Curro Díaz y El Fandi saludan ovaciones con la corrida de La Quinta

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Curro Díaz dejó retazos de su fino y aromático concepto del toreo ante el primero de corrida, toro noble y con clase, pero con el depósito de gasolina prácticamente en la reserva desde el primer muletazo, lo que propició que se apagara demasiado pronto.


No obstante, el de Linares anduvo muy centrado con él, logrando auténticas pinturas por los dos pitones. Lástima que el antagonista se rindiera tan rápido. La gente se quedó con ganas de más. Faltó contundencia con los aceros y fue ovacionado.




Otra vez salió a saludar al tercio -no sin alguna protesta- tras dar cuenta del duro y áspero cuarto, toro que nunca se empleó y con el que Curro, que nuevamente cuajó un elegante saludo capotero, tuvo que hacer un notable esfuerzo para imponerse a las circunstancias.

El Fandi no pudo de pasar de voluntarioso con un primero de su lote al que le faltó, sobre todo, raza y voluntad de embestir. Así y todo, el granadino logró algunos apuntes interesantes con el capote y, sobre todo, un emocionante tercio de banderillas.


Muleta en mano no pudo más que quitárselo del medio lo antes posible ante la imposibilidad de armar faena. Silencio en filas.


Pero haciendo en honor al dicho de "no hay quinto malo" el segundo del lote de Fandila fue, con diferencia, el toro de la tarde. Un animal bravo -cobró hasta tres varas- y de emocionantes acometidas con el que el granadino anduvo sobrado en todos los tercios, especialmente con "los palos".

Con la muleta se mostró animoso el Fandi, pasándolo por los dos pitones en tandas limpias, bien hilvanadas y adornadas con alardes de todo tipo. Es verdad que faltó hondura. Y temple. Pero la gente disfrutó, especialmente con la casta del de La Quinta, que fue ovacionado en el arrastre después de que su matador se atascara con los aceros.

Román se las vio en primer lugar con un toro áspero y sin clase, que a la tercera tanda ya sabía latín. El valenciano no se arrugó, todo lo contrario, hizo un desglose de valor y sinceridad para, al menos, justificarse sobradamente ante semejante "prenda", que le pidió el carné en cada afrenta por el derecho, negándose en redondo por el otro pitón. Errático con la espada, acabó silenciado.

Igual de mal con los aceros anduvo Román en el sexto, otro toro duro y difícil con el que anduvo firme y voluntarioso.


FICHA DEL FESTEJO 


Azpeitia (Guipúzcoa), lunes 30 de julio de 2018. 2ª de Feria. Tres cuartos de plaza.


La Quinta, de imponente fachada, algunos de ellos ovacionados de salida, pero deslucidos por su absoluta falta de raza, que, en casos como tercero o cuarto, se tradujo en una actitud áspera y defensiva. La excepción fue el bravo y emocionante quinto.


Curro Díaz, saludos y división al saludar.

David Fandila "El Fandi", silencio y silencio.

Román, que sustituía a Sebastián Castella, silencio y silencio tras aviso.



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