El verduguillo encasquillado deja a Roca Rey sin puerta grande en Valencia

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Roca rey oreja en valencia



El verduguillo encasquillado deja a Roca Rey sin puerta grande en Valencia

En una tarde inhóspita, el peruano hace lo mejor de la tarde ante un desigual encierro de Victoriano del Río con dos toros excelentes y 2 medios .Manzanares saluda sendas ovaciones y Urdiales no encontró su sitio con el lote menos propicio de la tarde,


LA CRÓNICA DE ALEJANDRO M. CARABIAS


Urdiales se encontró con el serio primero, fino. Diego no estuvo cómodo en todo momento porque el viento molestó una barbaridad, además, el toro no era la tonta del bote.  Había que llevarlo y someterlo. En banderillas despertó del letargo que traía desde Guadalix. Lo mejor del primer capítulo fue el prólogo, con sabor. La faena la planteó de las rayas para adentro, y ahí el toro apretaba, a todo esto hay que sumar el aire. Cuando lo traía enganchado tenía buen son el toro, cuando no, se quedaba debajo y medía. Estocada atravesada. Saludos.


Saludos volvió a recibir Urdiales del cuarto. Un animal tan simplón por dentro como por fuera, pero aprovechó su momento y cazo a Urdiales, cuando perdió la cara al toro. No fue la tarde del riojano.


El segundo, tan largo y zancudo, quería más que podía. El de Victoriano echaba las manos por delante, señal de que tenía el poder y fuerza sobre mínimos. JMM lo intentó y se puso, y se le coló dos veces por el pitón derecho. El alicantino sacó agua de un pozo seco, nadie tenía fe menos Manzanares. Le fue abriendo los caminos, tocando al toro hacia afuera para que no se le venciera. Bien Manzanares. Le sopló, al final de faena, dos series por la derecha con gusto y encaje. Pinchazo y estocada entera. Saludos tras aviso.


Lo mejor de Manzanares corrió a cargo en el quinto, una perita en dulce para torear. Mejor hechurado que su primero. Más recogido de pitones y no tan destartalado. Las cotas más altas del alicantino llegaron al principio, torerísimo; el de la firma, trincherazo y un extraordinario cambio de mano. Luego, con la zocata en la mano izquierda, le despachó los mejores naturales de la tarde. Las pases de pecho fueron cumbres. Se encasquilló con la espada y perdió premio.


Y volvía Roca. El amo de Valencia, después de Ponce. Se fue a los medios, se puso derecho como un palo y empezó a torear. Valencia se rindió. Además, el de Victoriano se prestó, bravo el toro. Centinela se llamaba. El peruano se la jugó ante el vendaval y el toro, que había que ponerle. Las series fueron macizas, rotundas. Volvimos a ver al Roca de otros años. Por el lado izquierdo, no fue lo mismo. El toro se desplazaba, pero le faltaba un puntito de más para salirse de los vuelos. Estocada entera, pero el fallo con el verduguillo dejó la faena en una oreja.


Si en el primero fue todo pirotecnia, en su segundo no sería menos. Roca Rey está desatado, el viento no fue un problema. Se echó de hinojo a la pelea con el noble sexto, tan serio y bien hecho. Lo mejor, sin duda, fueron dos extraordinarios naturales, dos, remontándolos por debajo de la pala del pitón. Ahí rompió al toro. En el epílogo, se metió entre los pitones. La plaza se vino abajo. Estocada entera y mitin con el verduguillo. Perdió el premio y la puerta grande.


Plaza de Toros de Valencia. Casi lleno. Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés ( 3° y 5°). Serios en su conjunto, de dispares hechuras, y de desigual juego. Destacó por encima de todos el bravo tercero.

Diego Urdiales, saludos y saludos

José María Manzanares, saludos tras aviso y saludos tras aviso

Roca Rey, oreja y saludos tras dos avisos

Se desmonteraron en banderillas Antonio Chacón en el tercero y Daniel Duarte en el segundo

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