Roca Rey: "Salir por esa Puerta del Príncipe sería un reto profesional y, sobre todo, personal"

Ha sido uno de los grandes sucesos de la última feria de Fallas. Comienza el 2018, instalándose en figura del toreo con 21 años en un tiempo récord. El gran suceso de Valencia mira con expectación a Sevilla. Andrés, buenas noches.

Buenas noches.

Importante lo de Valencia no solo por el mazazo sino por lo que supuso. Una faena redonda, estando por encima del gran toro.

Contento por esa tarde de Valencia, por esa puerta grande. Fue un toro bueno, exigente, al que toreé como lo siento. Transmitía y permitió el triunfo.

Vienes de triunfar en América, ¿cómo ha sido el invierno?

Contento. Estuve en México, luego en Ecuador, luego en Lima donde tuve un triunfo bonito en mi tierra ganándome el tercer escapulario y después me fui a México y a Colombia, donde llegaron tardes importantes. Y otra vez para empezar en Olivenza.

Resurrección es la fecha emblemática del calendario mundial. Es la fecha de todos los países taurinos. Desde pequeño resides en Sevilla, no renuncias de tu condición de peruano y de tu sevillanía, un sitio donde siempre te han recibido con soberbia expectación. Torear allí, ¿colma las expectaciones de todo torero y es un plus de ilusión, no?

Por supuesto. Es bonito torear en esa plaza y es importante esa puerta del Príncipe, no solo por lo que representa en lo profesional sino en lo personal. Es un triunfo de todos los aspectos. Es un triunfo personal salir por esa puerta, que no todos la han abierto y es difícil. Siempre se mantiene esa ilusión viva, con esa espinita de algún día haber podido salir y no hacerlo por la espada. Está presente en la mente durante todo el año para que lleguen tardes así, como la de Resurrección.

Una campaña pletórica la que dejaste el 2017, que se ha dado excelentemente bien en América, consiguiendo en tu tierra el tercer escapulario.

Es una cosa que se reúne. Uno va a la plaza con la idea del escapulario, pero sobre todo a sentirse torero y a dar lo mejor que tiene dentro. Lo del Escapulario es algo que lo deciden una serie de personas y es bonito haberlo ganado tantas veces consecutivas.

No pretendo molestarte, pero estamos en un momento espléndido de toreros hispanoamericanos, resaltando tu caso, ¿qué le puedes decir a la afición de Galdós? ¿Acompaña eso a elevar la ilusión de la tauromaquia americana el tener un torero con proyección?

Es un gran torero, ahí tiene dos tardes en Madrid y ojalá pueda hacer lo posible por abrir la PG. Esas dos fechas son clave para su carrera como para todos nosotros. Ojalá tenga la suerte de poder salir a hombros.

Luego te espera Madrid y las grandes ferias, ¿qué esperas del 2018?

Es una temporada importante, como todas las que empiezan, con distintas ilusiones y forma de pensar. No por haber cambiado, sino porque aparecen cosas en tu cabeza. Creo que puede ser importante y estoy intentando de mantener el ritmo y la ilusión de cada día.

No ha cambiado tu toreo, sino sigue progresando con las mismas esencias en el top del escalafón en interés de la afición, de los empresarios que te solicitan el primero para todas las ferias, de la cotización –que es un baremo muy importante-… En apenas tres temporadas te has colocado en figura, ¿sientes el peso de la púrpura tanto para bien como para asumir hasta críticas injustificadas?

Hay un peso de responsabilidad y de presión por las críticas, tanto las buenas como las que no gusta mucho escuchar. Siempre la llevas a la plaza en la mente, te tienes que intentar de esas críticas buenas y seguir siendo tú en otras palabras, sin dejar de ser uno mismo. En cuanto a las críticas malas, hay algunas que no vienen a qué y otras te hacen pensar un poco y te ayudan a ser mejor torero y a ver la profesión de otra manera. Siempre aportan. Todas las críticas son buenas y hay que saber cómo se toman.