Joaquín Galdós: "La espada no ha entrado como debería"

Decía Joaquín Galdós tras la faena del segundo de la tarde: "El novillo tenía un defecto en la vista muy molesto, en distancias cortas no lo ha acusado pero te perdía la fijeza y era más incómodo estar delante y a la gente no le transmitía. Venía muy abierto, con el capote le he podido torear bien pero es un defecto que siempre está ahí y la gente lo nota. Esperemos que el próximo me dé más opciones. Creo que le he cogido la altura bien para que él empujase más pero no ha querido y al final se ha parado".

Ante el silencio recibido por el tendido, Joaquín Galdós argumentaba: "Yo creo que un poco de todo ha sido el problema de este novillo. En la procedencia de El Pilar tengo fe, hasta que no me quedo solo con él porque los primeros tercios son muy desordenados. He tratado de darle un poco de sitio, que viniera en la arrancada, pero no quería ni a media altura, ni por arriba, ni por abajo, ni en corto ni en la media distancia. Es una pena, pero un novillo tan grande que acaba de cumplir tres años y pesa 600 kilos casi. También era muy despegado del suelo y cuando le reducías la distancia se defendía y se quería quitar los trastos de en medio. Con este novillo era difícil haberlo matado bien por esa forma de moverse tan violenta hace que se descuadre el punto. La espada no ha entrado como debería. Lo he intentado pero al fin se ha rajado, y ha habido un momento donde ya la gente estaba aburrida y el toro también y en esta plaza no se puede alargar”.