​¿habrá toros suficientes para esta temporada 2024?

EDITORIAL DEL PROGRAMA LA DIVISA DEL 4 MARZO 2024

PEDRO J. CÁCERES

¿habrá toros suficientes para esta temporada 2024?

Lo venimos intuyendo desde hace tiempo. Es más, en nuestras entrevistas de final de temporada y previsión 2024, a los ganaderos se les ha preguntado por lo mismo, sin que sacáramos una conclusión clara.

Los destrozos de la pandemia hacen que las crías del 2020 hayan sido por debajo de la habitual por razones obvias, lo que repercute en este ciclo al cumplir los 4 años. Además, en los últimos tiempos ha surgido el contratiempo del “mosquito” que también ha significado un número de bajas en el campo bravo.

Ante todo ello, esta semana, pasada, la RUCTL, ha cogido el toro por los cuernos y ha advertido de lo que puede suceder en esta temporada referente al toro idóneo para cada plaza.

Según informó su presidente, Antonio Bañuelos, en un desayuno informativo:

“se ha producido una disminución de un 25% de reproductoras con respecto a 2019”, y ha destacado significativamente “la reducción de un 20% de toros útiles en la RUCTL para la temporada de 2024 respecto a 2023 (reducción de casi un 33% si ponemos como referencia la temporada de 2022)”.

Este dato supone: “una llamada de atención para la oferta ganadera en la actualidad y en los próximos años”.

No obstante, los directivos han querido trasladar un mensaje de optimismo ante las próximas temporadas, y han coincidido en afirmar que “tras muchos años de esfuerzo y selección, la oferta por fin se ajusta a la demanda”.

Más o menos lo que nos venían contando los diferentes ganaderos entrevistados por “LA DIVISA”.

¿Una cura en salud? ¿O un aviso a navegantes para adecuar los precios actuales de gestión del ganado al caché por espectáculo, en muchos casos congelado dese hace años?, muchos. Y, también, una forma de auxiliar al empresariado, ante la afición, cuando se programen festejos de 3 y 3 (dos ganaderías) o se empleen otras fórmulas pares completar un encierro.

Lógico, en esta situación, pero la puerta queda abierta para la discrecionalidad de los empresarios y satisfacer los deseos de las figuras con sus hierros de cabecera.

Todo comprensible, que depende con la prudencia que se maneje. Porque lo decía mi abuela “se permite el uso pero no el abuso”.