​Rectificando, que es gerundio (Las Ventas pliego a la vista)

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Pjc20. 1EDITORIAL (PROGRAMA LA DIVISA DEL 29 DENOVIEMBRE)

PEDROJ, CÁCERES 


Rectificando, que es gerundio (Las Ventas pliego a la vista)


Ya se van conociendo detalles del próximo pliego de condiciones para concursar a la explotación de la plaza de toros de Las Ventas.

El punto principal no se ha hecho esperar: todo apunta a que el techo del canon no supere el millón de euros (tasado). Recordemos que el pliego vigente salió en 2.1 millones. Pero, al alza, por lo que la oferta ganadora lo hizo con 2,8 millones, más las consabidas servidumbres, que suponen otro pico.

El dato es de suma importancia porque responde a la esencia de su denominación (concurso) y no a su prostitución (subasta), como ocurrió con el contrato de concesión actual.


Quedan por perfilar flecos como si el canon  del millón se prorrateará en 2022 puesto que la temporada es incompleta, 0 si se compensará a la extinción del contrato -a temporada partida- o si se subsanará esta anomalía y el concurso, amén del ejercicio 22, se regularizará, por el tiempo que sea, en temporadas completas, naturales.


El plazo de presentación de ofertas se abrirá el 15 de febrero y su resolución será, supongo, antes de San Isidro. Incluso antes de comenzar la temporada, con lo que deja a la actual empresa en una posición incómoda si antes de programar su ciclo de 2022 no es la adjudicataria. Obvio.


En cualquier caso, el planteamiento se nos antoja positivo para el aficionado ya que, servidumbres aparte- por fuertes que sean- el adjudicatario va a disponer de un colchón de 1,8 millones de euros respecto de los actuales para poder hacer una programación de lujo, sostenible en lo económico, aun en el peor de los escenarios que se puedan dar por motivo de los rebrotes de COVID y la consecuente reducción de aforo que nadie deseamos.


La otra posible reducción de aforo, producto de la obligada remodelación de la plaza, ni está ni se la espera. La Comunidad mira para otro lado en este sentido, quizá a la espera de la llegada del ponedor con un contrato a largo plazo par su amortización, pero eso es harina de otro costal.


De hecho, en la declaración de intenciones del consejero del ramo se argumenta el techo del canon en que la explotación del negocio sea taurina (pura y dura). Espectáculo que, por ahora, tiene todas las bendiciones administrativas. No así otros actos y espectáculos que necesita de la comentada remodelación.


Otro de los caballos de batalla será la programación exigida. Y sin dejar de ser plaza de temporada es necesario un rediseño del verano en fechas y horarios y -como ha dicho el consejero- que prime la calidad a la cantidad proponiendo que las innumerables novilladas, que nada aportan, se diversifiquen por los pueblos de la Comunidad dado el escaso plantel novilleril para afrontar compromisos como venir “ de primeras” a Las Ventas. Una reestructuración, desde mediados de julio a primeros de agosto, que luego redunde en una potenciación de la Feria de Otoño y final de temporada, que ,como se ha demostrado en este año de restricciones, funciona, y bien.


Luego vendrá la letra pequeña, que en esta ocasión -sin subasta- puede ser determinante. Esos brindis al sol de la protección de las ganaderías regionales, los actos culturales, la promoción, la defensa de la Fiesta y todo el bla-bla-bla, que es la parte intervencionista, absurda, a la que ningún poder público renuncia.


Esta es la asignatura pendiente. Si se quiere un empresario taurino, para una plaza de toros, exíjale programación, pero no le obligue a ser representante de ganaderos madrileños, cambiar cromos de novilleros, organizadores de pueblos, relaciones públicas, “influencers” de eventos etc. Esto les corresponde a ustedes, que para eso trincan 1 millón de euros.

En cualquier caso, agradecidos que este pliego sea un concurso y no una subasta. Y a quien Ayuso se la de, el público se la bendiga.


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