Todo ello muy emotivo. Y, pocos, hace 20 o más años, daban un duro por el relevo generacional en la ganadería del de Galapagar.


Cuando el llamado “paleto” empezó a compartir, nunca delegó, criterios de selección y manejo – en una época plagada de éxitos- con su hijo Victorino Martín García, los agoreros (siempre al hilo del pitón y aprovechando alguna corrida de poco éxito) daban casi por finalizado el amplio ciclo exitoso de la vacada argumentando que tras Victorino Martín Andrés vendría el acabose. No consideraban que el “heredero”, como tantas otras ganaderías, y con una hermana, fuera capaz de mantener la vacada unida en una sola mano, ni que fuera un sucesor válido para seguir blandiendo el pendón de la divisa en lo más alto de la dehesa brava española.


Hace años que, desgraciadamente, nos falta el padre.  Pero ahí está el hijo, desde entonces, incluso mucho antes, al frente de la ganadería, no solo reverdece laureles, sino que los aumenta.


Victorino, hijo, no sólo ha conseguido éxitos notables desde su mando, sino que sus conocimientos veterinarios, han sido, y siguen siendo un aporte fantástico para, a través de esos indultos, y su escrupulosidad en la selección, proteger un material genético único que, como su padre, es personal e intransferible, por mucho parné que le están ofreciendo para compartir encaste y reata.



La leyenda continúa. Atrás queda la historia de “Cobradiezmos”. Ahora, cuando el toro indultado en Sevilla empieza a lidiar productos suyos -esto es de mucho tiempo-, el toro “Madero” es el encargado de, dentro de cinco años, perpetuar una leyenda, la de Victorino, que comenzó en los años 60 y no tiene visos de parar, afortunadamente, en el futuro. Las comparaciones son odiosas y no digo que el hijo supere al padre, pero -como dice Mota- al menos iguálalo, y en ello está y ese camino lleva. Hay “Victorinos” para rato, por el bien de La Fiesta.


Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.