La primera de feria no rompe en Madrid

|





el comentario breve de pedro j. cáceres


La novillada de Guadaira fue deslucida y mentirosa. Tuvo movilidad, pero informal, sin ritmo ni clase. Sí hubo un 2º con temperamento y humillación (bravo).

Con ese ejemplar a Ángel Téllez le pudieron las pulsaciones para verlo más claro. Sí, en el “malo” 5º, con más reposo, lució condiciones hasta atascarse con la espada.

Poco placeado el debutante Garzón salvó el pellejo.

El oficio, ante un lote sieso, de Téllez le llevó a justificarse por encima de su lote.

Lo mejor: los pares de banderillas de Andrés Revuelta en el 2º y Juan Navazo en el 6º.


Buena entrada, 1/3 de aforo (16371). A partir del 4º novillo se levantó viento y apareció la tormenta.


LA CRÓNICA

La primera de feria no rompe en Madrid


1761460


TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO

Una novillada con picadores abría, en la tarde de este martes, la Feria más importante del mundo: la de San Isidro en Las Ventas. En el cartel, hacían el paseíllo David Garzón, Carlos Ochoa y Ángel Téllez frente a un encierro de Guadaira.

No ilusionó mucho de salida el primero de Guadaira, un animal de feas hechuras que no gustó tampoco en el caballo. Damián Martínez inauguró el tercio de varas de la feria isidril con un novillo que salía suelto. Poca codicia en la brega, muy irregular en el tercio de banderillas dejándose sin más. Carlos Ochoa entró al quite por saltilleras. Novillo deslucido, que no terminó de romper con un novillero que le intentó correr la mano sin ligazón por el pitón derecho especialmente. El ecuatoriano no le cogió el aire al pegajoso abreplaza. Espada en mano, mató efectivo.

“Animoso” llevaba por nombre el segundo, un animal alto de 508 kilos de peso y primero del lote de Carlos Ochoa. Bien se estiró con el capote el novillero madrileño, con personalidad en el remate con la media, cantada por la plaza. Jesús Vicente fue el encargado del tercio de varas de un animal que acometió con ímpetu en una primera vara en la que lo cogió y aguantó muy bien el piquero. Se templó el animal antes de la segunda vara, que fue medida de forma correcta por parte del picador. Ramón Moya fue el encargado de lidiar al astado, entrando por delante Andrés Revuelta. El tercero, Víctor Cañas, se gustó en su turno. Extraordinario fue el tercer par de Andrés Revuelta, por lo que tuvo que saludar junto a su compañero. Poderoso fue el inicio de faena tras el brindis. Le dio distancia el joven, que aprovechó por a mano diestra las virtudes del animal. Por el izquierdo fue más irregular su disposición, pero los argumentos técnicos los volvió a sacar en el epílogo por la diestra. Faena con muchas ganas pero a la que le faltó reposo. Un punto desprendida y haciéndole guardia fue la estocada, en la que se tiró por derecho a matar.

“Recreado”, número 18, nacido en octubre de 2014, fue el tercero de la tarde, un animal con 460 kilos de peso, más corto que su hermano anterior. Bien lo agarró David Prados al animal en el primer encuentro con el jaco, tornando en protestona la condición de un novillo que hizo sonar el estribo. Se cayó tras la primera vara. Juan Navazo lidió al animal, dejándoselo en suerte a Fernando Téllez, que se arrancó en la primera entrada y cumplimentaron un tercio efectivo. No tuvo el animal buena condición, protestando en todo momento y dificultando la labor del joven, que lo despachó tras porfiar de estocada tendida.

De febrero de 2015 era el novillo cuarto, un animal de 475 kilos bonito de hechuras, segundo del lote de David Garzón. Un tremendo susto se llevó Carlos Ochoa al quedar descubierto, finalmente sin consecuencias. Miguel Ventosa “Venturita”, de negro y azabache, clavó el primer par de banderillas mientras lo lidiaba Juan Carlos Porras “Porritas”, de negro y plata. Entró como tercero José Ángel del Saz. Intentó componer la figura el ecuatoriano en los primeros compases del trasteo, pero no le terminó de coger tampoco a este animal el aire el novillero. Silencio de nuevo.

Ovacionado de salida resultó el quinto de la tarde, un animal de seria presencia. Marcial Rodríguez, de espuma de mar y oro, fue el encargado del tercio de varas del astado, rectificando en la colocación del palo. La cara arriba le echó en el segundo encuentro en el peto. Al quite por saltilleras entró Téllez, siendo efectiva la cuadrilla de Carlos Ochoa ante un novillo que no humillaba en el capote lidiador. No tuvo opciones prácticamente Ochoa ante un animal al que le exprimió tan sólo las dos primeras tandas que le dejó antes de que echase la persiana. La bajó y por manoletinas finalizó el joven, matando de pinchazo y estocada. Silencio.

“Superior”, número 66, negro listón de febrero de 2015 era el último novillo de la tarde. A los pechos del caballo que montaba Carlos Prieto se fue el animal, que no humillaba y con poco celo echó a tierra al piquero. Hasta por tres veces entró al caballo, metiéndole con fuerza las cuerdas. Extraordinario fue el último par de Juan Navazo, con eficacia y vistosidad por el que tuvo que saludar. Cumplimentó el tercio junto a Niño de Santa Rita. Al público fue el brindis del joven, que comenzó con la mano derecha colándose el novillo. Novillo mansurrón, con final feo de muletazo. No hubo lucimiento. Silencio tras aviso.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Primera de la feria de San Isidro. Novillada con picadores. 16371 espectadores.

Novillos de Guadaira, pegajoso el primero; de emotividad pero viaje corto el buen segundo, ovacionado en el arrastre; inválido el tercero; a menos cuarto y quinto y peligroso el sexto.

David Garzón, silencio y silencio.

Carlos Ochoa, palmas y silencio.

Ángel Téllez, silencio y silencio tras aviso. 

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.