Álvaro Alarcón:" No sé si tomaré la alternativa en 2023, ojalá que sea así, pero me gustaría pisar plazas donde no he toreado como Sevilla, Bilbao. Salamanca..."

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Entrevista por Alejandro Martín Carabias


Allá por el mes de mayo en San Isidro estaba anunciado Álvaro Alarcón, natural de Toledo, y cortó tres orejas saliendo hacia la Calle Alcalá. Antes de Las Ventas, hubo una sensacional tarde en Valencia, dando un toque de atención muy importante para este año.


¿Qué tal?


Pues bien, tranquilo y entrenando e ilusionado con la temporada que viene.


20 novilladas y 14 orejas, ¿qué balance haces?


Importante, después del triunfo de Madrid, creo que me ha dado la posibilidad de torear en plazas de primera y segunda categoría, en casi todas. Y me he dado cuenta de la exigencia de muchas de ellas y eso me ha hecho crecer como persona y como torero.


¿En qué te ha hecho crecer como persona y como torero?


Como persona, de la importancia del aficionado y cada sitio tiene una forma de ver el toreo. Y en todas hay que tener la máxima entrega y ambición. Además, hay que estar comprometido con el público. Y como torero, cada novillo que he podido torear me ha dado un aprendizaje, porque todos me han hecho aprender tanto para bien como para mal.


Pero siempre siendo fiel a uno mismo y con la máxima entrega.


Gracias a Dios eso lo entiende todo el mundo, cuando alguien se pone de verdad. Hasta el japonés que va por primera vez. Aunque haya diferentes formas de sentir y ver el toreo en estas plazas, hay un aliciente que, cuando se hacen las cosas con verdad y entrega, a todo el mundo le gusta.


Antes de Madrid, en Valencia, hubo un toque importante. Creo que ahí te ganaste la credibilidad.


Pues sí, en las dos tardes y sobre todo la primera. Fueron de aficionado, porque se vieron las dificultades y la forma con la que intenté hacer las cosas. A lo mejor, me salieron unas cosas y otras no, pero el aficionado me lo valoró en todo momento. Hoy en día me recuerdan esa tarde de Fallas.


Luego llega a Madrid, que no fue moco de pavo.


Sí, pero creo que lo de Valencia fue un chute de motivación, porque era mi presentación en una plaza de primera. Y no te voy a decir fácil, pero ahí noté un gran arropo del aficionado. Luego, Madrid, y tenías muchas ganas… Todo soñábamos con pisar Las Ventas, y es un disfrute torear allí.


¿Soñado?


Pues no, sinceramente. Te atreves a soñarlo y dices qué incrédulo soy… Ves a las figuras del toreo todos los años y a veces lo consiguen y otros no… Y pienso qué difícil tiene que ser. Pero, tenía muy claro que lo que valora Madrid es la verdad. Cuando un hombre se pone con toda la verdad del mundo… Con mis mil defectos y con alguna virtud, si me ponía de esa manera, me lo iban a valorar. Y yo creo que así fue. Luego, tuve la suerte de que me embistieron los novillos. Y fue una gran novillada.


¿Qué es lo que no recuerdas de ese día?


Sinceramente, recuerdo todo porque me planteé que tenía que disfrutarlo desde que me vestía en el hotel, desde que me levantaba por la mañana y acudía a Madrid a aparcar allí y a ver esas calles repletas de gente… Lo que tengo más fugaz es la salida a hombros. Se me hizo muy fugaz y ahora me cuesta recordarla.


Eso es que ibas en una nube.


Como digo: si me cuesta recordarla, tendré que verla otra vez.


Luego, vuelves a Otoño. Fue importante, pero no la deseada.


A lo mejor, no es el chute de realidad, porque yo iba con las expectativas muy altas con tres novillos para abrir la Puerta Grande… pero el toro es el que predomina. Yo salí con la máxima entrega posible y caí herido, y también a mucha honra. Porque me siente honrado y torero.


¿Se te hizo cuesta arriba esa tarde?


Era la primera vez que me pasaba, la verdad. Fue un chute de motivación. Porque eso lo he visto en otro tipo de toreros, de figuras del toreo. Y me motivaba. Yo me sentía en ese momento muy orgulloso de la profesión que he elegido. Simplemente, con la ovación que me dieron al salir de la enfermería, me doy por pagado.


En la Feria de Julio toreaste muy bien con el capote.


Siempre pensaba, desde pequeñito, torear un toro bien con el capote y con lo difícil que es… No como sueño, porque todavía no lo he toreado. Pero, el poder reducir esas embestidas… y que el aficionado lo vea y lo palpe… Además, fue en Valencia y en un momento que ha tenido mucha repercusión. Ojalá se pueda repetir porque quiero torearlo más despacio. Cada vez quieres reducir más esas embestidas.


¿Con qué te has sentido mejor? ¿Capote o muleta?


Soy más muletero. Me gusta mucho el capote y sobre todo lo clásico: la verónica. Pero, me quedo con la muleta y con la mano izquierda. No es porque sea zurdo, pero me gusta más. Va todo más suelto y natural. También, es complicado, creo yo. Pero yo me siento más a gusto por ese lado.


¿Cuál ha sido el novillo con el que mejor te has sentido?


Ese novillo de Valencia con el capote, aunque luego fuese a menos, me embistió muy bien. El de Madrid también. Pero si te digo la verdad, un novillo que esta temporada recuerde que me haya embestido bien, bien… No he tenido esa suerte, por desgracia. Con el de Madrid disfruté muchísimo. Fue un novillo bravo, exigente y puede ser ese el novillo que más recuerde, junto con el de Valencia. Pero, un toro de verdad y embistiendo como uno quiere, eso todavía no. Ojalá pueda encontrármelo esta temporada.


¿Y el peor?


El peor es el que no sale.


Me recuerdas, por momentos, en tu concepto, a Juan Mora salvando las distancias. Y en Otoño llevabas un vestido igual con el que salió a hombros en Otoño el maestro.


Cuando me vi anunciado en Otoño con toda la ilusión, fue como mi pequeño homenaje al maestro. Además, es un color que me gusta y siempre me ha gustado. Llegué y se lo comenté al sastre. Y encima tenía una foto de él puesta de ese día y yo quiero el vestido igual. Al final, no me lo dice igual, pero la piedra del vestido era igual. Fue mi pequeño homenaje a un torero y a unas formas de sentir el toreo. Porque el maestro Juan Mora es, para mí, torero de toreros.


Al final de temporada has roto con Nemesio Matías.


Con él fenomenal y agradecido porque me ha apoyado y me ha aportado. Sobre todo, por cómo apostó por mí, y a la vista está junto con Sergio Aguilar, con el que entrenaba y es un gran amigo, me ha aportado muchísimas cosas. Agradecido a Nemesio por apostar por mí.


De cara al año que viene tomarás la alternativa.


Pues no lo sé, la verdad. Ojalá. Sueño con ella y pisar esas plazas que todavía no he tenido la oportunidad, como Sevilla, Bilbao, Salamanca… Me encantaría torear, a ser posible, en todas.


¿Del 1 al 10, qué nota le pondrías a la temporada de Álvaro Alarcón?


Bueno, es complicado. Yo le pondría un cero por mi inconformismo, porque en cada temporada hay que crecer más. Me da mucho miedo tocar techo y una cosa que me obsesiona es buscar el toreo más despacio. Yo sé que lo que he hecho en esta temporada, lo puedo redondear más. Y eso espero. Le doy una nota baja porque quiero estar más temporadas y torear más despacio.


Yo creo que un notable por salir a hombros en Madrid hay que poner.


Bueno, me hubiese gustado salir en Otoño también, la verdad. Se me queda la espinita. Pero esa espinita es buena porque todos los días te acuerdas de ella y entrenas con más motivación si cabe.

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