Lección magistral de los ganaderos de Jandilla con un salón de actos en Villaseca de la Sagra lleno

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Jandillas



Bajo el título “Ganadería Jandilla. Cuarenta años de bravura en el campo español” se ha celebrado la segunda charlas coloquios de las “XVIII Jornadas Taurinas” de Villaseca de la Sagra con un lleno en el salón de actos pese al frío, la lluvia y la coincidencia con el fútbol donde se ha rendido un sentido homenaje a la figura de un ganadero que dio una lección magistral en el acto, Borja Domecq Solís.

Con la presencia de Borja Domecq Solís y Borja Domecq Noguera y bajo la moderación del periodista Alfredo Casas se ha repasado el pasado, presente y futuro de uno de los hierros más emblemáticos del campo bravo español.

“Nuestro padre Juan Pedro Domecq nos inculcó valores éticos y el enorme sentido de la bravura a todos los hijos” señalo Borja Domecq Solís.

Borja Domecq Solís recordó la figura de su padre resaltando “sus valores éticos y el enorme sentido de la bravura” que transmitió a sus hijos. El ganadero oficializó la cesión del testigo en el mando del hierro a su hijo quién asumió el reto de mantener el sitio alcanzado por la vacada.

El ganadero fue ovacionado fuertemente al recordar a Hebreo, toro lidiado en Madrid con gran éxito, indicando que el público no lo pidió y es a estos a los que hay que respetar como “aquellos que mantienen la fiesta” y indicando que también son aquellos que van indicando al ganadero hacia dónde llevar su hierro en base a los gustos que manifiestan.

Borja Domecq Noguera explicó como ellos tuvieron que lidiar más novilladas sin caballos como consecuencia de la crisis, para eliminar animales de peores hechuras y por el coste imposible de asumir de las novilladas picadas. En cuanto a la selección señaló que en su casa se tientan los sementales cerca de los cuatro años debido a que a medida que aumenta la edad se reducen sus embestidas y así se aprecia más las condiciones del animal, a lo que añadió que por eso es favorable al indulto “por ser la plaza el lugar en el que más se exige al toro y dónde mejor se le puede ver”.

Ambos ganaderos reconocieron que el toro de ahora ha pecado de exceso de nobleza en busca del toro que facilitara el triunfo pero que se está logrando un toro de más movilidad sin perder la condición de embestir.

Borja Domecq Solís reconoció que estamos ante el toro más bravo de la historia y que el riesgo es esencial para llegar al público.

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