Manuel M. Erice (Chopera) "A mí me encantaría volver a Las Ventas, nunca lo he ocultado. Las Ventas me cambió mi vida para bien"

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Manuel M. Erice (Chopera) "Creo que la palabra es lo que más vale en un hombre y luego ser honesto con uno mismo y honesto con el trabajo"


2- "A mí me encantaría volver a Las Ventas,  nunca lo he ocultado, me encantaría. Las Ventas me cambió mi vida para bien. Ahora hay que esperar a que salga el pliego, a ver las condiciones,  ver el tema."





EL RESUMEN


1-La verdad es que mi vocación en mi caso fue de una forma absolutamente natural. Lo he vivido con mi padre,  desde que decidí dedicarme a esto,  lógicamente, en mi casa ya lo vivía, aunque tampoco   mi padre estaba todo el día hablando de toros.


2-Poco a poco mi padre fue delegando en mí, fue dándome un   poquito más de protagonismo, un poco más de capacidad de decisión. Y no  sé, vería que valía  y para cuando quieres darte cuenta ya estas llevando  una plaza, llevando un torero. Hasta hoy,  que ya han pasado  muchos años.


3-Yo veía la forma de actuar,  la forma de ser, sobre todo de comportarse con la gente, el respeto por supuesto a la profesión, a la fiesta y sobre todo a los toreros. Y bueno,  cuando uno es jovencito, eres una esponja, lo asimilas  todo y por supuesto que me ha enseñado  muchísimas cosas. Lo que siempre me decía desde muy pequeño era sobre todo el respeto a la palabra. Eso para él es fundamental. 


LAS VENTAS

4-Ahora mismo lo recuerdo con añoranza, no te  voy a mentir,  no te lo voy a negar, porque nosotros siempre dijimos que  nuestra intención hubiera sido seguir, no fue una salida voluntaria, pero este negocio es así. A veces ganas y a veces pierdes. Perdimos el concurso y nos tocó salir, pero hubiéramos seguido, ese era nuestro deseo, por supuesto que me gustaría volver a Las Ventas.


LA ENTREVISTA

POR ROSI FERNÁNDEZ


Comenzó con su padre hace ya hace años, pero no sólo fue su padre, también su abuelo, su tío, primos, 

¿cómo lo vivió usted y cómo empezó en este mundillo tan difícil?


Mi caso fue de una forma absolutamente natural. Lo he vivido con mi padre, desde que decidí dedicarme a esto. Lógicamente, en mi casa ya lo vivía, aunque tampoco   mi padre estaba todo el día hablando de toros. En mi caso no había mucho ambiente taurino, pero mis hermanas y yo vivíamos su trabajo, teniendo en cuenta que viajaba mucho y estaba siempre fuera de casa. Lógicamente, sabíamos a lo que se dedicaba.  Eran normales las llamadas de su trabajo para cerrar contratos, era algo natural. Con 14 o 15 años lo acompañaba a esos viajes, yo era un crio, pero él notaria que en mí despertaba cierta afición a este mundo.

Fui creciendo poco a poco, hasta que ya te vas haciendo un poco más mayor y empiezas a convivir con toreros, empiezas a hacer temporada siempre de su mano y a acompañarle. Con 18 20 años empecé a compaginar mis estudios en invierno y la temporada de verano. Al principio, me montaba en el coche de algún torero. El primero fue con David Luguillano, hace ya unos años, en los años 82 y 83. Fue de forma muy natural. Poco a poco, mi padre fue delegando en mí, fue dándome un   poquito más de protagonismo, un poco más de capacidad de decisión, y vería que valía. Para cuando quieres darte cuenta, ya estas llevando una plaza, llevando un torero.


¿Qué le ha enseñado su padre y José Antonio Martínez Uranga?


Todo, todo lo que sé, lógicamente es por él. Como todos los hijos, se aprende de tu padre. En mi caso, para mí es el mejor taurino que he conocido y encima es mi padre. Como puedes imaginar, tantas horas y tantas horas de coche…

Han sido muchísimos viajes juntos por todo. Seguramente no es que me enseñara soltándome teoremas o teorías. Me enseñó con el ejemplo.

Yo veía la forma de actuar, la forma de ser y, sobre todo, cómo comportarse con la gente y el respeto a la profesión, a la fiesta y a los toreros. Cuando uno es jovencito, eres una esponja. Lo asimilas todo y aprendes muchísimas cosas. Lo que siempre me decía desde muy pequeño era el respeto a la palabra. Eso, para él, es fundamental.  Creo que la palabra es lo que más vale en un hombre y ser honesto con uno mismo y honesto con el trabajo.

 Es un trabajo, sobre todo el de apoderado, ya que te genera mucha responsabilidad, porque no estás gestionando algo tuyo, sino que estás gestionando lo de otra persona que pone en tus manos algo tan importante como su carrera. Eso es una responsabilidad muy grande y eso es lo que me inculcó. Sobre todo, ser responsable, muy cuidadoso y tratando de sacar las cosas del torero, incluso por encima de las tuyas, pero sobre todo tener palabra.


Doce años gestionando la plaza más importante del mundo, el sueño de cualquier empresario, Las Ventas, ¿cómo recuerda esos años?


Lo recuerdo como muy cercano, porque tampoco ha pasado tantísimo tiempo. Está bastante reciente aún, ahora mismo con añoranza, no te voy a mentir, no te lo voy a negar, porque nosotros siempre dijimos que nuestra intención hubiera sido seguir. No fue una salida voluntaria, pero este negocio es así. A veces ganas y a veces pierdes. Perdimos el concurso y nos tocó salir, pero hubiéramos seguido, ese era nuestro deseo.

 Llegamos a Las Ventas en 2005. Yo tenía 41 años y ya había ya andado mucho en este mundo. Pero bueno, el máster qué haces en Las Ventas, es el de verdad. No es que te haga saberlo todo en esta profesión, pero si casi todo lo que se puede saber. Fue una experiencia increíble. Es muchísimo trabajo. A mí me cambió la vida. Yo vivía felicísimo en San Sebastián con mi familia, porque yo ejerzo mucho de donostiarra, porque vivir allí me parece que  es vivir en el paraíso. A mí, Las Ventas me supuso trasladarme a Madrid con mi familia, y mis hijos que eran muy pequeños. En Madrid sigo viviendo y muy contento. Pero sí que me cambió la vida, Las Ventas me cambió la vida para bien. Fueron 12 años maravillosos con sus momentos mejores, peores y con dificultades, porque las hay, pero para un taurino es llegar al máximo.


Está en sus pensamientos y proyectos volver a reconquistar Las Ventas.


Pues decir que no sería mentir. A mí me encantaría,  nunca lo he ocultado, me encantaría. Ahora hay que esperar a que salga el pliego, a ver las condiciones y a ver el tema. Me gustaría sólo o en compañía de otros. La verdad que es un año importante para España, para Madrid, porque siempre que hay concurso en Madrid es muy importante para todos los que nos dedicamos a esto. Lógicamente, ahora mismo estamos todos muy expectantes, esperando a que salga el pliego. Ya te digo de nuevo, me encantaría volver a Las Ventas.


¿Qué balance nos hace de 2021?


Bueno, pues la verdad es  que contento. En sociedad con los hermanos Matilla, con los que me une una relación más que profesional, casi familiar. Hemos dado en sociedad con ellos Castellón y Valladolid.

También en solitario alguna andadura y con Jorge Arellano nos metimos en Alcalá el año anterior. Fue un triste recuerdo por lo que pasó a última hora, cosas de la política. Pero este año pasado volvimos a Alcalá para sacarnos un poco la espinita y estamos muy contentos con el resultado de la feria. También, dimos El Espinar, una plaza que hace muchos años tuvo mucho esplendor. Es una plaza de verano, a la que iban siempre las figuras y estaba un poco de capa caída. Yo creo que juntar en El Espinar, carteles como El Juli, Manzanares, en este caso Román y un segundo cartel con Emilio de Justo, Roca Rey y Javier Cortés… Esas cuatro máximas figuras.

Además de un cartel de rejones con la presencia de Diego Ventura y Sergio Galán…creo que le dimos a El Espinar un nivel que hacía muchísimos años que no tenía, en ese sentido estamos muy contentos. Seguramente los resultados económicos no fueron todo lo positivos que esperábamos, contábamos con algo más de gente. Pero bueno, eso es un poco la vida del empresario, aunque siempre uno espera más.


Las restricciones perjudicaban a los empresarios.


Después de las circunstancias en las que nos ha tocado desenvolvernos y vivir, estamos satisfechos o por lo menos hemos sido capaces de echar algo hacia adelante.


Se acerca La Magdalena, ya estamos en puertas de Castellón, ¿nos puede adelantar algo? ¿tiene preparado algo con la Casa Matilla?


No es que no quiera, no puedo. Porque, créeme, antes de venirme para América, hablé con Toño y decidimos esperar un poco a ver el tema de los contagios.  Dios quiera que no vuelva haber restricciones. En la segunda quincena nos pondremos manos a la obra, lo que queremos es montar una buena feria, con cuatro o cinco corridas como mínimo.


¿Cómo se vive la tauromaquia en Colombia en estos momentos?



Pues la verdad, concretamente en Manizales es algo espectacular. Manizales ahora mismo, yo pienso que es de las mejores ferias. Entendiendo la feria por ciclos, está consolidada. Esta plaza es una delicia. Román toreó el día 5, pero me quedé viendo toda la feria. Ha sido espectacular, un ambientazo, muchísima gente joven en el tendido y muchísimos triunfos. Ha sido una salida maravillosa, siempre lo es, pero este año estamos todos un poco más emocionados, ya que el año pasado no pudo celebrarse. Solamente el hecho de volver a estar aquí ya es motivo de alegría.



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