David de Miranda: " Tras Sevilla, hay buena predisposición para estar en ciertos sitios"

" Tras Sevilla, hay buena predisposición para estar en ciertos sitios"

" Me quedo con la espinita de que no fuera más certera la estocada, posiblemente estaríamos hablando de una Puerta del Príncipe"

Uno de los nombres propios que ha dejado este comienzo tan importante de la Feria de Abril es David de Miranda, que cortó dos orejas a ese 5.º toro de la tarde, sino es por la espada y el descabello estaríamos hablando de Puerta del Príncipe.

Enhorabuena.

Estoy feliz y lleno de ilusión porque me ha servido en la parte personal  seguir ilusionado conmigo mismo, con mi carrera y creer más en mí mismo y tener esa fe de que mi momento está por llegar. Y con la faena y la tarde en general de Sevilla. Pero con la espinita de la estocada en el primer toro y no haber tenido que hacer uso del descabello, posiblemente estaríamos hablando de una Puerta del Príncipe, que hubiera servido de trampolín para mi carrera.

Es de las mejores faenas de su carrera, ¿lo ve así?

Pues sí. Le doy la enhorabuena a Santiago Domecq, porque me permitieron torear como siento. El 5.º toro fue extraordinario. Pidieron el indulto y la pena fue que se rajara en la última tanda, pero tuvo unas cualidades magníficas para torear con sentimiento, el alma… el toreo va de eso. Cuando te emocionas toreando un animal, te permite emocionarte con sus embestida y entregarte también porque se entregaba en cada muletazo. Eso hace que el público se entregue. Y ha sido de las faenas que, quizá, más relajado he toreado o más como lo siento, con más calidad, por así decirlo.

¿Cuándo le vio las cualidades?

Tanto el primero como el segundo me gustaban desde que los veía. Los animales se estaban dosificando con el capote y no terminaban de romper, pero les veía las expresiones, las miradas, la obediencia…  cuando estamos delante nos van marcando lo que pueden llegar a hacer en la muleta. Y hay que ir apostando por ellos, haciendo las cosas bien al principio y sacaron un fondo magnífico en la muleta.

¿Generan cierto miedo estas circunstancias?

La presión y la responsabilidad nos atenaza, porque somos conscientes de nuestra situación, nos tienen un poco en el olvido y necesitamos un triunfo importante en una feria como Sevilla, que lanza nuestras carreras y en diez minutos nos puede cambiar la vida. Y esas cosas te hacen jugar malas pasadas. Pero, estoy satisfecho conmigo mismo de saber gestionar todas esas emociones. Además de ver que los toros están embistiendo y tienes que estar a la altura. Porque te descubre y te manda para tu casa. Por lo menos, la sensación que a mí me dio desde el ruedo es ver a la gente entregada, eso me llena de satisfacción.

¿Ha sonado el teléfono para hacer contratos?

No he hablado de contratos con el apoderado, pero sí que hay buena predisposición para ciertos sitios. Aunque está por cerrar todavía. Personalmente me ha servido, cada torero tenemos una historia detrás y no ha sido nada fácil. Llegar a Sevilla, cortarle dos orejas a un toro me llena de ilusión de nuevo para seguir confiando en mí mismo. Saber que hay futuro y seguir en la lucha del día a día sin bajar el pie del acelerador, porque ahora me vienen compromisos importantes como Madrid y ojalá se pueda reafirmar lo que ha sucedido en Sevilla.

¿Llega con menos presión a Madrid?

El torero vive del toro que está por salir y del que ya ha salido no puedes vivir de ello. No te puedes relajar nunca. Pero hay muchos condicionantes y por mucho que quieras, cuando no está para ti, es imposible. Madrid es una plaza muy difícil. Cuando se rodean las cosas, es algo mágico. Y para ello voy mentalizado. Sevilla me da confianza en mí mismo y pensar que puedo hacerlo también en Madrid. Y ya lo he hecho en Madrid, pero con el paso del tiempo parece que ha caído en el olvido. Y tengo esa esperanza y esa fe de volver a hacerlo. Empezaba el mes de abril sabiendo que me podía cambiar la vida y tengo que reafirmarlo en Madrid.

Todo esfuerzo tiene recompensa, pero hay que pasar un peaje muy alto.

Hay que reunir muchas condiciones para ser torero y una es la afición. Y estar preparado, porque el banquillo puede en algún momento despistarte o dejar de entrenar tu preparación y técnica. Por eso puedes caer en ese error. La verdad, siempre he tenido algo dentro de mí que me decía que mi momento estaba por llegar. Por la pandemia, todo se frenó y confiaba que mi momento tenía que llegar. Espero estar en el sitio donde he soñado desde muy niño.