Bueno sería que al igual que en el futbol se va a imponer el VAR (el vídeo) tal que el “ojo de halcón” en el tenis, los jurados taurinos de premios, antaño, de gran prestigio, no se dieran tanta prisa para juzgar en caliente lo más próximo y emocionalmente impactante dándose un tiempo escrutando los vídeos y obrando en justicia.

​Un VAR para el Escapulario de Lima o el “ojo de halcón”

|

EDITORIAL /PRGORAMA LA DIVISA DEL 4 DE DICIEMBRE DE 2017

PEDRO J. CÁCERES




Un VAR para el Escapulario de Lima o el “ojo de halcón”




No seré yo quien quite mérito a Roca Rey. Ha sido el gran revulsivo de las dos últimas temporadas y en tiempo record se ha puesto en figura por méritos propios. Todo lo contrario. Un Joven que además de triunfar ha sido capaz de llevar gente a la plaza y, en consecuencia, ponerse en lo más alto de la cotización es digno de elogio y reconocimiento, como venimos dispensándolo en La Divisa desde sus inicios, incluso como novillero.


Por tanto, su discurrir natural como figura importante en Europa y América y máxima, ídolo multitudinario, en su país – Perú- no debería estar rodeado de polémica chauvinista respecto del hito de conseguir por tercera vez consecutiva el Escapulario de Oro que es, o era, para los profesionales taurinos, desde tiempos inmemoriales, el trofeo más preciado de toda la temporada americana.



No es bueno, para Roca Rey tampoco, que tras el fallo del jurado oficial luego le enmienden la plana otras instituciones y peñas en las que todos los premios se van a otro matador. Ocurrió el año pasado con Manzanares y posiblemente ocurra este año con Joaquín Galdós.


Galdós llegaba desde la primera corrida de temporada como máximo favorito por aquello que su salida en hombros no fue contestada desde los tendidos, no fue un éxito ni triunfalista ni chauvinista.

Sí ocurrió con Castella por una segunda oreja de un toro justita y ayer volvió a ocurrir igual con Roca Rey en sus dos enemigos.


Más grave es que , la cortedad de miras de un Jurado “muy comprometido” con la oficialidad y proximidad, ebrio del triunfo en Europa y resto de América de uno de los suyos margine a otro peruano con lo que podría significar de lanzamiento de Galdós y poder tener en el panorama competitivo, cara al 2018, a 2 toreros peruanos, hecho, igualmente que los consecutivos Escapularios de Roca Rey, histórico.



Los refranes son sabios: “La avaricia rompe el saco” y “no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita”.

Y cuando un torero en corto tiempo se pone en figura por sus propios méritos de parto natural, toda cesárea es un atajo que a la larga tiene contradicciones por innecesario, además de los daños colaterales que produce y perjudican al toreo peruano y americano; la Tauromaquia en general.



Bueno sería que al igual que en el futbol se va a imponer el VAR (el vídeo) para la resolución de jugadas conflictivas (o tremendamente claras) en las que el árbitro – y ahora son 4 por partido más otros dos de línea en competiciones internacionales- yerra, tal que el “ojo de halcón” en el tenis, los jurados taurinos de premios, antaño, de gran prestigio, no se dieran tanta prisa para juzgar en caliente lo más próximo y emocionalmente impactante, además del hecho de proximidad por paisanaje y familiaridad, y darse un tiempo escrutando los vídeos y obrando en justicia.


Siempre lo he dicho, los jurados tienen la misión de fallar, y en la mayoría de las ocasiones fallan.

No sé si este año o el anterior es así, pero cuando estamos ante una figura sin discusión cualquier polémica de este tipo devalúa su condición y el preciado trofeo por inflación.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.