El futuro, que lo hay, rehén del sistema

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                                                     EDITORIAL (Programa LA DIVISA del 01 de otubre 2018)

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Pedro J. Cáceres


El futuro, que lo hay, rehén del sistema


Agonizando la temporada, donde queda un capítulo en Madrid y la feria “trágala” ( por culpa de una Diputación irresponsable) de Zaragoza, el elenco de figuras, como tal, se jibariza: la temporada ha sido otra vez de Roca Rey y de los grandes maestros Ponce y El Juli y con más remansos que el Guadiana, Manzanares.


Descolgado, absurdamente, Talavante (entre todos la mataron y ella sola se murió), Morante a su bola, los continuos triunfos de Perera eclipsados por la “mano negra”, Castella erosionado por el tiempo, pese a mantener un buen nivel, Cayetano con chispazos, y una clase media en la que son multitud los llamados y pocos puestos para los escogidos que suelen ser las novedades jóvenes que tampoco han despegado pese a triunfos puntuales (Ginés, Lorenzo, Luis David, etc.) dejan un panorama sombrío de futuro pese a que lo hay, pero está al albur del “sistema” que ha penalizado a toreros como Garrido y David Mora, sin saber por qué, y condenado al ostracismo, incomprensiblemente, a toreros “distintos” como Urdiales.


Ese “sistema” que ha tenido, tras su gran actuación en Sevilla por abril, a Pablo Aguado chupando más banquillo que el tal Vinicius en el Real Madrid y que confirmó en Madrid algo más que una ceremonia protocolaria.

Ese “sistema” que de no ser por la circunstancia de un apoderado que, con muchas plazas, confió en Emilio de Justo y ponerlo a torear para que, con la continuidad de sus triunfos y su concepto clásico del toreo, el valor al servicio de la pureza y las buenas maneras, se haya erigido en la revelación de la temporada después de una marginación de más de una década. Como le ocurrió a Ureña hasta recalar en la casa Chopera.


En otro registro, más de pedernal, Pepe Moral y Octavio Chacón también han sido animadores de este 2018.

Son toreros que, pese a matar lo más duro de la dehesa ¿brava? han demostrado que saben torear.

Hay materia, hay futuro, por detrás vienen jóvenes como Toñete, Galdós y una serie de novilleros (De Manuel, Marcos, Juanito, etc.) que una vez matadores deberían tener más oportunidades que de las que ha disfrutado Colombo este año.


Hay futuro, pero la tauromaquia no puede seguir siendo rehén del “sistema” para que los “pabloaguado” de turno, tenga que esperar más de 10 años para sacar la cabeza que asomó por la Puerta grande de Madrid Emilio de Justo, o tener que pudrirse en la lista de espera hasta que Francia los lance y luego Madrid, al cabo de los años, les ratifique para no más sumar una quincena de festejos a cara de perro como Moral o Chacón.


Hoy, más que nunca, es necesario un NO al “sota, caballo, rey”.

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