África Martínez: " Tuve la suerte de meterme en la plaza de Murcia, había poca gente especializada en los festejos y estoy feliz de todavía estar. Fui de las primeras, por no decir la primera, de las mujeres veterinarias"

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África Martínez: " Tuve la suerte de meterme en la plaza de Murcia, había poca gente especializada en los festejos y estoy feliz de todavía estar. Fui de las primeras, por no decir la primera, de las mujeres veterinarias"


"La tarea de veterinaria se basa en el reconocimiento en vivo y luego otro después de la muerte. Tenemos que ver si cumplen el reglamento y luego su trapío, que no venga con ninguna enfermedad contagiosa, la visión perfecta...tiene que reunir las características óptimas del encante que se presenta"


"En esos años, era un mundo de hombres; los ganaderos y apoderados pensaban que era la fotógrafa, no la veterinaria. Los inicios no fueron fáciles, también, quizás, por la juventud"


"Todos los animales, desde pequeña, me gustaban mucho, con mi padre viví de cerca la tauromaquia y cuando terminé la carrera de veterinaria me interesó la especialidad de festejos taurinos"


"Desde pequeña la feria de Murcia era especial, vivíamos al lado de la plaza de toros, vivíamos desde por la mañana el enchiqueramiento, el sorteo, toda la liturgia y rituales de los toros"


"Nosotros vivíamos la tauromaquia muy ambientados, mi padre nos ponía pasodobles para la meternos en la fiesta"


Entrevista completa. Por Rosi Fernández 


Una semana más en secciones Mujeres taurinas tenemos a una mujer importante. El reconocimiento de los toros es una de las tareas en las plazas de toros antes de las corridas. Hablamos con la veterinaria África Martínez.


Amante de los animales y por supuesto de los toros. ¿Cómo nace África en su profesión de veterinaria, desde pequeña lo tuviste claro?


Pues la verdad es que desde pequeña he vivido el mundo del toro porque mi padre era un gran aficionado. Cuando inicié mis estudios me decliné por  veterinaria porque todo lo relacionado con los animales me gustaba mucho. Y al terminar la carrera y enterarme de que se iniciaba un curso de especialización en espectáculos taurinos, no lo dudé. Por supuesto que lo hice. Me especialicé y ahí pude meter cabeza en este mundillo.


Tu padre como bien has dicho, gran aficionado, ¿te inculcó la tauromaquia desde pequeña, qué recuerdas de todo eso?


Pues recuerdo que cuando llegaba a la Feria de septiembre en Murcia, pues vivíamos todo lo que era el ambiente taurino, porque  yo he vivido y mi madre sigue viviendo pegada a la plaza de toros, entonces pues era ver el ambiente, era ir a la plaza de toros a ver el enchiqueramiento, era ya  un  ritual, ver los animales en los corrales y vivíamos la fiesta en mi casa como digo yo, mi padre nos ponía los pasodobles para que escucháramos la música en casa y de estar ambientados.


¿Y crees que fue a raíz de todo aquello que nació en ti lo de querer ser veterinaria?


Pues yo creo que sí. Yo creo que realmente en mi casa he vivido desde pequeña  el mundo  relacionado con los animales, con el toro de lidia, de ir también a ganaderías y todo eso pues crea un amor hacia los animales porque lo ves desde el punto de vista de su crianza, de los cuidados. Y luego pues también hemos tenido animales de compañía en casa. Y sí, todo eso fue curtiendo en mí este amor hacia los animales y el que hiciera por supuesto que me gustara esta profesión en la  que luego me metí.


Después de terminar la carrera de veterinaria como bien has dicho te especializarte en espectáculos taurinos ya hace de esto unos años. Tu andadura empezó en la Plaza de Murcia, donde todavía sigues, ¿supongo que contenta y con muchas anécdotas?


Pues sí, la verdad es que tuve la suerte de poder meter la cabeza en la plaza de toros de Murcia al poco de iniciarme en esta profesión por las circunstancias que se dieron, que necesitaban veterinarios para la plaza de toros y había poca gente especializada con este curso que se exigía. Y desde que empecé hasta el día de hoy. ¿Anécdotas? Pues bueno, la verdad es que cuando yo empecé en el mundo de taurino, en el mundo de los toros, pues había muy pocas mujeres. Yo creo sí que he sido la primera mujer en una plaza de toros como veterinaria, porque fue ya en el año 91 como veterinaria en plaza de toros de espectáculos taurinos, y es que fue en los años 90 cuando la mujer empieza a meterse en este mundillo profesionalmente como veterinaria estoy hablando y recuerdo pues eso, un mundo de hombres, de estar en el callejón, yo sola como mujer en los reconocimientos, los ganaderos, los apoderados, pues como que no se fiaban de mi,  también pues era más joven y cuando tenían alguna consulta o rebatir algo  de nuestro reconocimiento pues les costaba trabajo,  acercarse a mí o rebatirlo conmigo y siempre se creían que yo era la  fotógrafa o la periodista. Siempre todo el que llegaba pues no pensaba que era la veterinaria.


¿Entonces tampoco te lo pusieron fácil?


Fácil al principio no lo tuve. Tienes que ir demostrando que estás preparada, que estás en esta profesión porque la amas, porque te gusta y que te tienes que hacer respetar, valorar y abrir camino. Conté también con compañeros veterinarios que me aceptaron perfectamente. Tuve ese apoyo. Con el empresario de Murcia  siempre he tenido su apoyo y bueno, pues poquito a poco tú te vas haciendo valer y respetar, y a día de hoy puedo decir que estoy completamente integrada desde hace años y todo perfectamente, pero los principios, claro, cuestan. Eso es verdad.


¿Tarea difícil la de veterinaria o veterinario en una plaza de toros?


Bueno, pues realmente nuestra función en la plaza de toros se basa en el reconocimiento, hay un reconocimiento podemos decir en vivo de las reses, para determinar la utilidad de la red para la lidia y luego un reconocimiento post-muerte, que es el reconocimiento de la canal, para que pueda ser acta para  el consumo. En el reconocimiento que hacemos de la res en vivo, lo que tenemos que ver es que cumplen con los requisitos que así lo establece el reglamento en cuanto a pesaje, en cuanto a edad y por supuesto tenemos que ver como es su trapío, su defensa, la utilidad para la lidia, no que no venga con ningún tipo de enfermedad infecto contagiosa, que no venga un animal con cojera, problemas de visión y que reúna las características del encaste de la ganadería que se están presentando. Entonces es un reconocimiento que tienes que tener en cuenta paso a paso todo lo que tienes que determinar para declarar a esa res útil o no para la lidia.


¿Mucha responsabilidad, no?


Pues hombre, por supuesto, es lo que sale a la plaza de toros, por supuesto. Luego tenemos el público que es exigente, que va a ver tu trabajo. Hay cosas que tú puedes ver que son objetivas, como una cojera, como problemas de visión o si el animal viene resfriado y tal, que es motivo de desecho. Pero claro, luego el que tú en un reconocimiento puedas saber si ese animal va a dar un buen juego en el ruedo, eso es imposible de saber. Y muchas veces, cuando la corrida va bien y el toro pues se mueve y no da problemas y el torero puede hacer una buena faena por todo salimos contentos y qué bien  los toros, pero cuando la cosa no es así. Los toros se caen, están flojos, están parados, pues claro,  entonces ahí ya empiezan las críticas y ahí es donde nos vemos también nosotros que critican muchas veces nuestro trabajo, cuando realmente ahí nosotros no podemos valorar  el juego que va a dar un toro en  la plaza de toros. Nosotros al final nos basamos  en que ese animal es útil por lo que he comentado por tema o objetivos ¿no? Y lo más subjetivo puede ser el trapío, pero bueno, el trapío va muy en consonancia con el encaste y con la categoría de la plaza y las exigencias del público de cada plaza. Ahí es donde va un poco el que nosotros un toro pueda ser aprobado o rechazado.


¿Lo pasas mal el día de la corrida? ¿Tienes nervios? ¿Cómo lo llevas?


Pues mira, cuando otro papel nuestro que antes no te lo he dicho, es asesorar al presidente durante el festejo, durante la lidia. Pues la verdad es que estas más en tensión. Tienes que estar muy pendiente de lo que pasa, sobre todo al inicio de la lidia, que es cuando el toro al salir pues se puede visualizar en ese momento defectos que han podido pasar inadvertidos en el reconocimiento  o si de pronto el animal al salir al ruedo hay una cojera, pues tienes que ver si realmente es un calambre de salida o realmente es una cojera manifiesta que es motivo de desecho. Entonces son decisiones que tú tienes que tomar en el momento. Bueno, la decisión última, por supuesto, siempre la tiene el presidente, ¿no? Pero tú tienes que asesorarle en lo que es tu trabajo como veterinario, como profesional. Y entonces, claro, son momentos de tensión y que tienes que estar muy pendiente de tu trabajo. Tú en ese momento no estás de fiesta, estás trabajando entonces pues sí, y por supuesto se pasan nervios, pero bueno, ya son muchos años de experiencia y los primeros años pues sí que lo pasaba peor y sobre todo como era mujer la gente cuando veía una mujer y empezaban a gritar bueno, alguna que otra bronca también me he llevado yo.


Bueno, ya las cosas la verdad es que han cambiado y ya la mujer taurina es una más, por suerte. África muchísimas gracias por atendernos y muchísimas gracias por ejercer tu trabajo, el amor por los animales y en este caso, sobre todo por el toro bravo.



Pues nada, muchísimas gracias a vosotros por contar conmigo.

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