Sergio Rodríguez: " Madrid ya es un objetivo de cara a la temporada que viene, al igual que otras plazas de relevancia"

" Madrid ya es un objetivo de cara a la temporada que viene, al igual que otras plazas de relevancia"

" Me quedo con las tardes de Villaseca de la Sagra, por su importancia, y la encerrona al final de temporada en Ávila"

Entrevista por Alejandro Martín Carabias...

Uno de los nombres propios del escalafón novilleril es Sergio Rodríguez, natural de Ávila. El abulense ha acabado la temporada con unos números realmente buenos y, sobre todo, dejando una grata impresión de cara al año que viene.

Enhorabuena por la temporada que has hecho.

 Muchas gracias.

 42 orejas, 2 rabos en 25 novilladas. Números de figura del toreo.

Bueno, son 44 orejas, dos rabos y un indulto.

No ha estado mal, ¿no?

 Ha sido un año muy importante donde ha habido tardes de relevancia, he dado una dimensión grande y se ha visto una evolución.

¿Con qué te quedas de este año, Sergio?

Pues ha habido un poco de todo. Ha habido momentos bonitos, de mucha importancia, como puede ser la tarde de Villaseca y tardes muy especiales despedir mi temporada en Ávila con una encerrona.

La clave de este año fue Valdemorillo.

Sí, ahí fue donde empezó todo. Una feria a principio de año y la gente tiene ganas de toros. La exigencia siempre en esa feria es muy grande y creo que ahí quedó un poco marcado lo que se avecinaba. Creo que fue una tarde importante y donde dejé marcado que quería ser torero.

¿Esperabas torear estas cifras?

Ha sido una temporada soñada. Creo que según están las cosas ahora mismo, torear un total de 25 novilladas, porque sin pisar Madrid no cuentan contigo, ha sido un número muy importante. Y si a principio de temporada me dices que voy a torear este número de festejos, pues te seguro que no me lo creería.

En una entrevista que le hacía Pedro Javier Cáceres al maestro Capea decía que cuando era novillero había que cortar las orejas sí o sí y luego ya había tiempo para torear bonito. Sergio Rodríguez corta muchas orejas y torea bonito.

Bueno, creo que en los novilleros es muy importante sumar y siempre puntuar. Y bueno, hay muchas tardes que las orejas son simbólicas. Por unas cosas o por otras, no se cortan las orejas. Pero creo que en el caso de los novilleros es muy importante puntuar. Y sobre todo que se nos vea con ganas.

¿Cómo llevas ese cúmulo de sensaciones?

Bueno, creo que tampoco hay que ser obsesivo con el tema de las orejas. Es muy importante puntuar. Pero hay tardes de mucha importancia donde se puede haber estado muy bien y por la espada, por ejemplo, no puedes cortar las orejas. Y luego hay tardes que a lo mejor cortas cuatro orejas y han sido de aquella manera y no te llenan tanto como a lo mejor una faena que se pueda quedar en una ovación o una vuelta al ruedo. Pero creo que hay que estar mentalizado para todo. Hay que estar muy abierto de mente y saber analizar las circunstancias. Y de cada tarde dar la importancia y la relevancia de cada plaza. Y cuando no se hagan las cosas, ser fuerte y salir del bache.

Dime la mejor faena de este año.

Por más que buena, por el conjunto ha sido Villaseca de la Sagra. Creo que fue una tarde donde di la mejor versión de mí. Tuve la suerte de que fue televisado y tuvo mucha repercusión. Ya no de esta temporada sino de mi corta carrera. Ha sido la que más me ha llenado y crecido como torero.

¿Y con el mejor novillo que te hayas encontrado?

Con el segundo de mi lote de Villaseca, que fue un novillo complicado, sobre todo por el pitón izquierdo porque al principio le costaba pasar y a base de tragar y de querer, al final lo conseguí meter en el canasto. Y creo que puede ser una de las faenas más importantes, pero la que más he disfrutado ha sido en la Feria de San Agustín de Guadalix, con un novillo de Aurelio Hernando.

¿El peor?

Prefiero no contestar porque si no luego ya sabes.

Como decía Álvaro Alarcón el otro día: el peor novillo es el que no se echa o no se torea.

Pues sí, exactamente.

Hace poquitos días, fuiste galardonado en Arganda del Rey, otra tarde en la línea de esta temporada.

Sí, Arganda fue muy especial, además yo no conocía la plaza, ver un pueblo con tanta afición, esa plaza tan diferente... Fue una tarde muy bonita e importante. Y verme alzado como triunfador, me ha dado mucha moral y satisfacción. Y, sobre todo, creo que para el año que viene, por haber sido triunfador en Arganda, las cosas vienen más de cara.

Me imagino que está Las Ventas en su cabeza el año que viene.

Madrid ya es un objetivo. Este año decidimos no ir porque creo que era un poco prematuro y cuando se va a Madrid hay que ir muy preparado. Y creo que el año que viene es el momento. No sé cuándo llegará, si a principio de temporada, a final…pero creo que es un objetivo ir a Madrid. Y buscar otras plazas de relevancia.

¿Te quita el sueño?

Bueno, más que quitarme el sueño, me llena de responsabilidad y ganas. Creo que Madrid es una plaza muy exigente y es la plaza que te lo puede dar todo. De momento, no, porque no estoy anunciado. A lo mejor el día que me anuncien pues sí que me lo quita, pero ahora mismo estoy deseando de poder estar anunciado en Madrid y hacer mi presentación allí.

La última tarde en Ávila fue de una gran importancia, porque hacía tiempo que no salía un torero.

El mayor triunfo de ese día fue que, cuando terminó la novillada, la gente salió ilusionada. Parece que despertó un poco esa afición en Ávila, pues en ocasiones parece dormida. Pero también hay que darle motivos para que se ilusionen. Ha sido la tarde más especial, como te he dicho antes, porque era mi presentación en Ávila con mi gente y respondió muy bien. Me acompañó muchísima gente y creo que ese ha sido uno de los grandes triunfos de la temporada: haberme anunciado en solitario y haber conseguido meter esa cantidad de gente.

¿Cómo llevas los halagos, Sergio?

Es muy importante tener los pies en la tierra y sobre todo ir siempre con humildad. Ya no solo en los toros, sino en la vida misma. Creo que hay que ser consciente de lo que uno es y de dónde viene uno y dónde está. Entonces, los halagos siempre nos gustan. Pero, hay que tener los pies en la tierra y cuando las cosas van bien, todo el mundo se sube al barco. Pero, realmente, cuando las cosas van mal, pocos son los que están ahí a tu lado. Entonces, yo me quedo con la gente que siempre ha estado ahí. Me quedo con sus halagos y también con, por decirlo de alguna manera, con sus broncas cuando las cosas no salen. Tengo ahí una cuadrilla que siempre me dice la verdad y creo que es muy importante rodearte de gente que no te engañe.

Es muy prematuro todavía, ¿piensas en la alternativa?

Bueno, pues no sé lo que deparará el año que viene, no tengo la alternativa en la cabeza ahora mismo. Como te he dicho, Madrid es un objetivo. Y de Madrid dependerán muchas cosas. Ahora mismo, pensar la alternativa creo que es un poco locura.