PONCE: alma, corazón y arte; dos orejas

PLAZA MÉXICO

PONCE: alma, corazón y arte; dos orejas

POR MARYSOL FRAGOSO

A unos días de cumplir XXV años de haber confirmado alternativa en la Plaza México, el hispano Enrique Ponce ha renovado su romance con este país y revalidado su titulo de consentido de la afición. Amén de su gesto de donar sus honorarios en favor de los damnificados del sismo 19S, remó a contracorriente, luego que el primero de su lote se lastimó, tras haber saltado al callejón y arruinó las buenas condiciones que había apuntado. A ese ejemplar de Barralva lo llevó entre algodones, el otro de su lote, de procedencia, Teófilo Gómez, le sacó el máximo partido, ya que el toro naufragó entre su limitada fuerza y falta de casta. Ante la petición ruidosa del público, regaló un sobrero de Teófilo, de pinta salinera, que se prestó para que bordara el toreo y obtuviera dos orejas ante un público que le idolatra y se le entregó sin medida.

Con ese astado, llevó a cabo una faena cumbre que surgió de su sapiencia y de su arte, donde ligó con capote y muleta lances y tandas de pases con alma, corazón y sentimiento. Lo cual, dio paso a un trasteo magistral que remató de estocada desprendida.El juez concedió las dos orejas y el público, a gritos, en una acción, nunca antes vista en este escenario taurino, pedía el rabo, que certeramente la autoridad no otorgó para evitar polémica y permitir al diestro, salir con la gloria y sin mácula, en olor a multitudes, tras esas grandes pasiones que vivir al público, como desde hace un cuarto de siglo. Al burel se le concedió arrastre lento, aunque se le picó poco, fue de menos a más. El torero con esas dos orejas salió en hombros.

El Payo obtuvo una oreja del segundo de su lote, el cual fue un ejemplar de noble embestida con el que eslabonó una faena de altos vuelos. Desde que se abrió de capa y a lo largo de la labor muleteril, se entregó con cadencia y reposo. El torero queretano ha alcanzado una madurez que le permitió realizar un trasteo de expresión artística pero sobre todo con una profundidad que emocionó al tendido al grado que en ciertos pasajes, logró que la gente se pusiera en pie, debido a la clase y al sentimiento que logró expresar. Su primero no le ayudó, lo lidió y despachó.

Joselito Adame, estuvo en torero, con casta y ambición, salió a defender su sitio toda la tarde. Aunque el público le hostilizó al principio, el matador de Aguascalientes terminó por darle la vuelta a la moneda. A su primero, de Teófilo Gómez, lo recibió a portagayola y aunque fue pitado por su modesto trapío; José logró meter a la gente en su labor que fue precisa y plena, pero el torero generó polémica cuando se tiró a matar con un sombrero charro en vez de la sarga.

También estuvo hecho un jabato ante el otro socio que fue de Barralva. Lució con capote, pero al colocar banderillas, tropezó en el ruedo y recibió una tremenda paliza, así como varios rayones en el cuerpo. Se levantó sin dudarlo y cuajó al toro, que se fue a menos, saliendo del engaño con la cara alta y la vista hacia el tendido.

El rejoneador Jorge Hernández lució en la monta, llevo a cabo estupenda faena ante un buen toro de El Vergel. Deleitó con el toreo milimétrico y templado, ejecutado al estribo. Se entregó en la colocación de banderillas, en especial, la que clavó al violín. Al final erró en el rejón de muerte y se dejó escapar un apéndice.

FICHA

DOMINGO 3 DE DICIEMBRE. Tercera corrida de la Temporada Grande. Unos 20 mil aficionados en tarde agradable.

UN TORO DE EL VERGEL (rejones); CUATRO DE TEÓFILO GÓMEZ y TRES DE BARRALVA, en presencia cumplieron el de rejones y los de Barralva; el resto medido de presencia.

El rejoneador Jorge Hernández Gárate:

Palmas

ENRIQUE PONCE (marfil y oro):

Saludos, vuelta y dos orejas en el regalo

JOSELITO ADAME (rey y oro):

División y silencio

OCTAVIO GARCÍA “EL PAYO” (nazareno y oro):

Silencio tras dos avisos y oreja