​Una buena estrategia y los mismos vicios de siempre

EDITORIAL DEL PROGRAMA LA DIVISA DEL 27 DE MARZO

POR PEDRO J. CÁCERES

Una buena estrategia y los mismos vicios de siempre

Comenzó la temporada en Madrid. Con muy buen aire, con muy buena imagen, con 9.000 personas en los tendidos, por lo civil o por lo criminal. Plaza1 ha trazado una estrategia de llevar gente a la plaza, aunque sea gratis. De todos estos muchos son esos aficionados de los colectivos, jóvenes y jubilados que se beneficiaron de la gratuidad para todo el año, en total 2.800.

El resto son promociones, principalmente a los jóvenes, muchos debutantes, pero que sirve de señuelo para familiarizarse con el espectáculo y es posible que, poco a poco, se enganchen hasta que muchos decidan pasar por taquilla cuando se acabe este periodo que también tiende a dar una muy buena imagen de plaza y que, ya se sabe (la ley de la taberna): gente atrae a gente, al igual que dinero llama a dinero.

Como contrapeso, los mismos vicios negativos que en algún caso puedan desmotivar al personal citado anteriormente, a saber: un viento furioso que hace imposible una lidia en estado puro, de arte, de lírica, para pasar a una lidia defensiva, a la heroica. En positivo que, para ese personal nuevo, lleva emoción, por algo se empieza. Un problema, el del viento, al que la Comunidad, desde que es Comunidad, no le quiere pone el cascabel al gato de la cubierta.

El piso plaza, tan descuidado que, conjugado con el citado viento, parecía como si la terna estuviera actuando en una playa del estrecho.

Y, como desde hace tiempo, una presidencia incompetente. En este caso un debutante que metió la pata varias veces, al margen la oreja negada a Mario Navas, que por ser oreja del público encabrona a estos y se les pone cara de tontos, es el respetable irrespetado por un palco inepto.

Otro punto adverso en la tarde de ayer fue la novillada de Fuente Ymbro, que, el año pasado y anteriores, lidia más en Madrid que en su finca a puerta cerrada. Se permite el uso, pero no el abuso, y así pasó.

Así las cosas, las que se van por las que se vienen, tres novilleros que vinieron a jugarse la vida sin cuento y un Mario Navas de tener en cuenta para sucesiva ocasión en la seguridad que muchos de los novatos espectadores ya estarán preguntando por cuando vuelve a torear. Pero tal situación, salvo sustituciones, no será hasta después de San Isidro.

En este punto y puestos a innovar, como ha hecho Plaza1 en muchos aspectos de diseño de temporada y la liberalización de precios, me acordé -provecto que es uno- de aquellos empresarios de los primeros 60 años del siglo pasado en los que destacaba el “viejo” Baláñá, cuando, no sujetos a la inflexibilidad del abono, en Barcelona, dejaba puestos libres en los festejos para repetir, como mucho a la semana siguiente (se daban festejos domingos y jueves) a los triunfadores, así en caliente.