“Espero no tener que dejarme bigote”. Esas han sido las palabras de Enrique Ponce tras cortarse en el labio superior con la espada esta tarde en Valencia. “Es molesto porque me han puesto unos puntos y tengo el labio dormido”, ha señalado a Toros.
Sobre el segundo de su lote, al que le paseó una oreja, señaló que “al toro había que ponerle mucho. Son animales que son muy difíciles de poder conectar con ellos. Creo que lo he conseguido, porque ponía alma en los muletazos. Por el lado derecho me ha pasado muy cerca, me apretaba mucho, soltaba la carita y no era fácil, pero el objetivo era bueno. Ha tenido cierta voluntad en esos primeros momentos y obedecía”.
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