Con esa inteligencia, con ese valor, con esa creatividad, con esa clase, con esa ambición ese torero nace.

El torero nace, lo pare torero desde el primer momento su madre.

|

ENTREVISTA A J.A. CAMPUZANO (PJC)


P: Yo creo que la función que desempeñáis algunos que sois hijos del cuerpo, que habéis sido cocineros antes que frailes. Creo que sobrepasa lo que es un mero apoderado, un mero administrador. Yo no sé si es preparador, cazatalentos, ¿Cómo se podría definir la función que hacéis vosotros en la Fiesta?

R: Lo de cazatalentos sería demasiado porque cazatalentos sería con cualquier talento. En este caso, yo soy una persona que dentro de mi vocación como matador de toros, me gusta muchísimo en el campo, en los tentaderos, en las novilladas sin caballos, en las becerradas, fijarme mucho en los chavales, incluso en el toreo de salón aquí en las escuelas taurinas de Camas. Me fijo muchísimo en los chavales y eso me hace preconcebir unas esperanzas, unas ideas en cómo puede ser el futuro de ese chaval dentro de dos o tres años. Y a partir de ahí, una empieza con la ilusión a trabajar.


P: Hasta que uno llega a ser apoderado, ha habido antes como tú bien dices, un largo camino de prospección, de proyección, de preparación, y luego una estrategia; enseñarlo a tiempo, no dejar que se pase el arroz. Es decir, todo son pautas que hay que ir llevando paso a paso de una forma muy sutil.

R: Sí, hay muchos apoderados. Ha habido muchos apoderados que sin duda, son apoderados de toreros hechos, consagrados, y claro es una profesión difícil el ser apoderado. Saber en qué momento apretar la cuerda, en que momento no se debe partir, o dejarla más floja. Y todo eso es una virtud, también. Pero claro, el ser un apoderado de un torero que lo sacas del cascarón y llevarlo hasta lo máximo, es muy difícil porque empiezas con un chaval de nombre que no lo conoce nadie. La gente ve lógicamente los defectos en el chaval, ven las virtudes, pero no se pueden imaginar cómo va a ser ese chaval dentro de unos años. Entonces, ese proceso desde que tú lo ves en el campo o en un tentadero, como Andrés Roca Rey en una corrida mixta que toreo a un becerro. Ese proceso es muy largo porque tienes que hacer y estructurar la forma, llevarlo por un camino e ir paso a paso y dentro de ese camino paso a paso, que no se vaya a detener nunca porque si no volver a empezar cuesta muchísimo más trabajo.


P: Tú prácticamente maestro, como matador de toros lo conseguiste todo. Hombre, cada uno no consigue todo porque en nuestra profesión siempre nos quedan asignaturas pendientes. La satisfacción de haber conseguido carreras como la de Castella, y ahora la de Andrés Roca Rey, ¿Es una prolongación de la vida activa cuando uno por razones de edad y de sitio, tiene que dejar la profesión? ¿Le satisface a uno, se ve reencarnado?, y que a lo mejor por circunstancias hay cosas que no llegó a cumplir en sus últimas ilusiones.

R: Yo siempre tanto lo de Sebastián Castella y me lo pregunta mucha gente: “¿No echas el toro de menos?”, ¿Cuándo te quitaste no sentiste la necesidad de seguir toreando al año o a los dos años?”. Y yo les digo a la gente que no. No, porque a lo mejor yo he sido un privilegiado y a lo mejor otros no han tenido esa suerte. Porque yo encontré a Sebastián, y en él vi la prolongación de lo que era mi vida como torero. Y ahora con Andrés Roca Rey me pasa lo mismo. Es llevar mi vida hacia las plazas de toros, hacia el público, hacia la gente. Yo veo a Andrés Roca Rey en una puerta de cuadrillas y me estoy viendo yo. Lo estoy viendo delante del toro y me veo yo mismo, es la prolongación de mi vida. Esto es lo que me hace vivir y satisfacerme personalmente.



P: Y luego por otro lado, está lo que es la humildad y qué es lo que os ha distinguido a los grandes maestros. Quizá la base de la grandeza, resida en la humildad y en saber buscar apoyos, la generosidad. Es decir, en el caso de Castella y una vez que el producto estaba hecho, el lanzamiento con Luis Álvarez, ahora con la empresa de Sevilla y también con empresarios mejicanos, la importancia que tiene México en este invierno para Andrés Roca Rey. Es indispensable la humildad para conseguir esa grandeza, y conseguir rematar un producto.

R: Siempre he pensado y digo: “No hay hombre sin hombre, uno solo no puede hacer nada”. Primero con Sebastián Castella estaba Roberto, después lo hicimos con Luis Álvarez porque era un hombre que podía darle la proyección a Sebastián de lo que era conmigo. Y en este caso, yo pensé que como hoy en día los tiempos han cambiado y se han modernizado, y si se fusionan los bancos, las grandes empresas para poder subsistir e ir para adelante, yo tenía que hacerlo. Entonces, pensé en la empresa de México, Casa Toreros, que son una gente extraordinaria y me ofrecieron unas posibilidades muy buenas. Y así están resultando fenomenales. Por otra parte, don Ramón Valencia de la plaza de toros de Sevilla me ofreció y me llevó muy por derecho. Me dijo que le veía al torero un gran futuro por delante, y quisiera apoderarlo contigo. No quiero ir por detrás porque soy un hombre de ir por derecho, y eso me ganó.


P: Tú has vivido como matador de toros en tu status de figura del momento, imprescindible en todas las ferias, alternando con todas las figuras contemporáneas. Has vivido momentos importantes con una serie de apoderados. Supongo que también te han enseñado lo que es la administración de un torero, porque para ti tiene pocos secretos; el capote, la muleta y sobre todo, la espada. Quizás desde tus primeros comienzos, con tu suegro, con Vicente Vega, y luego con Pepe Luis Segura, estas son las fuentes de las que has bebido para luego lo que es la administración de despachos.

R: Sin duda, todo eso en la vida te lleva a conseguir lo que tú pretendes. Aprendí de mi suegro muchísimo, aprendí a ser tolerante, humilde, a crearle ilusión a los toreros. Después como figura llegó en un momento importante de mi vida, en donde creímos los dos ciegamente y funcionamos perfectamente. Luego, Santiago López fue un hombre que en un momento importante de mi vida, llegó para darle una vuelta más a esa tuerca de mi vida como torero. Lógicamente, todo eso me hace pensar, recapacitar, voy cogiendo las formas y hay que ir también, modernizándose con los tiempos. Son muy distintos los tiempos que yo vivía con estos. Pero, todas esas experiencias las metes en un tarro, las revuelves y te sale el producto si todo va bien, que es el torero, lo que es la administración y la carrera del torero. Uno tiene que medir muy bien donde está la fuerza, como utilizarla y como apretar la cuerda o no apretarla.


P: ¿Está claro que el torero nace, pero la figura se hace, no?

R: El torero nace, lo pare torero desde el primer momento su madre. Con esa inteligencia, con ese valor, con esa creatividad, con esa clase, con esa ambición ese torero nace. Todo eso es una tormenta incontrolable, si no se sabe llevar por el camino justo. Hay que procurar que cada cosa llegue en su momento, que vaya entendiendo los pasos a seguir, las cosas como son, para pulir a ese diamante.

P: José Antonio algo que sientas que no pudiste acabar el producto y se quedó ahí en el anonimato, porque evidentemente las luces de neón de un torero como Castella, de un torero en estos momentos en boca de todos como Roca Rey. Alguno que hayas tenido ilusión y que luego todo se haya venido abajo por lo que haya sido.

R: A mí me creo muchísima ilusión y yo hice las cosas como creía que había que hacerlas en ese momento, para lanzarlo y que sacara todo lo que llevaba dentro y de lo que era capaz, y ese era Alberto Aguilar. Se acabó aquello muy pronto, no se pudo terminar de hacer la obra. Un torero al que me hubiera gustado seguir con él, es cierto que fui yo el que dejó al torero porque Sebastián me dijo que era él, o Iván García. Entonces, Iván García tenía un gran momento y podía haber funcionado a un nivel fuerte. Yo te estoy siendo sincero y hablándote sobre la verdad. Con esos dos toreros tuve muchísima ilusión, porque tenían y tienen las condiciones fabulosas para ser figurones del toreo, aunque es verdad que uno ahora está de banderillero.

P: Sebastián Castella, Roca Rey, y José Antonio Campuzano. Los tres de lo que habéis demostrado, ¿Cuál es la mejor izquierda de los tres?

R: Primeramente, hay gente que dice que en Sebastián se me ve a mí. Nunca fue mi deseo el que ellos se parezcan a mí. No quiero eso nunca porque yo no he toreado de salón con ellos, en el campo he toreado muy poco con ellos, yo los llevaba a casa de Dña. Dolores Aguirre, que es como mi madre. Creo que todo el mundo ha hablado siempre de que he tenido una gran izquierda, he sido un torero que ha tenido una gran importancia con la izquierda. Sí destacaría de mi persona, que no ha habido ningún toro que me haya quitado el sueño. He toreado toros de todo tipo de ganaderías, duras y menos duras como se suele decir. No me ha quitado ninguno el sueño, y he podido con todos. Entonces, Sebastián que es más antiguo que Andrés, tiene unas condiciones innatas en él; del valor y de la ambición que tiene como torero. A veces, el que toree con la izquierda o con la derecha no tiene tanta importancia, sino la ambición de sentirse cada día más grande y sentirse el mejor de todos, y eso es lo que tiene Sebastián. Después, Roca Rey tiene una clase extraordinaria, un torero que lo ves andar por la plaza y llena aquello. Un torero con una facilidad tremenda para andar con los toros, una inteligencia que ahora mismo con el poco recorrido que tiene, yo como torero y con esa misma edad no tenía esa madurez que tiene Andrés Roca Rey. Por tanto, tiene una proyección grandísima, yo ahora mismo no te podría decir que va a ser figura del toreo diez años por ejemplo, porque puede serlo hasta veinticinco.

P: ¿Cuál de las tres espadas es la mejor?, porque en la espada el maestro era un cañón.

R: Sinceramente, yo he matado a toros muy bien. También te digo que Sebastián ha matado a toros extraordinarios. Yo he visto a Sebastián que cuando ha querido y con el empeño de verdad, los ha matado muy bien. Ha toreado a toros muy bien, los ha matado muy bien, despacio y bien hecho. Andrés Roca Rey es muy seguro con la espada, tiene agallas de ir con la espada aunque el toro le eche mano, y lo ha demostrado todos los días. Sebastián por la experiencia que tiene ahora mismo, está matando a los toros despacio y muy bien.

P: De testosterona andáis por un estilo porque esto no es que el valor se le supone, esto es que el valor lo ratifican tarde a tarde. Creo que eso es imprescindible para ser torero.

R: Hoy en día, tal y como está el toreo y como sale el toro, un toro grande y que hay que tener mucha experiencia para pegarle pases porque hay que tener una capacidad para buscarle las distancias. Hay que buscar la altura del muletazo, porque el toro te exige muchísimo. El volumen también asusta, por esa seriedad que echa el toro en todos los lados, hace falta tener un gran grado de valor. Y el valor hace que el riego sanguíneo te llegue a la cabeza, que pienses con frialdad y que no te dejes llevar por la emoción del corazón, sino que la mente es la que te lleva al triunfo final.

P: A ti te tocó competir con los Manzanares, Capea, Paquirri, Ojeda, Ortega Cano, Julio Robles, Palomo Linares…

R: Sí, había que aprender todo los días de ellos.

P: ¿Estos te pillaron de pipiolo, no?, porque los de tu generación, luego se incorporaron los Espartaco y compañía. Esa época fue mucho más competitiva que la que hemos tenido hasta ahora, y la que se vislumbra con la llegada de Andrés Roca Rey, López Simón, Garrido, todo esto es comparable o aquello fue otra historia, cualquier tiempo mejor o fue simplemente distinto.

R: No, fue como tú bien dices, otro tiempo distinto. En esa época se peleaba uno mucho en la plaza con los toreros, se arrimaba mucho, pero eran otros tiempos. Los públicos pensaban distintos, las noticias del toro llegaban un poco más tarde a los hogares, a los aficionados. Hoy en día, todo el mundo sabe lo que está pasando. Entonces, pienso que como hoy se arriman los toreros y torean, no se ha hecho en la vida. Hoy se torea mejor que nunca y se arriman más que nunca a ese pedazo de toro. Le cogen unas distancias y una colocación que no se la hemos cogido nosotros en la vida. Todo el mundo que fue figurón del toreo en esa época se podía haber amoldado perfectamente a ésta. Y de hecho, lo estamos viviendo actualmente en el rejoneo, también. Simplemente son épocas distintas, y creo que igual que se arriman ellos, lo podríamos hacer nosotros. Aunque se está toreando mejor que nunca.

P: Andrés Roca Rey temporada 2016, y se está en boca de todo el mundo, son tanto él como López Simón las sensaciones para refrescar el escalafón de extraordinarias figuras que hay. Quizás va a ser una motivación el torear con estos jóvenes y ya se ha manifestado que se van a abrir carteles, hay necesidad de que haya estas novedades que han irrumpido con tanta fuerza. Por lo tanto, comenzar en Castellón y terminar en Zaragoza o en Jaén, sin dejar ninguna plaza de pisar.

R: Ahora mismo, las mismas figuras del toreo los están viendo venir y dicen: “Aquí viene el relevo nuestro”. Pero ellos como figuras del toreo que son, no se van a dejar ganar la pelea. Vamos a ver una competencia preciosa porque ellos van a salir al 100% con su experiencia sobre los jóvenes, y van a hacer disfrutar muchísimo al público. Esas figuras del toreo que están en una batalla diaria, pero viene la nueva generación a relevarnos. Ellos no quieren quitarse de esa silla de mando que tienen. Entonces, entre las figuras y la nueva generación peleándose en la plaza, está previsto que sea una temporada de época y de disfrutar muchísimo los públicos. Los toreros van a dar el 100% que tiene cada uno dentro.

P: Decía el maestro Antoñete: “Pronto y en la mano”. El otro día se lo preguntaba a Andrés, y dijo que él torea donde diga su apoderado y su maestro. Vuelvo a repetir, sin hacer ascos a ninguna plaza de primera incluida Madrid, confirmación de alternativa.

R: A veces uno lleva a un torero y lo está viendo, lo mide y sabe si es pronto para ir a tal sitio, aquí o allí. Ha llegado un momento en el toreo que si quieres funcionar de verdad, si quieres ser figura del toreo, no se puedo uno entretener en el jardín de la casa. Uno tiene que estar a lo que tiene que estar, ya saben cómo es el toro, y lo que hay que intentar es estar con ese toro y conseguir esa experiencia que se necesita para estar delante del toro. Sin duda, el ir nosotros a América, el tenerlo yo toreando todo el invierno en América, es una preparación para la temporada en España. Nosotros estamos en América y va todo fabuloso, yo no puedo hablar de unas cantidades de dinero, y yo voy a América porque quiero que Roca Rey abra camino, abra unos nuevos horizontes para él, y sin duda, que vaya cogiendo una experiencia para el toro que le queda este año en España, y que va a ser muy duro.

P: ¿Tienes ya hecho Valencia y Sevilla?

R: No, yo el otro día estuve reunido con Ramón Valencia. Todavía hay reuniones con todas las empresas, hay una muy buena predisposición para torear tanto en Castellón, Valencia, Sevilla, Arles, Nimes, Madrid, pero no te puedo decir si vamos. Todavía no están cerradas las cosas, pero sí hay una predisposición muy grande por parte de las empresas para que Roca Rey esté en todas esas ferias.

P: Andrés Roca Rey es en estos momentos, tan importante como el presidente de la República. Es el caso de Sebastián Castella en Francia, el caso de César Rincón en Colombia, y en el caso de César Girón en Venezuela, que quizá haya sido el torero más importante que ha dado América en el panorama taurino. ¿Ha sido una convulsión lo que está sucediendo en el Perú, no?

R: Sí, ha sido una convulsión que nunca había pasado. Un torero de la talla de Andrés Roca Rey ahora mismo, nunca lo había habido en el Perú. Desde luego, lo de Roca Rey viene desde novillero. Un novillero que en el mes de abril, un 18 de abril no teníamos prácticamente nada. Ha abierto todas las puertas donde ha ido, plazas de primera, de segunda y de tercera. Ahora mismo, en el panorama del toro como es Francia, España, Colombia, Venezuela, el Perú, Ecuador tenga el ambientazo que tiene, eso ha pasado muy pocas veces. Afortunadamente, he tenido yo la suerte de encontrar ese filón de diamante que no se encuentra todos los días.

P: Andrés Roca Rey supongo que a ti y este año coincidiréis, ¿Se ha pasado ya el disgusto del Zapato de Oro del año pasado con Ginés Marín?, ahora que de matador de toros le he cogido la delantera, ahora se va a enterar este cuando toreemos juntos…

R: Andrés Roca Rey tiene en su corazón clavado el Zapato de Oro de Arnedo. Eso de no tenerlo en la vitrina en su casa, a Andrés Roca Rey le duele como torero. Eso es muy bueno porque ahí demuestra que él tiene ambición de ser mejor, de ser un torero extraordinario, y de intentar rivalizar con ellos todos los días. Esa ambición es la que a mí me gusta, y esa ambición es la que a mí me llegó a convencer de que Roca Rey podía ser una de las próximas figuras del toreo. Qué duda cabe, que el día que se vea en una puerta de cuadrillas de matador de toros junto a Marín, a mí me encantaría estar allí para verlo y presenciarlo.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.