​Despachos y despechos

EDITORIAL (PROGRAMA LA DIVISA DEL 1 DE NOVIEMBRE 2021)

Despachos y despechos

Es lo normal en cuanto termina temporada y se barrunta el invierno. Los despachos echan humo con el trasiego de rupturas de apoderamiento, divorcios, y su consecuente nuevo matrimonio con otro u otros apoderados.

Algunos son producto del despecho, de los celos con otros compañeros de “cuadra” y otros de toreros de culo inquieto que nunca están satisfechos de su administración y ya han pasado por todo el escalafón de hombres, y nombres, ilustres.

Los más sonados casos recientes han sido los de Paco Ureña, desvinculándose de una casa poderosa, y eficaz, apoderados puros, como es la de “Los Lozano” y la ruptura de Ginés Marín con los hermanos Ortiz.

Quizá Ginés, el último gran suceso de la temporada, busque un mayor glamur, pero, a nuestro entender, no hay causas objetivas para romper con estos dos honestos ¿taurinos? que - por supuesto él con su espada y su muleta- le han llevado al éxito ¿casualidad o las cosas bien hechas: Madrid y Alcurrucén?

De tal guisa, Ginés, se ha ganado, por méritos propios, no pasar -ni hacer pasar a sus apoderados- fatigas para ir cumbre colocado en las primeras ferias importantes como Olivenza, Fallas, Castellón, Sevilla, Madrid y el prólogo francés. Luego, la 2022 volverá a depender de él.

Ginés ha optado por unirse a Curro Vazquez, gran elección por lo que el rubio maestro le pueda aportar estando, joven, todavía en progresión y crecimiento, pero con toreros bajo su administración como Cayetano y Pablo Aguado, con prioridad por orden de antigüedad, que son de ese mismo grupo a pelear por un cartel, una fecha y una ganadería, sobre todo por abril en Sevilla. Solo nos queda desearles suerte tanto a apoderado como poderdante

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Ureña no ha nombrado quien sustituya a “Los Lozano”, salvo Matilla. Ureña ha recorrido todos, o casi todos, los despachos de los apoderados -o “casas” de mayor pedigrí. Su carrrerón, pese al parón de 2021 le asegura, si a los empresarios no les falla la memoria y el 2019 es una excusa de mal pagador para no acordarse, estar en las ferias, todas, importantes. No de inicio, sino en todo el ejercicio, en España y Francia. Sobremanera en Madrid (un ídolo) que da mucho y quita poco. El problema sería el cómo, cuándo, con quien, y el “a cuanto”, cosa que Luisma y Pablo han cuidado con esmero pese a no haber tenida suerte con la de Jandilla y Victoriano en Las Ventas y no optar por el hierro de la casa, Alcurrucén ¿ fantasmas del pasado? que a la postre posibilitó el triunfo de Morante y Ginés Marín esa tarde. Suerte a Ureña, que se la ha ganado, y ,sobre todo que acierte y si se equivoca que sea él y no por consejos ajenos.

En la “casa Lozano”, el verso suelto que es Fernando tampoco seguirá con Álvaro Lorenzo, o que el torero ha roto con él ¡que más da! Esperemos noticias y que acierte, porque su “liga” es la de muchos y va a hacer falta manos expertas y de cierta influencia para sortear la competencia de ese grupo de toreros.

También Julián Guerra se ha quedado sin dos toreros: Juan Leal y Joaquín Galdós. Más de lo mismo.

Eso sí, todas las rupturas se han llevado a cabo con una cordialidad desusada y agradeciendo los servicios prestados. Al menos así consta en los partes oficiales.

Nada nuevo bajo el sol.