Niño de la Taurina: “Tomás Rufo me ha devuelto la ilusión para volver al mundo del toro, del que estaba desconectado”

|

Maxresdefault





Niño de la Taurina: “Tomás Rufo me ha devuelto la ilusión para volver al mundo del toro, del que estaba desconectado”


El apoderado de Tomás Rufo repasa con Pedro Javier Cáceres la corta pero intensa trayectoria de su novillero, además de su historia como matador de toros. 





La auténtica sensación de esta feria de Otoño ha sido el novillero Tomás Rufo, que abrió la Puerta Grande el pasado viernes. Venía avisando en las nocturnas, donde cortó dos orejas, se ganó estar en esta feria y la satisfacción fue máxima cuando salió a hombros y vimos a su descubridor, Carlos Collado “Niño de la Taurina”. Torero, buenas noches.


Buenas noches.


¿Cómo va la vida?


Muy bien y muy contento por Tomás. Se lo merecía por la lucha que hemos tenido juntos desde sin caballos, y por pegar el zambombazo en Madrid.


Tú abriste dos veces de novillero la Puerta Grande en Madrid.


Sí, yo me acordé mucho de esa época. Es lo que soñamos todos de chiquillos, llegar a Madrid y salir a hombros. El chaval estaba con mucha ilusión en las dos tardes en las que estuvo. La del otro día fue la tarde rotunda, la culminación de cómo estuvo los dos días anteriores, y luego el enorme torero que es.


A muchos nos vinieron muchos recuerdos a la cabeza. Aquella encerrona en el año 87… y viendo a Tomás Rufo, me dije, ahí está Niño de la Taurina. Y viéndote a ti, dije, ahí está Manolo Cano. Más guapo y más apuesto…


Sí, revives aquellos años en los que estuve yo y salí a hombros de Madrid de novillero. Como hacía Manolo Cano, voy detrás de él. Se te vienen muchas cosas a la cabeza de aquellos años tan bonito en el 87 y 88. Ahora es una lucha nueva. Yo estaba quitado del mundo del toro, y no estaba muy metido en él, pero empecé con él. Me lo propuso su padre, yo ya lo tenía localizado de becerrista, al abuelo y al padre los conozco de siempre y sabía que el chaval tenía condiciones. Poco a poco le hice más de veinte novilladas, ya empezamos el año pasado toreando con caballos y hasta este año, que era la quinta novillada que toreaba. Ha ido muy nuevo a Madrid, pero lo hemos preparado muy bien para que sorprendiera cuando llegase a Madrid, como así ha sido. Yo no me esperaba que podría estar como estuvo. Madrid te come mucho e impone mucho, yo que la he pisado desde los doce años sé lo que es, pero no me creía que podría estar como finalmente ha estado.


Los comentaristas de televisión recordaban a Finito de Córdoba, pero a mí me daba el fondo de Enrique Ponce.


Su toreo es de hacer las cosas bien, muy castellano, que le baja mucho la mano y se la deja colocada muy bien. Liga a los novillos en un mismo sitio, y eso es muy bueno, además del suficiente valor de arrear cuando hay que arrear. A los chavales hay que apretarles un poco, hay que decirles que esto está muy complicado y la virtud que tiene el chaval es que aprende rápido.


El valor a todos los toreros se os supone, pero la prueba del algodón está en cómo se va detrás de la espada.


Sí, cuando los ha toreado los ha matado. Yo le he dicho que la espada es el 90%, y cuando uno se la juega en Madrid hay que matarlo. Hay que tirarse a matar, si te coge mala suerte, pero hay que tirarse hasta dentro. Cuando le tienes las orejas cortadas, no se te puede escapar. La verdad que tiene una virtud muy buena, y es que los novillos que ha toreado los está matando muy bien. Se tira muy derecho, y si se tira así, por narices los tienes que matar.


Habrás que tenido que recargar la batería del teléfono estos días.


Sí, gracias a Dios las cosas cuando ruedan todo el mundo te llama. Me han llamado muchos amigos y empresarios, ganaderos… muchísima gente. Me han dejado muchas felicitaciones. Cuando las cosas siempre salen bien, y más de esta forma, siempre llama la atención en el mundo del toro.


Ahora hay que tener cuidado en que no llamen al torero.


Yo estoy muy tranquilo. Mi labor creo que la he hecho bastante bien, entrenando con él, corrigiéndole, yendo con él al campo para ponerlo a punto y enseñarle mi humilde tauromaquia y lo que he vivido. A partir de aquí nosotros tenemos buena amistad, además de torero y apoderado somos amigos y me gustaría seguir con él, porque es un proyecto muy bueno al estar con él desde los inicios, pero lo que Dios repare en el futuro no se sabe.


Volviendo a los recuerdos: escuela Gregorio Sánchez.


Yo le he inculcado esa escuela, lo que yo he vivido con el maestro, lo que viví en la escuela. Todo eso se lo he contado, las cosas que me hacía, las perrerías que me hacía… todas aquellas vivencias se las he contado. Le he querido inculcar lo que realmente es el toreo, que es muy difícil y muy sacrificado. Te tienes que sacrificar de tus amigos, de salir… aunque luego todo tiene recompensa una vez que te has preparado para querer ser torero.


Ya sabemos cómo es como torero, ¿cómo es como persona?


Es buena gente. En la plaza nuestra personalidad se refleja. Tomás es un chaval noble, con 19 años, con sus picardías de su edad, que le gusta divertirse cuando las cosas salen bien lógicamente, le gusta mucho la caza, la naturaleza y el campo. Es buen chaval.


Ya lo dijo Belmonte: se torea como se es.


En la plaza se refleja cómo es uno.


La última: a por el Zapato.



Vamos el miércoles. Es la feria de los novilleros. Yo también estuve allí, no lo gané porque me hizo daño un novillo, pero hay que estar. Terminamos en Zaragoza, en el Pilar, un día muy bonito. 

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.