Víctor Hernández: " Fue un cúmulo de emociones; superaron mis expectativas, fui increíble salir por la puerta grande de Las Ventas"
" Iba pensando en cada una de las tandas y veía que subía para arriba, ahí piensas en que puedes dar un golpe, pero no piensas en contar las dos orejas"
" Siendo humilde, igual fue algo excesiva la segunda oreja, pero al primero le hubiera cortado una oreja, si no hubiera pinchado, pero yo hice mi faena, lo otro es decisión del presidente"
LA ENTREVISTA DE ALEJANDRO M. CARABIAS
Hablamos con el primer triunfador del coso Venteño, Víctor Hernández logró cortar dos orejas a un novillo, este hecho no ocurría desde que la novillera Conchi Ríos cortara dos orejas en 2011. Puede que la segunda oreja sea excesiva, pero Víctor Hernández demostró sus cualidades y el buen concepto que atesora.
Primero, darte la enhorabuena por el triunfo.
Bueno, pues muchísimas gracias.
¿Y cómo lo viviste?
Fueron un cúmulo de emociones que superaron mis expectativas. Nunca había soñado de esa manera despierto, saliendo por la puerta grande.
¿Qué siente al salir entre la gente?
La gente que te apoya y te siente está ahí contigo. Te da fuerza y moral.
¿Reconoces a las personas al salir a hombros?
Sí, ves caras conocidas, lo que pasa es que hay un cuarto de plaza y los ves, ja, ja, ja. No es como las salidas en San Isidro, pero ves muchas caras.
Todos los toreros miráis atrás, cuando cruzáis el arco.
Sí, para ver la puerta grande y ver cómo se ve desde ese punto de vista. Es muy bonito salir a hombros y difícil de explicar.
¿Como viviste la tarde Víctor?
Sí, sabía a lo que iba y estaba metido en la tarde. Creo que lo demostré desde el principio.
¿En qué novillo te sentiste más a gusto?
Pues en el segundo, creo que en el segundo hubo mejores pasajes. Pero me sentí a gusto con los dos.
Y eso que había un poquito de viento.
Sí, pero no es de los días que más viento hacía. La tarde estaba bien para torear. A mí me gusta que estén los días grises para torear, siempre lo digo. Me sentí bien.
¿Cuándo pensaste que podías salir a hombros, en su segundo novillo? Porque se crujió la plaza.
Eso lo vas pensando en cada una de las tandas, ves que la faena va hacia arriba. No piensas en dos orejas, pero sí en un triunfo importante, un golpe fuerte. Y encima para un chico no tan conocido como yo.
Pero, habías toreado unas 35 novilladas. Había cierto oficio.
Sí, gracias a la gente que me ha ayudado para torear en los pueblos y en la zona de Guadalajara y Madrid. Me encontraba preparado y con buen rodaje.
¿Cuándo sentiste el peso de estar anunciado en Madrid?
El mismo día por la mañana, cuando más pesaba. Pero, luego iba tranquilo a la plaza. Sabía que los deberes estaban hechos y me iba a entregar. Sabía que la tarde me iba a sumar y no restar.
En Madrid, a la mínima que se entrega un torero, se rinde y lo valora.
Sí, yo sentí eso. La afición es muy entendida, ellos saben cuando uno está de verdad y lo valoran.
¿Ha sonado el teléfono?
Pues la verdad, todavía nadie me ha dicho nada, ahora me toca esperar y ojalá pueda hacer el paseíllo en las ferias más importantes.
Un triunfo como el tuyo debe de servir, los empresarios deben de mover ficha.
Pues ojalá, ojalá y te escuchen y que tengan en cuenta hablándote.
¿Cuáles son tus espejos?
Intento beber de todos los toreros que tienen algo y me llenan. Me fijo en todos y tengo amigos que me ayudan a interpretar el toreo que más me gusta y me identifico. Siento el clasicismo, la entrega y arrear todas las tardes.
¿Fue excesiva la segunda oreja?
Siendo humilde, igual fue un poco excesiva, pero sí es cierto que al primero le podía haber cortado la oreja, de no haberlo pinchado. Pero bueno, al fin y al cabo, es algo con lo que no tengo nada que ver. Eso es cosa del presidente y del tendido. Bastante tengo con lo mío.
Sabes que la afición va a estar con la escopeta cargada y te van a esperar.
Bueno, intentaré que no sea así. Si exigen, habrá que estar a la altura.
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