​1/15 DE AFORO

EDITORIAL (Progrma LA DIVISA del 29 de enero 2018)

Pedro j. Cáceres

1/15 DE AFORO

Chapuzas “a la mexicana”

Eso es lo que generosamente y a ojo de buen cubero registró ayer, domingo 28, La Monumental de Insurgentes.

Dicen que “mal de muchos, consuelo de tontos”. Otra versión lo remata como epidemia, el mal de muchos.

Estamos hartos de rasgarnos las vestiduras en el estío madrileño con los ¼ de plaza (incluso 1/5) que en el peor de los casos superan lo registrado en “La México” con diferencias absolutas y relativas: el tipo de festejo y cartel (respecto de los veraniegos del “foro”) en una población metropolitana de 7M y el festejo capitalino enmarcado en el cogollo de la llamada “Temporada Grande” y en vísperas del, otrora, acontecimiento nacional en torno a la Fiesta Patria del 5F para un área de más de 20M de gentes.

El cartel, del domingo 28, era de esos de nivel medio en San Isidro que meten entre 15.000 y 20.000 clientes. “No hay billetes” si, además, se anuncia el último triunfador del abono madrileño.

Ginés Marín y los cada vez menos jóvenes y menos promesas como Juan P. Sánchez y Arturo Saldívar fueron los que trenzaron el paseíllo y a la postre los inocentes que pagaron el pato del hastío de la poca afición mexicano que vio como por toros salían animalejos más propios de la “becerrada de los mozos”. Lo que a su vez provoca que el escaso público se enfade en grado de indignación suma y arremeta contra los toreros para que el amor propio y la responsabilidad de estos, en especial el gran triunfador de la temporada española, tuviesen que hacer un esfuerzo sobrehumano con riesgo de su vida bajo un aguacero que se saldó con dos volteretas muy fuertes a Ginés Marín -de las de vergüenza torera- y la cornada grave a su apoderado cuando intentó el quite.

El “torito” mexicano criado a conciencia por muchos ganaderos aztecas a imagen y semejanza de las grandes figuras españolas ante la merma del billete de honorarios puede ser el causante de tanta deserción de la plaza más grande del mundo.

Lo que no se entiende es que ese “torito” se echara en un festejo donde la terna, en conjunto, carecía de la fuerza necesaria para imponerlo. Lo cual nos lleva a pensar que lo del “becerro” es un vicio que no discrimina o que la corridita estaba apañada para cualquier otro cartel de mayor fuste y que alguien responsable la echara para atrás y esta terna se “lo comió”.

Y además del habitual “novillote” los carteles no han cautivado al personal ni en sus combinaciones (manifiestamente mejorables aun con los mismos mimbres) ni en su elenco total. Y sobre todo porque se entiende que dicho plantel en esta segunda parte de la temporada tiene notables ausencias que achacan tan sólo a los caprichos de la Empresa.

En un México taurino en que tan sólo tiene gancho el mayor de los Adame y Luis David tiene que ir muy arropado, del resto del escalafón es imposible siquiera meter 1/3 (15.000 gentes) si la dupla azteca no se trufa con ausentes como Ponce (sobretodo, por ser el gran consentido y triunfador del mundo mundial y de la 1ª parte de esta temporada grande), Manzanares y Talavante.

Claro que muchos se sienten más que satisfechos porque en José Tomás ha matado un toro en la temporada.

¿Para que van a volver?