Conchita Hernández: "Voy a defender con afición el legado de mi padre"

Conchita Hernández: "Voy a defender con afición el legado de mi padre"

"Yo cuando estoy en el campo, estoy en mi hábitat natural, como los toros. Ha sido un cambio radical en mi vida, me ha pillado con una edad y madurez. Esto me ha cambiado la vida"

EL RESUMEN

Cuando miro mis toros, la verdad es que sueño con que embistan como a mí me gustan y que me den muchos triunfos, pero solo verlos en el campo ya casi es un sueño.

A nivel económico,  esto está siendo no duro, durísimo. No sé, me da miedo tener que tirar la toalla, porque, si la tiro, es por obligación, no puedo mantener los animales o por una cosa así. Si no,  no la voy a tirar nunca.

El toro, para mí, es una forma de vida. Como he vivido desde pequeña lo de estar en la finca y rodeada de toros era una cosa normal que a lo mejor otros niños que  viven en la ciudad  no lo pueden vivir así, pero realmente yo me lo tomaba como si fuera el paraíso.

No tiene comparación tomar las decisiones técnicas de la ganadería como son los tentaderos, la alimentación, el ejercicio de los toros...

No es comparado con nada, y da pánico, porque es tu hijo al que  cuidas desde chiquitito y no quieres que le pase nunca nada, y de repente le ves en una plaza de toros delante de un toraco y jugándose la vida. Ahí se pasa mal. Pero este año pasado, cuando debuté como ganadera que iba ya en todos los aspectos, pasaba muchísimo miedo antes de las corridas.

LA ENTREVISTA DE 

ROSI FERNÁNDEZ

Una semana en sección de Mujeres taurinas. Entrevistamos a una mujer generosa, cercana, valiente y amante del toro.

Desde pequeñita has vivido de cerca el sueño de tu padre, la ganadería, el toro bravo, ¿cómo ha sido tu niñez y qué es el toro para ti?

Pues el toro es una forma de vida y como lo he vivido desde pequeña…También, cuando eres pequeño, no te enteras muy bien de las cosas y lo tomas todo como un juego. Para mí, estar en la finca y rodeada de toros era una cosa normal, a lo mejor otros niños que viven en la ciudad  no lo pueden vivir así, pero realmente yo me lo tomaba como si fuera el paraíso. O sea, disfrutaba de la libertad del campo, de jugar al aire libre, de estar rodeada de niños. Era una cosa que vas haciendo tuya de una manera normal desde pequeñita y es tu forma de vivir. No entiendes la vida de otra manera.

Este año habéis separado los caminos con su hermano Justo.

Sí, ha sido un cambio radical en mi vida, me ha pillado ya con una edad y una madurez, pero sí es cierto que esto me ha cambiado la vida. Al fallecimiento de mi padre me la cambió, pero esto ya ha sido muchísimo más fuerte: tener que tomar al toro por los cuernos, pero es lo que me ha tocado. Y vértigo da, pero tienes que seguir para adelante.

Siempre estuviste vinculada a la ganadería, pero de otra manera, con los papeles y en la parte de oficina. Será difícil llevar la ganadería, ahora, en todos los ámbitos.

No tiene comparación tomar las decisiones técnicas de la ganadería como son los tentaderos, la alimentación, el ejercicio de los toros, todo eso…  Eso no es sumar o restar. Esto es un poco de intuición, es un poco de probar, es estudiar mucho, informarte con veterinarios y con gente que sabe mucho más que yo. Es mil veces más difícil.

Los inviernos son duros en Salamanca, ¿se echa de menos la ciudad?

Yo cuando estoy en el campo, estoy en mi hábitat natural, como los toros. Pero, también tengo que ir a la ciudad, voy con mucha pereza, me cuesta mucho arrancar de la finca e irme a la ciudad y paso muchísimo tiempo en el campo. Pero la vida en el campo sí es cierto que es dura. Ahora que están cayendo heladas constantemente… hay pánico de salir a la calle. No es agradable, pero luego tiene otra cosa que te acoge, te hace sentir bien.

¿Que sueña en la soledad Conchita rodeada de toros bravos?

Cuando veo mis toros… Es como si fueran mis hijos, no sé, me parecen los más bonitos del mundo y disfruto mucho viéndolos en el campo, disfruto de una manera impresionante. Cada vez más, ahora que soy la titular de la ganadería y que son como más míos… Además, son mi responsabilidad.

Los miro y casi hablo con ellos en el campo. Además, sueño que embistan como a mí me gustan y que me den muchos triunfos, pero solo verlos en el campo ya casi es un sueño.

Es complicado y difícil llevar hoy en día con la que está cayendo una ganadería, ¿muchas veces te dan ganas de tirar la toalla?

Pues a ver, a nivel económico, esto está siendo no duro, durísimo. No sé, me da miedo tener que tirar la toalla porque, si la tiro, es por obligación, no pueda mantener los animales o por una cosa así. Si no, no la voy a tirar nunca.

En las plazas todavía vemos los dos hierros en la misma corrida de toros Garcigrande y Domingo Hernández, ¿nos puedes decir y explicar  hasta cuándo será así?

Pues va a ser así hasta la camada del 2024. Y a partir de ahí, los míos saldrán todos con el hierro de Domingo y los de mi hermano saldrán todos con el hierro de Garcigrande. Es cierto que las dos ganaderías se han partido a la mitad y que los dos tenemos de los dos hierros, ahora mismo son ganaderías gemelas. Pero en 2024, aunque salgan con mi hierro, seguirán teniendo los matices de mi hermano, puede que cambien algo porque la alimentación, el entrenamiento, el medio en el que se encuentra y las fincas son distintas, todo eso va a influir. Pero, luego, a partir del 2025, ya todos los errores serán culpa mía y todos los aciertos culpa mía también. Pero en 2025 ya sí que va a llevar un poquito más mi sello.

A parte de ganadera, eres madre de toreros…

La verdad es que no se compara con nada, y da pánico, porque es tu hijo al que cuidas desde chiquitito y no quieres que le pase nunca nada. De repente, le ves en una plaza de toros delante de un toraco y jugándose la vida…Ahí se pasa mal. Pero yo este año pasado que empecé, cuando debuté como ganadera que iba ya en todos los aspectos, también pasaba muchísimo miedo. Antes de las corridas, los días antes, la responsabilidad, el pensar si iba a salir bien, si los toros se van a mover…  Eso también da mucho miedo, el miedo es mi compañero desde hace muchos años, desde que mi hijo empezó a torear y ahora como ganadera.

¿Como ves la tauromaquia actual?

 Es difícil para todos, está todo muy parado, pero confío en que esto se acabe y pronto. Y yo creo que, como todo, después de una época de tanto sufrimiento, de tanta falta de vida en la gente, de tanta tristeza porque lo ves en los ojos de las personas, creo que todos vamos a salir con ganas de pasarlo bien, de divertirnos, de ver la vida de otra manera. Y yo creo que el toro que es una fiesta del pueblo y para el pueblo, yo creo que va a tener más tirón todavía que antes.