Román se queda al fielato de la PG en Madrid

La corrida de hoy fue para tíos bragaos, un encierro con mucho que torear, con fondo en el último tercio. Destacó el excelente segundo, de nombre Orgulloso, que traía las llaves de la gloria para encumbrarse en Madrid. En cuanto a los espadas, no se dejaron en el tintero nada, con sus virtudes de El Fandi, Román  y Valadez. Otra cosa es lo cosechado en el ruedo, ante una corrida para haber salido a hombros.

Orgulloso cayó en manos de Román, que, a decir la verdad estuvo bragao, apostando en toda la tarde. Quedándose en el fielato de la PG. Orgulloso volcó su son el percal del valenciano, apuntando las notas que sacó en el último tercio: humillación, recorrido y casta. Un combo perfecto pero nada fácil. Román apostó, pronto y en la mano. El planteamiento y el nudo de la faena siguió el patrón de cuatro y el de pecho, ligados. El culmen llegó con una portentosa tanda a zurdas, látigo. Quedaron en un diremite las siguientes tandas, que no tuvieron la fuerza de ésta, hasta en unos redondos a diestras, ligados, y Madrid volvía a bramar. Una poncina que acabó con un natural que cobró la luz propia que debió de tener la faena. ¿ Apostó Román? Claro ¿ Que una tanda por ambas manos hubiera llegado al culmen de dos orejas rotundas? Creo que sí. La espada cayó arriba y el tiempo de demora lo dejó en un orejón de ley. Orgulloso se fue con los honores de una cerrada ovación y la otra oreja colgando. Con la PG entre abierto Román se la jugó a puro huevo ante un animal que lo vendía caro. Cada embroque contaba con la verdad y el valor de lo macizo. Las series por ambas manos cobraban color porque allí abajo un hombre se jugó la vida. Estocada arriba. El descabello dejó sin puerta grande a Román.

El Fandi acabó estoqueando a tres toros de Gallardo por la cogida de Valadez. Su primero sacó gran clase en la franela. El de Granada ligó las series en un trasteo periférico. Madrid lo reprochó. Mismo patrón fue en el cuarto y sexto- un armario- que sacó fondo en último tercio. El sexto también tuvo nobleza, el más sosete del encierro. 

Cerraba el cartel Leo Valadez, el mexicano tampoco se dejó nada en el tintero en un trasteo que se fue amontonando poco a poco ante un animal que sacó casta, pero con el defecto de pegar un tornillazo al final del muletazo. Cuando pulió, ese defecto- en contadas ocasiones- aquello fluía mejor. Fue prendido por dos veces. La última tirándose a matar. El de FY le cazó por el pecho. LV pasó a la enfermería sin poder continuar con la lidia.

Plaza de Toros de Las Ventas. Feria de San Isidro. Tres cuartos de entrada. Toros de Fuente Ymbro, muy bien presentados. 1° con clase; 2° excelente, de gran pitón izquierdo; 3° encastado, con el defecto de pegar un tornillazo; 4° con fondo; 5° exigente; 6° noble 

El Fandi, silencio tras aviso, silencio y silencio 

Román, oreja tras aviso y vuelta al ruedo tras dos avisos

Leo Valadez, ovación 

PARTE MÉDICO LEO VALADEZ

Luxación hombro derecho y contusiones y erosiones múltiple. Se reduce bajo sedación en la enfermería de la plaza de toros siendo trasladado para estudio radiológico al Hospital la Fraternidad Muprespa-Habana.

Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia.

Fdo. Dr. García Padrós / García Leirado 

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