" Era consciente que iba a ser un punto de inflexión muy importante la tarde de Madrid"
" Gracias a Dios, el teléfono está sonando. Ahora que tener paciencia en elegir bien"
Entrevista por Alejandro Martín Carabias
Uno de los triunfadores de este este fin de semana de la Virgen de la Paloma llevó las letras grabadas en oro, Adrián de Torres. En la plaza de toros de Las Ventas cortó una oreja un excelente toro de la ganadería de José Enrique Fraile de Valdefresno.
Enhorabuena por la dimensión…
Estoy muy contento por la tarde en Madrid y bueno, y agradecer también al ganadero por ese pedazo de toro. Y pude expresar parte de mi toreo.
¿ Cuándo le vio las virtudes?
Ciertamente aposté muy pronto. O sea, fui a apostar a lo que yo quiera. Y en la primera tanda ya vi el toro y las condiciones que tenía para poder interpretar mi toreo.
Fueron cinco o seis series…
Sí, exactamente, fueron cuatro tandas, que fue las cuatro tandas que realmente el toro me dejó pegar. El toro tuvo su lidia y la clase que tuvo fue impresionante, y la bravura también. Fueron cuatro tandas que a mí me supieron a mucho.
Caló arriba.
La verdad que a partir del cambio de mano, ahí vi a Madrid que se metía en la faena.
¿ Cómo la enfocó?
Realmente intento no meterme presión en las corridas de toros, pero sí era consciente de que esta tarde iba a ser un punto de inflexión muy importante. Sabía que algo tenía que pasar porque iba a ser más o menos un punto de inflexión en mi carrera, en cómo iba transcurrir… Fue por la mentalización, por buscar siempre la tranquilidad en uno mismo y ,sobre todo, la confianza. También sobre la tarde y lo más difícil, disfrutarla.
¿ Cómo se disfruta una tarde en Madrid?
Sabiendo que torear en Madrid, sea la fecha que sea, es un privilegio. Y la gente está contigo y tú estás con la gente, evidentemente. Ese calor lo siente el Madrid. El hecho de torear un toro con unas condiciones para poder torear bien de verdad y expresarlo a través de mi toreo, pues no queda otra que disfrutar. Porque al final lo importante es expresar lo que uno lleva en el alma.
La espada no falló.
La espada está aún en un proceso de buscar mi forma. Estoy consiguiéndolo e intento entrar despacio, que también por eso me pasó en el primer toro. Intento entrar despacio para hacer bien la coordinación. Sabía que tenía que tirarme, de hecho no pensé nada. Pensé como si fuese el carro. Y entró dentro.
Ahí ya sí que la tenía cortada.
Sí. Iba a ser así, el triunfo estaba ahí.
¿ Ha sonado el teléfono?
Sí, el teléfono está sonando y hay que tener mucha paciencia y elegir bien. Es una suerte que te llamen y las cosas se irán viendo.
Más que para este año, se dejan las cosas un poco encaminadas para el que viene.
Esta oreja va a servir para mucho. No solamente creo que sirva para Madrid, va a servir para otras cosas más. Y todo llega al final. Los tiempos no son perfectos y sabe Dios cómo tiene que hacer las cosas.
¿ Se puede equiparar a la resonancia de la tarde que le lanzó en Cenicientos?
Es una tarde parecida. La única diferencia lo que se hizo fue en Madrid. Para mí, a nivel profesional y a nivel personal, a día de hoy, ha sido muy importante la de Madrid. En la otra no estaba al nivel que estoy ahora.
Esta tarde de Madrid llegó el 15 de agosto, debió de llegar antes por los triunfos del año pasado en Las Ventas…
Todo pasa por algo en esta vida y ha tenido que ser así. Nosotros mismos nos ponemos pruebas de fe. La vida te pone una serie de desafíos y tú mismo te pruebas la fe que tienes. Dios prueba la fe que tiene. Entonces, a veces las circunstancias pasan de tal manera para probarte. Entonces, en este tiempo que no tenía nada, he seguido entrenando. Me llamaron para Madrid 20 días antes y realmente estaba tranquilo, porque estaba preparado y no aburrido. Al fin y al cabo mi día a día es entrenar y prepararme porque me dedico plenamente a mi profesión.
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