Oreja a sangre y fuego para Román en Madrid

La corrida de hoy venía con los chascarrillos tuiteros. La corrida de Algarra pasó por el fielato del Batán, cuatro toros fueron aprobados de los seis que presentó Aurora. Los remiendos portaban el hierro de Montalvo.

El Payo volvía tras un parón de 7 años sin pisar la tierra venteña. Uno de los representantes mexicanos en esta feria. Su primero tuvo buenas cualidades aunque embestía con todo, sin esa entrega para que fluyera el trasteo. El mexicano empapó de frenela al negro para que rompiera hacia adelante, cuando le dio esta medicina instrumentó derechazos con ligazón, pero no rompió la faena ni el toro, viniéndose abajo su empuje. El cuarto de Montalvo no valió nada, desclasado por completo. El Payo alargó un trasteo que no tomaba aire por ninguna rendija hasta escuchar el aviso.

Román revalidó su oreja del año pasado en la tarde presente. Su primero salió con brío de toriles, pronto a los engaños y trasmitiendo, con la cara por abajo. Román lo cató por una gavilla de verónicas. Empujó en el caballo y pronto en banderillas. El valenciano estuvo sensacional dándole distancia al Algarra. La principal cualidad del animal fue la prontitud, allí estaba cada vez que lo llamaba Román, pero a partir del tercer muletazo se perdía el empuje, quedándose corto, sin la inercia de la arrancada. Lo más granado con la mano diestra, sin bajarle en demasía la muleta. A izquierdas dibujó algún natural suelto pero sin redondear. Con más fuerza y picante hubiera sido de lío el toro. Lo más impresionante llegó con el quinto, acochinao y abierto de cara, que tuvo mucha importancia en sus embestidas bravuconas, sin soltarse y pegando tornillazos a diestro y siniestro. Román se la jugó a tumba abierta, quedándose en el sitio para ligar al funo, que buscaba presa sus pitones cada vez que pasaban por la taleguilla. El diestro bajó la mano a izquierdas para ligarle dos series de vertiginosa importancia, quizás sin ese temple que se hacía imposible. Cerró por manoletinas que pusieron con una estocada arriba una oreja de ley.

Oreja que hubiera cortado Espada tras la negación, incomprensible, del presidente. La mayoría la pidió y se debió de dar. Francisco basó su faena en las cercanías, sin bajar la mano al buen tercero. Las rondas por ambas manos subían el tono de la faena por los pases de pecho, hasta la hombrera contraria. Las bernardinas subieron el nivel de la faena. Estocada arriba. El sexto se dejó en la muleta, con nobleza pero sin picante para llegar arriba. El inicio de hinojos puso al gentío de pie, pegándole dos extraordinarios muletazos a diestras, templadísimos y largos. El trasteo no cobró esas cotas, a pesar de ciertos pasajes con limpieza a izquierdas.

Plaza de Toros de Las Ventas. Tres cuartos de entrada. Toros de Luis Algarra, bien presentados, de interesante juego, nobles, faltó empuje, y Montalvo ( 4° y 5°), desiguales de presentación, deslucido el 4° y con genio el 5°.

El Payo, silencio y silencio tras aviso

Román, ovación y oreja

Francisco José Espada, vuelta al ruedo y ovación 

PARTE MÉDICO FCO. JOSÉ ESPADA

Herida por asta de toro en cara interna tercio superior del muslo izquierdo, con dos trayectorias, ascendente de 15 cm. que alcanza pubis y otra hacia dentro de 15 cm. que bordea recto. Puntazo corrido en cara posterior de gemelo izquierdo y policontusiones en ambas piernas. Es intervenido bajo anestesia general en la enfermería de la Plaza de Toros. Trasladado a la Clínica Fraternidad Muprespa Habana.

Pronóstico: Grave. Firmado: Dr. García Padrós / Dr. García Leirado 

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