Adrien Salenc: " La tarde de Bayona ha sido de las más redondas de toda mi carrera como matador de toros"

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 " La tarde de Bayona ha sido de las más redondas de toda mi carrera como matador de toros"





" Haber confirmado en Madrid es muy importante y no entendía mi temporada ni entiendo la temporada de un torero sin ir a Madrid en todo el año"



Entrevista por Alejandro Martín Carabias



Una de las noticias de este fin de semana ocurrió en el país galo, en Francia, concretamente en Bayona, con un torero francés que confirmó hace muy poquito en Madrid.


Enhorabuena, torero, por la tarde de Bayona.


Muchas gracias. La tarde fue muy bonita y emotiva. No sé. Mágica, histórica. No sé cómo describirlo. Es muy difícil expresarlo con palabras estas tardes de toros. Porque parecen de otro mundo y entras en otra dimensión.


¿La más redonda?


Sí, una de las más redondas de mi carrera como matador de toros, desde luego. Y en una plaza de primera como Bayona imagínate lo importante que es, ha sido y que creo que va a ser. Lo que pasa que ahora es que está fresco y caliente, y uno no se da cuenta de la importancia que ha tenido, pero. Yo creo que ha sido muy fuerte y cuando pasen las semanas, más me daré cuenta todavía de lo que ha pasado.


Hay buen idilio con Bayona.


 Desde que toreaba sin caballos he triunfado. He abierto la puerta grande de matador tres veces, y de novillero unas tantas. Y todos los años triunfando en esa plaza. Es un público exquisito, excelente, con un respeto y da gusto torear en Bayona. A parte, también, tengo una conexión muy especial con ese público y entienden mi toreo y lo valoran como en ningún sitio. Parece que toreo en casa, aunque sea de Nimes.


¿Cómo afrontaste la tarde?


Ha sido de las tardes más tranquilas que he estado este año. Eso pasa cuando tienes las cosas muy claras y sabes perfectamente lo que quieres hacer y a dónde quieres llegar, pues te da esa tranquilidad, y confías en tu preparación y en ti plenamente. A la vez estaba muy concentrado porque sabía que la ganadería del Vellosino es muy brava y enrazada, que necesita que se le haga todo perfecto para que salgan las cosas bien. Y sabía que tenía que estar muy metido en mi tarde. Y así fue, la pude afrontar con toda la frescura y ganas del mundo. Tenía unas ganas de torear tremendas. Y eso se notó desde el primer quite al toro de Pablo Aguado.


¿Cómo se busca esa tranquilidad?


Primero, se busca y luego se encuentra. No siempre en algunas tardes se encuentra. Básicamente es la mentalización. Todo reside en la mentalización y en la cabeza del torero. Primero, se pasa por una preparación física muy grande y tienes que estar en condiciones óptimas. Además, ya se me habían ido todos los moratones y las molestias de los golpes que recibí en Madrid, de la cornada interna que me pegaron y otra entrando a matar en San Gilles. He tenido un mes de agosto de mucho sufrimiento, porque me dolía todo el cuerpo en cada corrida y no podía estar al 100%. Y ahora, por fin, conseguí olvidarme de mi cuerpo, de mis dolores. Y surgió la inspiración, que es lo más bonito y a lo que queremos llegar casi todas las tardes. Y deben de surgir para que interese a la gente.


También, los toros colaboraron.


 Los seis toros tuvieron cosas muy buenas.  El 4.º fue excelente, para mí. Fue el mejor de la corrida. Aguantó una faena muy larga en el centro del ruedo y siempre embistió con la cara abajo y colocándola muy bien. El primero de mi lote era más medido; tenía calidad y ritmo en la embestida, pero reponía un poquito al final del muletazo, le faltaba soltarse a él y lo administré bien. Lo apreté cuando lo tenía que apretar y lo alivié en el momento que sentía que estaba el toro demasiado agobiado. Y me había quedado con ganas de más y me salió ese 6.º toro que fue la guinda al pastel de una tarde histórica. Fue una máquina de embestir, fue bravo, y había que hacerle las cosas muy bien, como engancharlo muy adelante y llevarlo muy conducido por abajo y quedarse en el sitio. Me acoplé desde el principio con él.


En Madrid no rodaron las cosas. Fue durita.


Sí, fueron embestidas muy complicadas. No hubo opciones de triunfar. Mi primer toro fue durísimo, con muchísimo peligro. Desde que lo paré con el capote sabía que me iba a coger. No sabía en qué momento, pero sabía que me iba a coger porque me iba a poner de verdad con él. Y es lo que pasó. Me pegó una voltereta muy fuerte y me pegó una cornada interna.  Di la cara e hice el esfuerzo. El segundo fue un toro que echó el freno de mano y en la segunda o tercera tanda me cogió por la barriga. Lo malo es que se rajaron muy pronto, en cuanto me echaron mano. No me dejaron tirar para adelante, y los maté por arriba. Todo lo que estaba en mi mano, lo hice. Fue una buena carta de presentación y ojalá sirva para que me pongan el año que viene con una oportunidad buena y en San Isidro.


Ha sido una meta cumplida.


Por supuesto, confirmar en Madrid es muy importante para un matador de toros y no entendía mi temporada ni entiendo la temporada de un torero sin ir a Madrid. Sabes que esas cosas tienen que estar y le pesa mucho a un torero cuando no va a Madrid en todo el año. Además, estuvimos hablando con la empresa para que mi confirmación fuera en San Isidro, porque pensábamos que me lo merecía después de la temporada pasada, pero no salió. Y me llamaron para el 15 de agosto y no me lo pensé.

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