Sergio Galán: “Yo nunca he sido de estadísticas, sino de mirar la categoría del lugar en el que toreo”

Sergio Galán: “Yo nunca he sido de estadísticas, sino de mirar la categoría del lugar en el que toreo” 

“Ahora no cuenta la categoría donde toreas, sino cuenta la cantidad. Pero yo nunca he sido de estadísticas porque no son muy reales, no hay una estadística que confirme muy bien la realidad. Hay compañeros que torean más pero en festejos de categoría menor. Por el tema de juntar los festejos de Portugal con España el escalafón confunde”. 

Comenzamos nuestro reportaje de balance con los rejoneadores más brillantes de la temporada. No podía ser de otra forma que había que comenzar con un torero que ha triunfado en plazas principales como Valencia, Sevilla y Madrid. Sergio Galán, buenas noches.

Buenas noches.

No muy larga la temporada: 22 festejos, algo que está bien respecto a tu categoría, pero en los que se han cortado 38 orejas y se han triunfado en plazas muy importantes, siendo declarado triunfador de la temporada en Valencia y triunfar en Madrid.

Con los tiempos que corren, se ha reducido muchísimo el número de corridas, pero es un número que está muy bien. Evidentemente he podido torear más, pero siempre he preferido más la calidad frente a la cantidad.

Valencia, desde primera hora en Fallas. Luego Sevilla y Madrid.

Sí, en Valencia llevaba cinco o seis años sin torear y la verdad que llegué con muchísima ilusión. Fue una mañana muy bonita, pude cortar tres orejas y la verdad que disfruté muchísimo, porque me tocaron toros muy buenos de Bohórquez. Embroque y Apolo estuvieron a una altura extraordinaria. Fue una mañana especial porque venía muy motivado. La de Sevilla fue una tarde bonita, donde los toros no ayudaron todo lo que nos hubiera gustado. En Madrid, de no ser por el palco, podría haber salido a hombros.

Hay algo extrañísimo para los oyentes que nos escuchan y que no estén metidos dentro del meollo. Tú has quedado, dentro de los pocos festejos que se dan y la reducción de éstos, en lugar preeminente. Seis orejas en plazas de primera, pero estás en el puesto 11. Ventura en el puesto 2 y Hermoso en el puesto 7. Y te encuentras con rejoneadores, con todos mis respetos, entre el 1 y el 11, como Louis Rouxinol en el 10, etcétera… esto, ¿a qué obedece? Las estadísticas están para cocinarlas, pero esto no es normal…

El tema de las estadísticas a mí nunca me han importado. Ahora tanto las corridas de Portugal como de España se suman, y las estadísticas no son muy reales porque no miran la categoría de las plazas. Hay compañeros que torean más, pero festejos mucho menores. Por el tema de mezclar todas las corridas de Portugal con las de España se confunde mucho más.

Y también computan aquellos festejos en los que matadores de rejones torean novillos.

Sí, está claro. Computa todo. No especifica nada. Vale cualquier tipo de festejo.

Estáis rejoneadores en la cúpula que desde hace años habéis luchado, con Pablo al frente, por la dignidad en el rejoneo, ¿esto no os está quitando legitimidad a los que tanto habéis luchado por la dignidad en el rejoneo?

No nos beneficia. No sé de quién depende eso. Muchas veces se ha dicho que los propios rejoneadores no nos ponemos de acuerdo. Años atrás intentamos reunirnos, hicimos reuniones para intentar modificar ciertas cosas, como por ejemplo tomar la alternativa. Pero es complicado. A cada uno le beneficia en un momento una circunstancia, y fue muy complicado en ese momento ponerse de acuerdo. Al final no llegamos a ningún puerto. Es muy complicado, nos trae problemas, son enfrentamientos porque cada uno piensa de una manera y va a su aire.

El planteamiento de cara al año que viene, supongo que es seguir creciendo y ratificando tu momento. Aunque hay plazas en las que no has vuelto a pesar de triunfar, como Pamplona.

Querer ir mejorando en tu concepto, el querer ser más redondo, en buscar una cuadra aún más completa pero sin salirte del concepto que quieres hacer. Desde hace unos años, se está poniendo más de moda la espectacularidad, algo que en mi caso no existe. Mi concepto es muy clásico. Yo quiero seguir indagando en la pureza.

Siempre que se habla con un maestro del toreo a caballo, evidentemente va junto a la cuadra de caballos. Como en las grandes empresas, ¿quién ha sido el empleado del año?

Este año, destacaría a un caballo que se llama Embroque. Es relativamente bueno, lleva tres temporadas, y ha echado un año fantástico, con un concepto muy de verdad, muy puro, vaciando siempre la embestida. Como su propio nombre indica, el caballo ha crecido de una forma extraordinaria. Es prácticamente una muleta.

Los otros dos cajones del pódium, ¿quién los ocupan?

Gracias a Dios, ha respondido muy bien la cuadra. Ojeda es un caballo referente, Titán, un caballo que se llama Capote –que va a dar qué hablar-, de salida a Amuleto, Apolo que es un veterano y al que he sacado menos después de una lesión a mitad de temporada…

Capote, ¿es el de Murcia?

No, fue Embroque. También saqué otro caballo que se llama Bambino, que hace un balanceo.

¿Novedades para el año que viene?

Tengo un caballo al que he sacado esta temporada en una sola corrida más consagrado, que se llama Alcotán, y otro caballo negro que también tengo mucha fe en él. Hay otro que se llama Bribón, que pinta muy bien. Luego tienen que ir confirmándose en la plaza.

Un tema de debate. Por supuesto, considero el arte del rejoneo como un arte más dentro de la tauromaquia con los mismos rigores, pero el pasado domingo en La México, Ventura indultó un ejemplar de Fraga. Se habla, se dice, se comenta el tema de la suerte de varas, haciendo diferenciaciones en las redes sociales minusvalorando el indulto en la corrida de rejones, ¿qué piensas de esta discriminación?

Habría que acabar con ella. Al final, es una decisión del público. El torero, al final, no tiene decisión. Lo único que hace es sacarle partido a lo que tiene delante. Y cuando aquello es tan redondo, viene lo siguiente. En el toro de Murcia tuve la oportunidad de estar yo y fue un animal excepcional, tuvo humillación y ritmo, tuvo duración… fue súper merecido y eso es muy bueno para la Fiesta, que se reconozca la calidad y la bravura de un toro en un festejo de rejones.

¿Algo especial te ronda en la cabeza para el año que viene?

Muchas cosas. Uno cuando entrena siempre tiene cosas sobre qué puede hacer, pero uno depende mucho de los caballos, con nuevas personalidades. Eso va surgiendo. Lo más importante de todo es ir innovando con caballos nuevos, que son al final los que te dan la frescura para toda la temporada, los que te aportan esa variedad. Ellos, con su personalidad, aportan algo distinto. Soy obsesivo con el tema del concepto, de la pureza. El futuro del toreo es ir perfeccionando en torno a la pureza, ir profundizando por los derroteros de ir a lo fácil, que es lo que al final en el tiempo perdura.

Si mal no recuerdo, son veinte años de alternativa.

21 en total.

No pesa nada.

Parece que fue ayer, pero pasa el tiempo y han pasado muchas cosas y muy bonitas. Yo no tenía antecedentes. Fue un sueño hecho realidad.

Una figura del rejoneo y de Tarancón.

Sí, es curioso. Tampoco tenía ningún antecedente taurino. Fue todo empezar de cero, sin conocer prácticamente nada. Mi abuelo era un gran aficionado y un loco del toro, pero era un mundo totalmente desconocido. Parece imposible cuando entras en un mundo que no conoces y tan complicado. Pero las circunstancias y el trabajo lo han conseguido.

No hay campaña americana.

No, tengo una yeguada muy amplia y estoy muy implicado en ello. Hay que montar muchas yeguas y tenía mucho trabajo para intentar ir sacando caballos con la calidad que quiero sacar y mi objetivo es ir preparando nuevas promesas.